6/29/2020

un postrero rayo de luz solar ...



Por El Politólogo

Miguel Wiñasco (el hombre que está en una sala de espera, y espera por el regreso de las instituciones)

El sesgo vertical de un postrero rayo de luz solar, se cuela por los ventanales opacados de un desfalleciente invierno. Fenece luego del ocaso, más que por la inexorable e inmemorial rotación terráquea, por el sombrío peso de la herencia recesiva del albertismo.

La ineptitud del hombre de paja puesto a dedo por Elisabet Fernández nos ha llevado a este no-lugar pandemico recesivo, en que somos casi el único pais del orbe que padecemos una caida economica, en contraste con el resto de la humanidad que florece en plena expansión y ha vuelto a la normalidad, me dijo Fernando Iglesias en uno de sus videos de Tik-Tok.

Mientras tanto, la espectral lideresa del mal apaga los micrófonos de la democracia, para convalidar comisiones de investigación, en verdad tribunales inquisitorios contra los emprendedores de Vicentin que sólo buscan que los dejen emprender, sin el dirigismo de interventores fisgoneando en sus balances. Cínicamente los estatistas reclaman a los empresarios por sus deudas, al tiempo que porfían en no aceptar lógicas cláusulas de salvaguarda en el pago de los bonos que piden nuestros acreedores, como ser: garantizarlos con el fondo de sustentabilidad de Anses, el patrimonio de YPF-Vaca Muerta, y a la sazón,con las arcas del Banco Nación. El pertinaz patrioterismo K se cierra demagógicamente a estas sensatas condiciones y con ello a un rápido acuerdo por la deuda, obturando lluvias de nuevos empréstitos que derramen su maná de dólares financieros contantes y sonantes.

Como muy bien lo ha explicitado ese pequeño gigante de la economía contrafáctica que es Martín Tetitáz, si el estadista de Los Abrojos hubiera reelegido, ni la deuda, ni el riesgo pais, ni mucho menos el crownvairus serian un problema, pues sus equipos técnicos siempre se han comportado con criterios amigables con nuestros prestamistas. Y los dictatoriales infectólogos cultores del encierro ciudadano, tendrian vedado el ingreso a Olivos. Eso tal vez hubiera producido un leve aumento en 20 o 30 veces la tasa de letalidad del virus de marras, pero tranquilizaría la angustia de nuestra sincera colega, Silvia Mercado, que reclamaba expresamente por el apilamiento de 19 mil muertos adicionales, para encontrarle algún sentido al dislate sobreprotector que coarta nuestra libertad.

Y van por la libertad ambulatoria del Presidente Macri, buscan la perversa foto en que lo esposan a su reposera para luego llevarlo reclinado y semiacostado a la Alcaidía de Lomas de Zamora. Allí la ilegítima justicia camporista maniobra para alejarlo de su juez natural, que en vida sería Claudio Bonadío, quien de inmediato hubiera impartido su sobreseimiento y procesado por falsa denuncia a la aspid del Instituto Patria. Asimismo intentan enlodar a nuestro colega Luis Majul. No sólo prohiben el running que le permitía encontrar entre los arbustos palermitanos, insumos y material grabado para su programa, sino que dejan trascender inenarrables y grotescos apodos que los supuestos espias vertian sobre él. No se trata ya del "pelotudo fosforescente", que le endilgara Marcelo Dalessio, sino que ahora lo identifican en chats como "el agente Pirincho". Este bullyng hacia el periodismo independiente merece toda la repulsa de FOPEA y de la Academia de Periodismo y Coso. Sordo a cualquier comunicado de nuestro comité de ética y moral periodística, a cargo del también perseguido Daniel Santoro, el momificado populismo se arrellana en sus cuitas vengativas contra la primavera de la tolerancia, del respeto y de escuchar a todo el mundo, que fue el inolvidable mandato de Mauricio Macri.

Y mientras ese hombre indispensable se perfecciona en el arte del bridge, preparándose lúdicamente para su regreso al poder, los periodistas de la libertad diremos y escribiremos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta nueva prórroga de la cuarentena fracase.

Como humanistas sabemos que eso tendrá un alto coste en vidas, pero en tanto se trate de las vidas de otros, valdrá la pena.

Todo sea por nuestros valores.

1 comentario:

Ricardo Rizzi dijo...

Tiene razón el politólogo. Le faltó, razones de espacio seguramente, que haríamos con el mejor equipo de los últimos muchos años, nuevos prestamos a 200 años. Le faltó, que el perro
Bañlcarce dirigiría los debates en Senado y no otro animal femenino (yegua). y así, mucho mas, nada que ver con estos populistas que prefieren la vida a los dólares. Amen