La campaña de ‘Los Republicanos’ continúa bajo el acecho de la candidata del Frente Nacional. Los conservadores saben que deberán derrotar a la derecha alternativa con el apoyo de los socialistas para tocar poder.
Arturo García
El Frente Nacional continúa subiendo en las encuestas conforme se acerca el mes de abril. Ya ni los principales medios progresistas dudan que su candidata, Marine Le Pen, estará en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales e incluso el primer ministro Manuel Valls ha asegurado que es “posible” su victoria.
Los principales dirigentes franceses harán todo lo posible para evitarlo, pero no está en sus manos dirigir el sentido de voto de los ciudadanos. La intensa campaña mediática que se ha articulado en contra de Le Pen tras la victoria de Trump pasa por tachar a sus seguidores de “ultraderechistas” sin detenerse, como en el caso del republicano, a valorar las principales medidas de su programa electoral.
Este jueves, el diario Le Monde publicaba una encuesta de Ipsos-Sopra Steria confirmaba la presencia de Le Pen en la segunda vuelta del próximo mes de mayo. La candidata del Frente Nacional obtendría el 28% de los sufragios en primera ronda. En un país marcado por la inmigración y la violencia islámica, la derecha alternativa ha conseguido reforzar su posición gracias a una línea política dura que ha recibido el rechazo del resto de partidos.
No obstante, los mismos que critican a Le Pen en público son aquellos que en privado toman gran parte de sus medidas. Tras anunciar su candidatura a ‘Los Republicanos’, Nicolas Sarkozy quiso erigirse como el principal defensor de la identidad francesa y abogó por romper relaciones con aquellos países que no lucharan contra el yihadismo. Poco le duró el discurso al expresidente francés. El Frente Nacional desveló los contactos de Sarkozy con el embajador saudí y sus negocios con la dictadura islámica, un país gobernado por la misma ley que aplica el Estado Islámico (sharia) y que ha sido acusado por Wikileaks de financiar a la organización terrorista.
Supera a Sarkozy
La segunda vuelta de las elecciones francesas puede marcar el futuro europeo, pues hasta ahora François Hollande ha actuado como gran aliado de la canciller alemana, Angela Merkel, y ha hecho oídos sordos a las cada vez más numerosas voces que abogan por cambios trascendentales en el “proyecto europeo”. Es de esperar, por tanto, que los socialistas den su apoyo a los conservadores si finalmente se enfrentan a Le Pen, pero incluso eso podría no valer a los socialdemócratas.
La candidata superaría por un 7% de los votos a Sarkozy si se enfrentaran en mayo, mientras que Le Pen sería superada por Alain Juppé, que alcanzaría el 35% de los votos.
El exprimer ministro y alcalde de Burdeos es el gran favorito para lograr el liderazgo de los conservadores y cuenta con el 36% de los votos. Sarkozy, por su parte, le sigue de cerca rozando el 30%, mientras que el tercero en discordia es también el exprimer ministro Fillon con el 20% de los apoyos.
El Frente Nacional ya logró alcanzar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2002, cuando Jean-Marie Le Pen, padre de la actual candidata del partido, eliminó, para sorpresa de todos, al primer ministro socialista Lionel Jospin, antes de sufrir la pinza y ser derrotado por el conservador Jacques Chirac.
'Trump tiene mi número'
Por otra parte, Le Pen ha asegurado que Trump, tiene su número de teléfono, y que si quiere encontrarse con ella puede llamarla. "Tenemos conocidos en común, pero desde hace tiempo, desde mucho antes de que fuera elegido en las primarias. Si mañana quiere conocerme tiene mi número, a diferencia de (el presidente francés, François) Hollande", ha señalado,
De esa manera, ha criticado a Hollande, quien en el libro "Conversations privées avec le président" aseguró que no pudo ponerse en contacto con Le Pen tras los ataques yihadistas de enero de 2015 en París porque no tenía su número personal.
La líder del FN felicitó a Trump por su probable victoria antes incluso de que ésta se confirmara, y tras el resultado de las votaciones vio su triunfo como el de la libertad del pueblo.
"Lo que ha pasado no es el fin del mundo, es el fin de un mundo", dijo Le Pen el pasado 9 de noviembre, quien sostuvo que su elección se suma a otras "opciones democráticas", como el "brexit", que "entierran el orden antiguo y construyen el del mañana"
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