2/05/2016

dibújenla como quieran


Marcelo Zlotogwiazda
Economista y periodista 

El tarifazo eléctrico en vigencia era una medida inevitable. Se podrá discutir su gradualismo u objetar que la tarifa social no excluye aumentos. Pero la situación era insostenible, porque la descomunal montaña de subsidios que se había acumulado para cubrir la diferencia entre lo que cuesta y lo que se pagaba por el servicio había desquiciado las cuentas fiscales, porque la estructura de precios había contribuido a generar déficit energético y agudizar la escasez de dólares, y porque, encima, una parte considerable de los subsidios beneficiaban a familias que no deberían ser prioridad para la ayuda estatal. 

Dicho eso, lo que en otro momento hubiera sido sólo una medida correctiva con algún impacto macroeconómico, en el contexto actual de fuerte aumento de precios, pérdida de poder adquisitivo y caída en el nivel de actividad, el tarifazo refuerza la inflación, deteriora aún más el ingreso de muchas familias, y consolida la idea generalizada de que el primer año de gobierno de Mauricio Macri será recesivo. 

El optimismo que obligadamente tienen que exhibir los funcionarios es casi el único elemento en el que puede apoyarse Alfonso Prat-Gay para pronosticar que éste será un año que finalizará con un crecimiento económico de entre 0,5 y 1% gracias a la recuperación que prevé para la segunda mitad del año. Pero sin la obligación de levantar ánimos los consultores coinciden en vaticinar que 2016 será levemente recesivo. Desde algunas décimas de caída en el PBI que anticipan Dante Sica de Abeceb y un par de bancos extranjeros como el JP Morgan en el que trabajó el ministro de Hacienda, hasta alrededor de dos puntos porcentuales de retracción que calculan Miguel Bein y Mario Brodersohn. 

Incluso el estudio LCG del flamante embajador Martín Lousteau estima un descenso de 1,5%. Y si bien lo acompañó con elogios a las primeras medidas de gobierno, el Fondo Monetario Internacional rebajó hasta el 1% su pronóstico de recesión para este año. 

Semejante consenso tiene sus razones. Tres de los cuatro factores de la demanda agregada no parecen estar en condiciones de impulsar el crecimiento, y sobre el cuarto hay serias dudas. En cuanto al empuje por el lado de la oferta, lo único que presenta un escenario favorable es la producción agropecuaria. 

El consumo privado, principal componente de la demanda agregada, muestra un presente y un horizonte negativo, por la sencilla razón de que el poder adquisitivo de la mayoría de la población ya ha sufrido un recorte por la aceleración de precios provocada por la combinación de devaluación, quita de retenciones y por el mencionado tarifazo, y cuesta imaginar que los sindicatos salgan airosos de las paritarias como para compensar la poda que ya sufrieron los trabajadores. A lo que se agrega el impacto de la caída en el empleo, que de acuerdo al conteo del Observatorio del Derecho Social de la CTAque encabeza Hugo Yasky involucra a varias decenas de miles, sumando los distintos niveles del sector público y lo que ocurre en la actividad privada. 

La demanda externa difícilmente sea un factor de crecimiento. 

A Brasil le espera otro año con caída de más del 3%, y China seguirá creciendo mucho pero nuevamente menos que el año pasado, y no se avizoran rebotes significativos en los precios de las materias primas y commodities industriales que exporta el país. 

Tampoco el sector público contribuiría a sostener la demanda agregada. Los números que difundió Prat-Gay indican que seguirá habiendo déficit fiscal, es decir más gasto expansivo que recaudación contractiva, pero inferior al del año pasado. 

Queda por último la inversión local y extranjera, a la cual el gobierno le apuesta muchas fichas aunque los resultados son dudosos. ¿Qué incidirá más: el clima market friendly que se está instalando, junto con la caída del costo laboral, tanto en pesos como en dólares, más el relajamiento de las restricciones para acceder a divisas y para girar dividendos; o una coyuntura macroeconómica recesiva por todo lo ya señalado? En cualquier caso hay que tener en cuenta que la inversión en capital reproductivo es esencial para el crecimiento de mediano y largo plazo pero tiene impacto acotado en lo inmediato. Ni siquiera un repunte considerable, y además rápido, de la inversión, salvarían al primer año de cerrar con recesión. 

Dejando al margen lo que está haciendo el gobierno en una primera y atípica etapa de gestión, es interesante indagar en cómo creen Macri y sus ministros que se genera el crecimiento. 

Con todas sus equivocaciones y dogmatismos, con el kirchnerismo era claro que el elemento conductor era el consumo, y todo estaba supeditado a estimularlo. Le funcionó durante varios años hasta que se agotaron las condiciones que lo permitieron. 

La lógica del nuevo gobierno es muy diferente. Resulta esclarecedor observar las reiteradas veces en que Macri y funcionarios de su equipo hablan de ‘liberar las fuerzas productivas’. 

El presidente lo dijo varias veces en campaña, y recientemente Prat-Gay fue muy claro en explicar que “las medidas que tomamos son para liberar las potencialidades de la economía; para que la economía dé más hay que facilitarle la vida a la gente, no complicarla con controles”. 

Para crecer el primer año no alcanza.

Nota y tuit relacionados


Estanflación PRO


Con inflación proyectada de 40% y 22.000 despidos sólo en el sector público, no se avecina el paraíso de inversiones y empleo que prometió Macri.



1 comentario:

hosebe dijo...

Que me perdone si equivoco pero Zlotogwiazda siempre tan ambiguo " porque la estructura de precios había contribuido a generar déficit energético" , el gobierno anterior en 12 años duplico la generación , le sugiero leer bien las explicaciones de el ex ministro de economía y las aclaraciones de Julio De Vido
" Dicho eso, lo que en otro momento hubiera sido sólo una medida correctiva con algún impacto macroeconómico, en el contexto actual de fuerte aumento de precios, pérdida de poder adquisitivo y caída en el nivel de actividad, el tarifazo refuerza la inflación, deteriora aún más el ingreso de muchas familias, y consolida la idea generalizada de que el primer año de gobierno de Mauricio Macri será recesivo." y ¿porque piensa que no se hizo antes? no recuerda cuando el mismo y varios colegas insistían con la INFLACION como caballito de batalla.
"El consumo privado, principal componente de la demanda agregada, muestra un presente y un horizonte negativo, por la sencilla razón de que el poder adquisitivo de la mayoría de la población ya ha sufrido un recorte por la aceleración de precios provocada por la combinación de devaluación, quita de retenciones y por el mencionado tarifazo" y entonces ¿ cual si no esta era apuesta del equipo económico anterior?, reactivacion por el consumo, crecimiento del mercado interno.
"La demanda externa difícilmente sea un factor de crecimiento"pero que bien , porque no lo dijo antes ,Cristina se encargo de decirlo ,seguramente prefirió no escuchar
"Queda por último la inversión local y extranjera, a la cual el gobierno le apuesta muchas fichas aunque los resultados son dudosos. ¿Qué incidirá más: el clima market friendly que se está instalando, junto con la caída del costo laboral" Esto es si un éxito reconoce la caída del COSTO LABORAL ,no hace falta contarle esto a ROCCA o a MACRI ,lo tienen bien calculado
Y aqui la frutilla del postre "Con todas sus equivocaciones y dogmatismos, con el kirchnerismo era claro que el elemento conductor era el consumo, y todo estaba supeditado a estimularlo. Le funcionó durante varios años hasta que se agotaron las condiciones que lo permitieron" ¿Cuando se agoto?. Esto es para justificar la teoría de la crisis y la HERENCIA RECIBIDA.
Y bueno en épocas difíciles "solo se trata de vivir" y para eso hay que tener laburo