Los vínculos económicos del candidato de la oposición de cara a la segunda vuelta electoral. Negocios financieros, paraísos fiscales y fuga de divisas en un escenario político decisivo para la región.
A pocos días de celebrarse la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas el próximo 2 de abril, y luego del referéndum votado en primera vuelta que acordó prohibir el ejercicio de cargos públicos a ciudadanos que posean cuentas en paraísos fiscales, ha surgido un nuevo escándalo alrededor de los negocios financieros del candidato de la oposición Guillermo Lasso.
Guillermo Lasso ha sido presentado como un ex-banquero retirado de dichas actividades hace ya cinco años. Sin embargo, continúa siendo el accionista principal del banco más grande de Ecuador, el Banco de Guayaquil, y aparece envuelto en negocios bancarios que facilitan la fuga de capitales desde el país, entre los cuales destaca la propiedad de una red de 49 empresas en paraísos fiscales de Panamá, Caimán y Delaware.
Según sus propias palabras, comenzó a trabajar cuando tenía 15 años en la bolsa de valores de la costa como auxiliar de cobranzas para pagarse sus estudios. A sus 22 años fue gerente de la empresa Procredito S.A. y sólo un año después fundó su primera compañía junto a su hermano, la constructora Alfa y Omega, una empresa dedicada a obras civiles, viales e hidráulicas. En 1980, se convirtió en vicepresidente de la financiera Finansur, ocupando luego el cargo de presidente. En 1987, su cuñado Danilo Carrera se hizo cargo de la presidencia del Banco de Guayaquil, nombrando a Lasso como vicepresidente y luego gerente general. Un año después, el banco y Finansur se fusionaron.
Guillermo Lasso ha sido presentado como un ex-banquero retirado de dichas actividades hace ya cinco años. Sin embargo, continúa siendo el accionista principal del banco más grande de Ecuador […] y aparece envuelto en negocios bancarios que facilitan la fuga de capitales
Desde 1994 hasta 1996, fue vocal de la Junta Monetaria y vicepresidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, cargo que le permitió liderar la aprobación de la Ley General de Instituciones Financieras que desreguló el área y favoreció el endeudamiento de distintos bancos del país y la posterior salida de divisas al exterior.
Su única experiencia en la administración pública fue como gobernador de la Provincia del Guayas, cargo nombrado por el Presidente Jamil Mahuad (1998-2000), y que desempeñó por el lapso de un año. Al desatarse la crisis financiera de 1999, Mahuad creó el cargo de Superministro de Economía y Energía, nombrando a Lasso para el puesto. En un documento puesto en circulación desde Alianza País en las últimas semanas, se denuncia que Lasso compró su cargo de “Supeministro” a raíz de una donación del Banco de Guayaquil de 500 millones de sucres a la campaña presidencial de Jamil Mahuad.
Su única experiencia en la administración pública fue como gobernador de la Provincia del Guayas, cargo nombrado por el Presidente Jamil Mahuad (1998-2000). […] Al desatarse la crisis financiera de 1999, Mahuad creó el cargo de Superministro de Economía y Energía, nombrando a Lasso para el puesto.
En marzo de ese año, Mahuad decretó un feriado bancario de 24 horas en el cual todas las operaciones financieras quedaron suspendidas, anunciándose asimismo un congelamiento de depósitos por un año. Los bancos se vieron en quiebra y forzados a emitir certificados de depósito (CDR), comprobantes de que los ahorristas poseían una cantidad determinada de dinero en su cuenta, pero que no podía ser retirada. Los banqueros especularon recomprando los certificados a la mitad de su valor original (García, 2017). El feriado bancario finalmente duró cuatro días más y, según cifras oficiales, derivó en el congelamiento de 1.941 millones de dólares de depósitos de los ciudadanos y el posterior proceso de dolarización de la divisa local, lo que tuvo como consecuencia una gran crisis económica y social.
Entre 1999 y 2000, la fortuna de Lasso pasó de 1 millón declarados a 31 millones de dólares gracias a la especulación con los bonos emitidos tras el feriado bancario.
En el año 2003 durante la presidencia de Lucio Gutiérrez, fue asesor económico y embajador itinerante del gobierno, liderando misiones en Washington para reanudar el diálogo crediticio con el Fondo Monetario Internacional y acordar un préstamo por 200 millones de dólares a cambio de una disminución del gasto público y social que derivó en el aumento del precio de los combustibles, reducción de los subsidios, congelamiento de salarios y pensiones jubilatorias y el despido masivo de empleados públicos.
En 2013 se presentó como candidato a Presidente de la República por el movimiento CREO, obteniendo el 22,7% de los votos frente al 57,17% de Rafael Correa.
[…] durante la presidencia de Lucio Gutiérrez, fue asesor económico y embajador itinerante del gobierno, liderando misiones en Washington para reanudar el diálogo crediticio con el Fondo Monetario Internacional y acordar un préstamo por 200 millones de dólares a cambio de una disminución del gasto público y social.
Asimismo, es de público conocimiento que a raíz de fideicomisos y empresas en paraísos fiscales salen del país utilidades que vuelven a entrar como inversiones extranjeras lavando impuestos, declarando como inversión extranjera algo que en realidad no lo es. El Banco de Guayaquil, del cual Lasso es el accionista mayoritario, no paga el impuesto de salida de divisas porque figura como dinero extranjero con fideicomisos que se vuelven offshore y que circulan constantemente.
Incluso, Guillermo Lasso confesó el cometimiento de un delito en una entrevista televisiva, al reconocer que es propietario del banco Banisi en Panamá. Desde 2014, es ilegal en Ecuador para los bancos y sus accionistas el poseer operaciones bancarias offshore en paraísos fiscales; el artículo 183 del Código Monetario y Financiero estipula que ningún banquero ecuatoriano puede serlo también de una institución financiera en un paraíso fiscal, de acuerdo a la lista del Servicio de Rentas Internas (SRI).
[…confesó el cometimiento de un delito en una entrevista televisiva, al reconocer que es propietario del banco Banisi en Panamá. Desde 2014, es ilegal en Ecuador para los bancos y sus accionistas el poseer operaciones bancarias offshore en paraísos fiscales.
En este contexto, aparece también la figura del notario Roger Arosemena Benítez, que certificó bienes de Guillermo Lasso en Ecuador, y quien es además su propio socio en dos empresas, Bonarca S.A. y Taladesa S.A , domiciliadas en Panamá.
Su propuesta política revela una gran contradicción. Por un lado, propone bajar y eliminar impuestos y atraer inversión extranjera, mientras mantiene sus empresas en Panamá; eliminar el “impuesto verde”, dirigido a evitar el aumento de la contaminación y el calentamiento global. Propone derogar la ley de comunicación, que buscaba democratizar el sector; eliminar la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt) e incrementar el número de becas para que más jóvenes estudien en las mejores universidades del exterior. Asimismo, anunció recortes en educación, salud y seguridad interna y se manifestó a favor de la política migratoria de Donald Trump.
Guillermo Lasso no sólo no aceptó los resultados de la elección presidencial del 19 de febrero responsabilizando al gobierno de haber cometido fraude, sino que ahora llama a no reconocer los resultados del próximo domingo 2 de abril.
La disputa que surge actualmente en Ecuador tiene repercusiones regionales y globales. Por un lado, el problema de la pérdida de miles de millones de dólares a través de la fuga ilegal de capitales, contribuyendo así a la pobreza y la inequidad y, por el otro, la creciente fuerza que las expresiones de la derecha conservadora y xenófoba están cobrando en América Latina, en Estados Unidos y en Europa.
Guillermo Lasso no sólo no aceptó los resultados de la elección presidencial del 19 de febrero responsabilizando al gobierno de haber cometido fraude, sino que ahora llama a no reconocer los resultados del próximo domingo 2 de abril.
El futuro político de Ecuador no sólo es importante en términos de una confrontación política interna, sino que además pone en juego los esquemas de integración de América Latina. La posibilidad de triunfo de Guillermo Lasso y de la derecha conservadora en Ecuador, amenaza ciertos logros de años de construcción política de Estados autónomos nacidos bajo los gobiernos progresistas que, montados sobre el boom de las commodities para desarrollar una política redistributiva, parecían haber terminado con la condena recurrente de los “stop and go” en los países periféricos.
La situación económica y política de la región se ha deteriorado, frente al cambio negativo y recesivo económico y financiero, la incertidumbre de la situación de crisis se ha expresado en las urnas en un giro a la derecha a favor de las fuerzas partidarias de un ajuste más severo. Sin embargo, la situación actual de Argentina y Brasil demuestran que, en la medida en que la crisis no tiene una perspectiva de resolución inminente, la situación de los nuevos gobiernos es sumamente precaria y regresiva en sus decisiones políticas.
*OBLAT-IEALC (FSOC-UBA), sol.sebastian@gmail.com
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