Inercia de preferencias
Faltando todavía muchos meses para las elecciones y con datos
claves sin conocer como por ejemplo cuál será el candidato oficialista y que
situación socioeconómica se observará al momento de votar , para qué sirven las
encuestas electorales que hoy se difunden con sagrada furia por los medios, oficialistas
y opositores?
En principio señalemos que se trata de encuestas que son
metodológicamente incorrectas, que indagan en escenarios imaginarios y
múltiples que agotan y confunden al entrevistado, poco representativas del
universo a relevar y la mayoría sino todas, confeccionadas con métodos de
recolección de datos inadecuados habitualmente el teléfono fijo que es ya
prácticamente inexistente en los hogares del 40% más pobre de la población.
Están dirigidas a impresionar a la dirigencia política en
general, a los gobernadores e intendentes sujetos de alianzas futuras en
particular y en el espacio del hasta ayer FPV muy especialmente, a impactar sobre la voluntad
política de Cristina Kirchner.
Al respecto señalaba el politólogo Julio Burdman que estas encuestas “son metodológicamente inválidas, Rodney Barker, politólogo del London School of Economics, sostiene que la gran mayoría de todas las cosas que hace la comunidad política (que incluye a una minoría intensa de políticos, militantes, periodistas, discutidores de política en la mesa familiar y lectores de publicaciones especializadas) está dirigida a sí misma.
Que los políticos están
permanentemente demostrando autoridad y poder, pero sólo para impresionar a sus
pares, y que recién salen a cazar votos del gran público en los días previos a
las elecciones. Las encuestas que quieren construir la grilla mucho antes que
los partidos también forman parte de la comunidad política, y están dirigidas a
los propios políticos”.
Profundizando la causa de la publicación de estas falsas encuestas, su impacto busca replicar en su ámbito específico, el electoral, el fenómeno de la “inercia inflacionaria”. que viene dada por las expectativas de los distintos agentes económicos, particularmente de aquellos que fijan precios en sus respectivos mercados.
Si se tiene la apreciación de que la inflación futura va a ser igual a la pasada, más allá de que hayan desaparecido las causas que la generaron, los aumentos en salarios y en los precios de la economía se otorgarán bajo este supuesto y, de este modo, las expectativas de inflación se validarán, reiniciándose total o parcialmente el ciclo inflacionario.
En el caso de las encuestas falsas, si los que definen
candidaturas, desde “formadores de opinión” hasta los sujetos de alianzas
partidarias territoriales, fijan sus expectativas de acuerdo con los
señalamientos de las encuestas truchas, más allá de su aberración metodológica,
estas expectativas se replicarán en la elección de candidatos y en el armado de
alianzas, con lo que se logrará el efecto buscado: construcción de la
grilla de preferencias mucho antes de que la “opinión pública” ingrese siquiera
en clima electoral.
Este mecanismo central en la construcción del candidato es el
que denominamos “inercia de preferencias”.
Ahora bien, el mecanismo de inercia de preferencias por parte del festival de encuestas que se propala por los medios hoy es tan elemental y grosero, que está muy severamente cuestionado por técnicos, analistas, políticos y en general el público interesado en el tema, que ha observado además una larga serie de pifias urbi et orbi, desde el Brexit en adelante de los “pronósticos electorales” .
Se trata de un mero dispositivo de construcción anticipada de grilla de preferencias desplegado por el sistema de medios opositores para quienes los que más miden son todos candidatos de derecha conservadora afines a sus intereses corporativos.
Elemental y de manual, pero no por eso un mecanismo de inducción
de preferencias menos habitual, las encuestas electorales que hoy se publican
en los medios, son tan creíbles respecto a lo que efectivamente sucederá en octubre,
como las "proyecciones de inflación del BCRA", estimados lectores.
1 comentario:
las encuestas hicieron confundir a cristina con "el que mas media". scioli no era el candidato correcto y los que lo votamos fue porque no habia alternativa.
Ahora las encuestas la quieren hacer confundir de nuevo. el globogobierno se hunde solo y su unico salvavidas es polarizar con "la yegua".
si cristina es inteligente no le sigue el juego a estos opas.
Publicar un comentario