El candidato de la Alianza Cambiemos
afirmó en campaña electoral que la
Argentina tenía 14 millones de pobres (es decir, alrededor
del 33 por ciento de la población).
www.lanacion.com.ar/1845904-transcripción-completa-del-debate-presidencial-entre-macri-y-scioli).
En ese sentido, Mauricio Macri prometió que durante su
gobierno se alcanzaría la “pobreza cero”.
El
insólito “apagón estadístico”, anunciado por la nueva conducción del Indec,
impidió contar con datos de pobreza en el tramo inicial de la gestión macrista.
La primera información oficial, anunciada en septiembre de 2016, correspondió
al segundo trimestre del 2016.
Según el Indec, la tasa de
pobreza ascendía al 32,2 por ciento de las personas (8.772.000) y 23,1 por
ciento de los hogares. De ese total, el 6,3 por ciento de las personas
(1.705.000) y 4,8 por ciento de los hogares eran considerados indigentes. Los
números oficiales parecían confirmar el diagnóstico macrista: la tasa de
pobreza superaba el 30 por ciento.
Sin embargo, la medición ocultaba
una “trampa” invisibilizada por los medios de comunicación hegemónicos. El
Indec realizó una serie de modificaciones metodológicas que “inflaban” el
número de pobres. Para entender esas picardías estadísticas es necesario
comprender como se calculan esos índices.
Expliquemos un poco la metodología
utilizada por el instituto estadístico oficial. La definición de la “línea de
pobreza” consta de dos pasos esenciales: 1) Valorizar una “Canasta Básica
Total” (CBT) que englobe un conjunto de necesidades alimentarias y no
alimentarias esenciales (vestimenta, transporte, educación, salud) y 2)
Comparar los ingresos familiares con la
CBT.
Los hogares pobres son aquellos
cuyos ingresos se encuentran por debajo de esa canasta valorizada. ¿Por qué las
mediciones “macristas” resultan incomparable con las anteriores?. La respuesta
es sencilla: se introdujeron modificaciones (mayor cantidad de productos, alteración
de los ponderadores) que “encarecieron” la CBT. El resultado es una sobreestimación (en
relación a la medición previa) de la cantidad de pobres.
La pregunta que uno podría
hacerse es si resulta lógica esa ampliación (y encarecimiento) de la CBT. Para intentar
responder ese interrogante, el investigador del Conicet Daniel Schteingart
elaboró un cuadro comparativo con la cantidad de dólares diarios (en Paridad de
Poder Adquisitivo) necesarios en cada país para no caer debajo de la línea de la pobreza o indigencia.
Los resultados de ese trabajo son
elocuentes: el parámetro elegido por el Indec de Jorge Todesca es el más
exigente de toda América latina (ver cuadro).
Cuantos dólares
diarios (a PPA) necesita una persona en cada país para no caer en la pobreza
o la indigencia
|
||
País
|
Dólares Diarios para
no ser indigentes
|
Dólares Diarios para
no ser pobres
|
Argentina (nueva
medición)
|
3,4
|
8,4
|
Uruguay
|
2,8
|
8,3
|
México
|
3,4
|
6,8
|
Colombia
|
2,5
|
6,2
|
Argentina (anterior
medición)
|
2,8
|
6,1
|
Paraguay
|
2,8
|
5,9
|
Perú
|
2,4
|
5,5
|
Honduras
|
2,7
|
5,5
|
Media América latina
|
2,3
|
4,8
|
Bolivia
|
2,6
|
4,7
|
Panamá
|
2,5
|
4,4
|
Costa Rica
|
2
|
4,3
|
Chile
|
1,9
|
3,8
|
Guatemala
|
1,8
|
3,7
|
Venezuela
|
1,8
|
3,6
|
Ecuador
|
2
|
3,6
|
Nicaragua
|
1,4
|
2,6
|
El Salvador
|
0,9
|
1,9
|
Fuente: Daniel
Schteingart
|
|
|
El valor asignado a la CBT puede ser materia discutible.
Lo que resulta incuestionable es que para comparar diversas mediciones debemos
homogeneizar los criterios metodológicos. En esa línea, los investigadores del Centro de Economía Política (CEPA)
sostienen que “los cambios metodológicos del nuevo Indec fueron deliberados y
tuvieron la finalidad de impedir el empalme hacia atrás de las series de
pobreza e indigencia, permitiendo soslayar el salto en la cantidad de
individuos pobres del último año”.
A los fines de comparar
“manzanas” con “manzanas”, los investigadores del Centro de Investigación y
Formación de la
República Argentina (CIFRA) recalcularon (con la metodología
actual) las tasas de pobreza e indigencia en la etapa 2004-2015.
Los resultados revelan que la
tasa de pobreza habría disminuido del 57,3 por ciento (primer semestre de 2004)
al 29,7 por ciento (primer semestre del 2015). A su vez, la tasa de indigencia
hubiera descendido –en idéntico período– del 23,1 al 5,5 por ciento. En otras
palabras, la pobreza disminuyó 40 por ciento y la indigencia un 72 por ciento,
en los gobiernos kirchneristas.
Administración
kirchnerista
|
|
|
|
Pobres
|
Indigentes
|
Año
2004
|
21.447.934
|
8.646.549
|
Año
2015
|
12.810.194
|
2.372.258
|
Diferencia
absoluta
|
-8.637.740
|
-6.274.291
|
Diferencia porcentual
|
-40,27%
|
-72,56%
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario