Recibimos el Informe de Coyuntura Nro.15 del CEDE-BH del que reproducimos el capítulo de salarios e inflación para extraer una conclusiones que pueden resultar útiles a la hora de analizar resultados e imaginar estrategias electorales futuras.
Inflación
Las proyecciones de inflación del BCRA para el 2017 (del 12 al 17 %) ya no son creíbles para nadie.
Desde la ortodoxia económica, el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, sostuvo que “Las metas de inflación están muertas”.
Las consultoras económicas privadas que a principios de año estimaban una inflación del 17 por ciento anual, vienen revisando para arriba esa proyección. En la actualidad, los consultores estiman una inflación superior al 21 por ciento. Lo cierto es que, transcurrida la primera mitad del año, la inflación interanual se ubica en el 11, 8 por ciento según el IPC Nacional del Indec. El IPC de la CABA muestra una inflación más alta para el mismo período: 13 por ciento.
El panorama para el segundo semestre está lejos de ser tranquilo. La suba de combustibles, de
cuotas de medicina prepaga, los incrementos tarifarios después de las elecciones y el movimiento
del dólar impactarán en los precios.
Con respecto a la cotización del billete norteamericano, el ministro Nicolás Dujovne declaró que
“el dólar ha salido de la tapa de los diarios y ya no es una preocupación de las familias”.
Días
después, la moneda norteamericana comenzó un rally alcista y el secretario de Política
Económica Sebastián Galiano sostuvo “no nos preocupa que el dólar esté en la tapa de los
diarios”.
Más allá de las evidentes contradicciones discursivas, los movimientos bruscos en la cotización del
dólar tienen impacto en los precios.
Un estudio, elaborado a finales de 2015 por la Secretaría de
Comercio durante la gestión anterior, advertía que la incidencia de los insumos importados sobre
la estructura de costos es del 60 por ciento en caso de la línea blanca. La participación de piezas provenientes del exterior trepa al 65 por ciento de sus costos en los fabricantes de motos. La incidencia de los componentes dolarizados es del 55 por ciento en el caso de la elaboración de pinturas
Paritarias
Las pretensiones iniciales del gobierno nacional fueron fijar un techo del 17 por ciento de incremento salarial en 2017, en línea con el parámetro de inflación previsto en el Presupuesto Nacional.
La dinámica inflacionaria de los primeros meses del año demostró que ese objetivo era de cumplimiento imposible.
Por eso, el gobierno “sugirió” cierres cercanos al 20 por ciento tal como acordó con UPCN. Lo cierto es que la mayoría de los sindicatos lograron romper ese techo, como puede observarse en el cuadro correspondiente.
Conclusión
Este ejercicio de cruzar dinámica de precios y salarios debe tenerse en cuenta a la hora de diseñar discursos de campaña que anticipen estrechamientos salariales - que sin duda sucederán, pero aún hoy para número importante de trabajadores no se percibe con nitidez.
Informe completo, acá
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