10/25/2019

enseñanzas ...



CHILE: Ocultar y Castigar

Por Artemio López

Los episodios de violencia represiva extrema por parte del estado que está soportando el pueblo chileno, en especial segmentos medios y pobres, son impiadosos y produjeron ya cientos de encarcelados, torturados, heridos y muertos, bajo las balas de los carabineros.

Es necesario situar en contexto esta tremenda circunstancia.

Chile resultó el ensayo bautismal y más prolongado del modelo neoliberal regional, iniciando en el año 1973 bajo la dictadura pinochetista.  

Es también el ejemplo más acabado y extenso de construcción mediática de un modelo “exitoso” y en simultáneo, del ocultamiento de sus graves consecuencias sociales

No abundaremos en datos sobre carencias en salud, educación, previsión social ni de infraestructura, que son muy graves y de extensión inusitada.

Todo servicio está privatizado y las prestaciones públicas compensatorias prácticamente no existen o son de una muy baja calidad. 

En materia de ingresos, y solo para dar una mirada a la extrema privación del “modelo exitoso”, obsérvese que hoy y según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE) , desagregados por estratos sociales, el 80% de los hogares chilenos tiene ingresos que no le permiten cubrir sus gastos mensuales.


Ninguna de estas circunstancias sociales aberrantes se vio reflejada en los medios dominantes en Chile y tampoco en los internacionales, sino de forma muy fragmentada y episódica. Sin embargo este ocultamiento no fue solo en el ámbito de los aparatos de medios.

Hay que  señalar  la reproducción ampliada del modelo chileno por  los aparatos educativos y en especial por  la academia, que casi uniformemente sostuvo el prestigio y la consistencia de  un modelo económico que, aunque en el presente se mostrara socialmente inviable, finalmente en un futuro aún brumoso,  “derramaría” bienestar.

La influencia del paradigma neoliberal en la formación profesional de economistas sigue aún hoy dominando la currícula, tanto en universidades públicas como privadas,  en Chile y en el mundo occidental.


Solo se observaron críticas al funcionamiento “institucional” del sistema político chileno a partir de publicaciones académicas del año 2007 (!)  y no en materia de su eficacia económica y social, que no se cuestionaba, sino en el terreno de las autodenominadas “ciencias políticas”, donde algunos analistas auguraban una crisis del sistema de representación política . Nada demasiado grave, con respecto a lo que hoy efectivamente ocurre.

El momento de ruptura que vive Chile ofrece enseñanzas muy interesantes para poder evaluar y predecir procesos de quiebre del lazo social, fractura que da inicio de una crisis económica, social y de representación profunda y extendida, hasta hoy sin final a la vista. Lo que viene es un misterio.

Queda también para el análisis, la certeza de que para imaginar la dinámica de una formación social capitalista, no hay problemas “insignificantes” a priori.

En Chile,  un cospel de metro, un acontecimiento hasta aleatorio, puso en marcha un proceso de cambio imprevisto e impredecible.

La lucha actual condensa miles de pequeños y grandes reclamos anteriores, derechos pisoteados, mal trato condensado en la consigna “Tanto le han sacado al pueblo, que le han quitado hasta  el miedo”.  No es por 30 pesos, es por 30 años de insatisfacción abajo y ocultamiento arriba.

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Una gran lección también para la “compulsión encuestológica” que modela  el comportamiento de buena parte de la dirigencia política actual y no solo del otro lado de la cordillera.

En Chile el precio del metro no era “el principal problema del país”, según lo mostraban todas las “encuestas”. Pero (ay!) , paso lo qué pasó.

La clave entonces,  no es la “significación estadística” de un problema o privación, sino la función que cumple el reclamo en la cadena de demandas insatisfechas.


Si la demanda es capaz o no de unificar al conjunto o un campo extenso de  insatisfacción social, y esa cualidad ( no cantidad) solo es percibida, la pueden ver y sentir los políticos verdaderos, los que jamás reposan en palacio, ni dan pasos al costado de la ciudadanía que los elige, los empecinados.

Captar y “asumir” la real dimensión de esa diferencia jamás será tarea de encuestadores y sus risibles “agendas de principales problemas de la gente”.  


La política, como la filosofía, es cuestión de matices. Nada le es extraño, ni resulta un detalle “nimio”.


Finalmente, y dado que de este lado de Los Andes estamos en veda electoral, hoy nos enteramos que en la otra orilla, y “frente a los reclamos”, el represor chileno Sebastián Piñera, acaba de “posponer el aumento de las tarifas, hasta el año 2020”.

No les recuerda a nadie este cinismo, estimados lectores ?

2 comentarios:

Miguel dijo...

Escuchaba a un dirigente sindical que indicaba como una causa de las causas al comentario de Sebastian Piñeira que el PBI per capita de Chile era de 25000 usd Como que el pueblo tomo dimension de la diferencia de ingresos por esta "buena noticia" que el presidente daba.

Anónimo dijo...

Para qué sirve la oea ?
A qué se dedica almugre ?
No deberíamos plantear la disolución de ese organismo de inteligencia ?