IDEA abrió un espacio para la autocrítica por el silencio empresario en la era K
La ex senadora María Eugenia Estenssoro elogió a Juan José Aranguren por haber sido uno de los pocos críticos del Gobierno; 900 ejecutivos siguieron sus palabras con aplausos; hubo referencias al reto de Néstor Kirchner a Coto en el Coloquio de 2005
La ex senadora María Eugenia Estenssoro elogió a Juan José Aranguren por haber sido uno de los pocos críticos del Gobierno; 900 ejecutivos siguieron sus palabras con aplausos; hubo referencias al reto de Néstor Kirchner a Coto en el Coloquio de 2005
Ayer se forjó una postal que quedará en la memoria del tradicional Coloquio de IDEA. Y no sólo por lo pintoresco de la situación, sino por haber sido el inicio de una autocrítica después de años de demasiado silencio.
Era cerca del mediodía y las luces del salón estaban bajas. "Las manos sobre la falda. Los pies sobre el suelo. Respiraciones lentas y prolongadas. Inhalamos y exhalamos". Así comenzó la ex senadora María Eugenia Estenssoro su charla sobre "La trampa de la lucha de egos".
El tema prometía de antemano. La luz bajó un poco más y las miradas de los participantes cruzaban asombro con incredulidad de lo que estaban viviendo en la jornada de cierre del 51er Coloquio.
Igual se prestaron al juego. La escena era cuando menos imponente: 900 ejecutivos con sus ojos cerrados. Estenssoro fue más allá y los invitó a escuchar los sonidos. Los más fuertes y los más sutiles y observar con atención lo que era ese aquí y ahora. Luego abrieron los ojos y con las defensas bajas llegó en formato de caricia la que sería la jornada más profunda del fin de ciclo kirchnerista. Fue el inicio de la autocrítica.
Estenssoro comenzó a meditar a los 30 años cuando sentía que no era lo suficientemente feliz para la vida que llevaba adelante. "No quería despertarlos desde lo teórico. Aposté al ser que es lo opuesto al ego para conectar y funcionó", evaluó.
La había precedido Juan José Aranguren, el ahora símbolo de la resistencia empresarial. Estenssoro no anduvo con la modorra de los recién despertados. "Respeto a las personas como Aranguren. Creo en la importancia del rol de los empresarios que alzan la voz y defienden valores éticos y morales. Muy pocos lo acompañaron en su momento. Ahora lo invitan, cuando llega el fin de ciclo." El auditorio explotó en aplausos.
El rol de los empresarios ante los embates del Gobierno fue motivo de fuertes debates en todas las organizaciones sectoriales. El silencio se impuso. Y los díscolos quedaron solos. Justamente, uno de los puntos más altos de la tensión entre los hombres de negocios y el kirchnerismo se dio en este mismo espacio, en el Coloquio de 2005. Entonces, el supermercadista Alfredo Coto era el presidente del aquel encuentro. Fue en aquella reunión cuando dijo que la inflación de 2006 sería del 12 por ciento. Néstor Kirchner lo destrató desde Buenos Aires, acusó a los supermercadistas de cartelizarse y pronunció una frase que se hizo carne entre los empresarios: "Señor Coto: yo lo conozco muy bien a usted y sé cómo trabaja sobre los bolsillos de los argentinos". Esos días, por los agitados pasillos se lo escuchó decir a Coto: "Me dejaron solo".
Desde entonces, la relación del kirchnerismo con los empresarios nunca fue igual. "Ese Coloquio hizo un ruido enorme dentro de IDEA", confesó un dirigente empresario que se jactaba de ser la vez número 30 que concurre al encuentro.
"Fuimos pocos los que alzamos la voz y eso tiene que cambiar", agregó Estenssroro. Y luego lanzó otra estocada: "Cuando Moreno les dijo que no pautaran en los diarios para ahogarlos financieramente muchos lo hicieron. El temor no tiene que estar".
Hubo más. Fernando Cinalli, socio de la consultora Cinalli S+R, moderador del panel y dirigente de IDEA, cerró la charla antes de pasar a las preguntas. "Hace 10 años de aquel Coloquio. Aún me pregunto qué hubiera pasado si los empresarios no hubiésemos claudicado en nuestro derecho a expresarnos", dijo.
La situación fue aun más allá cuando Estenssoro volvió a lanzar otra daga a los sorprendidos empresarios. "Ninguno de ustedes contrataría al candidato más votado en la Argentina -dijo en obvia alusión a Daniel Scioli-. Los que son del Frente para la Victoria lo votan porque creen que no va a hacer lo que ellos creen que es. Los que lo votan y no son del Frente para la Victoria, lo votan porque piensan que es distinto y que no va a hacer lo que hizo siempre. Scioli no estaría donde está si no fuera por el apoyo de muchos empresarios. Eso es ezquizofrénico". Renovados aplausos.
En diálogo con LA NACION, Aranguren reconoció después que sintió cierto placer por el reconocimiento durante la charla: "Los empresarios empezamos a cambiar. Los valores y la ética no deben ser una excepción, sino la normalidad. Es un cambio de ciclo definitivamente".
El café que siguió sirvió para repasar la intensa sesión. Finalmente todos saben que es un fin de ciclo. Y aunque IDEA no lo declame en público, fue la entidad la que armó el panel que rompió el hielo. Alrededor de 30 reuniones se necesitaron para elegir a cada uno de los que hablaron.
1 comentario:
En IDEA hay algunos empresarios y muchos gerentitos y son asalariados ,aun con sistemas de retribución diferentes, estos son los peores , en mi barrio les decían "quiero y no puedo" no tienen ni ida de quienes son ni donde pertenecen
Publicar un comentario