8/22/2018

mitos de la ideología flanera vs. ingresos ciudadano a la niñez




Casi un millón y medio de chicos argentinos no reciben ninguna transferencia monetaria del Estado

El Estado transfiere ingresos a las familias con niños y adolescentes por tres vías, según la forma en que están ocupados sus padres: las asignaciones familiares, la asignación universal por hijo y las deducciones del impuesto a las ganancias. Así cubre al 90% de las familias con niños. Pero el tipo de prestación y los requisitos para acceder y continuar recibiendo las transferencias son diferentes: se trata de un sistema inequitativo y fragmentado.

Sin embargo, para reformarlo integralmente, como CIPPEC propone, se requieren amplios consensos políticos y sociales, especialmente en una coyuntura de déficit fiscal. Un primer paso para alcanzar estos acuerdos es desterrar ciertos mitos de la protección social a la infancia.

Gala Díaz Langou
Directora de Protección Social Cippec

Florencia Caro Sachetti
Coordinadora de Protección Social Cippec

1) “Solo las familias más vulnerables cobran dinero del Estado por sus hijos.”

Falso. Los niños con padres trabajadores formales, aún los de ingresos más altos, perciben deducciones del impuesto a las ganancias o asignaciones familiares. Las asignaciones familiares, en ciertos casos, incluso pueden superar el monto de la AUH. Por otra parte, el tipo de prestación y los requisitos para acceder y continuar recibiendo las transferencias son más exigentes para las familias más vulnerables.

Además, casi un millón y medio de niños (10% del total de niños menores de 18 años) no reciben ningún tipo de transferencia porque están excluidos por la normativa u otras razones (7%) o porque tienen problemas en el registro y se desconoce su situación (3%). Se trata en su mayoría de niños en los sectores de menos ingresos.

2) “Con el dinero de los trabajadores que contribuyen se financian las transferencias a las familias vulnerables que no trabajan.”

Falso. El Estado da transferencias por hijos a familias de todos los niveles de ingresos. Por otra parte, a diferencia de las jubilaciones, que dependen de los aportes de los trabajadores, la AUH, como cualquier política pública, se financia totalmente con recursos del tesoro nacional.

3) “El Estado les da dinero a las familias más pobres sin pedirles nada a cambio.”

Falso. La AUH está compuesta en 80% por una transferencia que se realiza mensualmente y en 20% por un pago único a fin de año. Ese 20% se abona tras constatar que a los chicos de menos de cinco años se les hicieron los chequeos de salud y que los mayores de cinco asistieron a la escuela. En cambio, los niños de padres que reciben asignaciones familiares o deducciones del impuesto a las ganancias no tienen que cumplir estos requisitos.

4) “Solo las familias más vulnerables cobran dinero del Estado por sus hijos.”

Falso. Los niños con padres trabajadores formales, aún los de ingresos más altos, perciben deducciones del impuesto a las ganancias o asignaciones familiares. Las asignaciones familiares, en ciertos casos, incluso pueden superar el monto de la AUH. Por otra parte, el tipo de prestación y los requisitos para acceder y continuar recibiendo las transferencias son más exigentes para las familias más vulnerables.

Además, casi un millón y medio de niños (10% del total de niños menores de 18 años) no reciben ningún tipo de transferencia porque están excluidos por la normativa u otras razones (7%) o porque tienen problemas en el registro y se desconoce su situación (3%). Se trata en su mayoría de niños en los sectores de menos ingresos.

5) “Con el dinero de los trabajadores que contribuyen se financian las transferencias a las familias vulnerables que no trabajan.”

Falso. El Estado da transferencias por hijos a familias de todos los niveles de ingresos. Por otra parte, a diferencia de las jubilaciones, que dependen de los aportes de los trabajadores, la AUH, como cualquier política pública, se financia totalmente con recursos del tesoro nacional.

6) “El Estado les da dinero a las familias más pobres sin pedirles nada a cambio.”

Falso. La AUH está compuesta en 80% por una transferencia que se realiza mensualmente y en 20% por un pago único a fin de año. Ese 20% se abona tras constatar que a los chicos de menos de cinco años se les hicieron los chequeos de salud y que los mayores de cinco asistieron a la escuela. En cambio, los niños de padres que reciben asignaciones familiares o deducciones del impuesto a las ganancias no tienen que cumplir estos requisitos.

Conclusión
Es necesario modificar el esquema de transferencias para que el Estado pueda garantizar el derecho de los niños a un nivel de vida digno, sin importar el lugar de origen o condición laboral de los adultos de la familia. La propuesta de modificación del régimen de transferencias que impulsa CIPPEC desde 2009 se basa en la idea de un ingreso ciudadano para la niñez. Es decir, el Estado debe garantizar un ingreso incondicional suficiente para cubrir niveles básicos de bienestar en la infancia y quebrar el círculo vicioso de la pobreza.


1 comentario:

Anónimo dijo...

a casero lo arruinó la falopa como a lanata