Por Federico Kucher
La actividad de la construcción registra caídas que no se veían desde
2002. Los despidos en el sector superan los 57.000, lo cual confirma la
emergencia laboral. El freno a la obra pública y a los créditos Procrear
explican parte del derrumbe.
La venta de insumos para la construcción cayó 22,3 por ciento en abril
respecto del mismo mes del año pasado. La cifra, calculada por los principales
fabricantes del rubro de ladrillos, cerámicos, cemento, cal, aceros y pinturas,
entre otros, adelanta una fuerte caída para el conjunto de la actividad de la
construcción. La última vez que el sector había anotado un retroceso interanual
mayor al 20 por ciento fue a mediados de 2002, tras la megadevaluación y el
estallido de la convertibilidad.
La paralización de las obras de infraestructura, el freno a los programas de crédito para la vivienda como Procrear, el importante aumento de los costos y la incertidumbre de la población por el ajuste del dólar de más del 45 por ciento fueron elementos centrales para explicar las menores inversiones. La construcción, al igual que la industria manufacturera, evidencia fuertes dificultades para mantener los niveles de producción en los últimos seis meses, período en el que ganaron relevancia el negocio de la bicicleta financiera con la colocación de Lebacs, la fuga de capitales y el endeudamiento en el mercado internacional.
La paralización de las obras de infraestructura, el freno a los programas de crédito para la vivienda como Procrear, el importante aumento de los costos y la incertidumbre de la población por el ajuste del dólar de más del 45 por ciento fueron elementos centrales para explicar las menores inversiones. La construcción, al igual que la industria manufacturera, evidencia fuertes dificultades para mantener los niveles de producción en los últimos seis meses, período en el que ganaron relevancia el negocio de la bicicleta financiera con la colocación de Lebacs, la fuga de capitales y el endeudamiento en el mercado internacional.
La rama de la construcción es la primera en crecer cuando la economía
entra en un ciclo expansivo pero también la primera en caer cuando el ciclo se
vuelve recesivo. El apagón estadístico del Indec implicó que se dejaran de
publicar datos del sector. Esto hizo que las ventas de materiales, como el
cemento, adquieran protagonismo para evaluar cuál es la situación en el negocio
de las edificaciones, una de las actividades productivas de mayor peso en el
mercado interno. El Indice Construya, que mide la comercialización de insumos
para construcción, anotó en abril la caída más importante del año (22,3 por
ciento), cuando en marzo la merma había sido 9,6 por ciento y en febrero, 4. El
declive comenzó a partir de noviembre, cuando se anotó un alza de 20,4 por
ciento, cifra que se desaceleró al 11,9 en diciembre y a 3,2 en enero. Además
de la reducción de las ventas, se observó una contracción notable de la
producción. Por caso, la de cemento disminuyó en marzo 19,3 por ciento
interanual, mientras que crecía al 8 por ciento a principios de 2015.
La edificación no es el único sector de la economía real que evidencia
distorsiones notables en los últimos meses, a diferencia de lo que ocurre con
el próspero negocio de la especulación financiera. Los distintos bloques de la
industria manufacturera enfrentaron fuertes dificultades para sostener los
volúmenes de producción, debido a la caída de la demanda en el mercado interno
y la competencia de las firmas extranjeras a partir de la desregulación de las
importaciones (apertura comercial). Los indicadores de consumo minorista en
pequeños comercios de centros urbanos registraron que abril la mayor caída de
ventas en lo que va de 2016, al retroceder 6,6 por ciento interanual. En
diciembre pasado se había computado una suba de 3,1 por ciento, al tiempo que
en enero se anotó una contracción del -2,3 por ciento, en febrero de -4,5 y en
marzo de -5,8. El mes pasado, los 20 rubros comerciales relevados registraron
caída de las ventas. Los que marcaron peor desempeño fueron electrodomésticos y
artículos electrónicos (-12,3 por ciento), productos de ferretería (-9,4 por
ciento) y materias para la construcción (-8,7). “Nada pudieron hacer los
comercios frente a un público que desapareció de las vidrieras. La caída fue
muy fuerte y los empresarios comienzan a observar con alta preocupación que la
recuperación se va a demorar más de lo esperado”, alertaron desde CAME, entidad
que midió la evolución de las compras minoristas.
El incremento de la desocupación en los últimos meses, en particular en
la actividad de la construcción, fue una de las principales consecuencias de la
recesión de la economía real. Los datos del Centro de Economía Política
Argentina (CEPA) registraron que entre diciembre de 2015 y marzo de este año
hubo 141.542 desafectaciones en el mercado laboral. De ese total, 57.824
despidos ocurrieron en la rama de la edificación, al tiempo que 18.824 se explicaron
por el recorte de personal en establecimientos manufactureros y 3798 en el
sector de servicios. El resto de los desocupados (61.096 individuos) fueron por
el ajuste en el sector público nacional, provincial y municipal.
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