El desempleo juvenil en el país asciende al 14% en la PEA menos de 26 años. Se trata de un desempleo equivalente al doble del promedio y tres veces el de la PEA comprendida entre los 45 y 55 años. El nivel de informalidad laboral en el tramo juvenil duplica al promedio del 33% y el salario medio es de $3700, la mitad del promedio de la economía hoy fijado en $7.500.

En el último año se perdieron 125.000 puestos de trabajo y la mayoría de la pérdida impacto sobre trabajadores jóvenes informales que aportaban ingresos complementarios al hogar, empleados en pequeñas y muy pequeñas empresas que no resistieron la desaceleración económica del último año. Así está la cosa en en el mercado de trabajo. El desempleo juvenil y la oportunidad de primer empleo como contraparte , son junto a la informalidad laboral persistente, el principal problema ocupacional hoy en el país.

Cabe acotar ahora que siendo una problemática local, el impacto diferencial del desempleo juvenil es notable en la región y más allá. En la eurozona, el desempleo juvenil es galopante. En Grecia asciende al 53% , en España llega al 54% y toda latinoamérica manifiesta esta dificultad con un promedio regional del 16% de desempleo juvenil. Los caminos de solución son complejos, algunos destinados al fracaso.

Tal el caso de la nueva ley de empleo juvenil del Perú una típica ley de pasantes informalizados, sin derecho a la compensación por tiempo de servicio (CTS), sin seguro de vida ni salud, vacaciones acotadas , sin asignación familiar ni pago de extra por utilidades.

Flexibilidad laboral pura y dura, tan común en los años 90 - decada neoliberal si las hubo, a la que la opo y parte del ofi quiere retornar - destinada a resolver en teoría el 18% de desempleo juvenil existente en el país, más de un millón de trabajadore@s menores de 26 años desempleados.

Bajo el pretexto habitual de quitar derechos para ganar inserción laboral y formalidad, Perú de la mano del muy extraño Humala , va camino al fracaso en materia de legislación laboral, fracaso para el pueblo, triunfo para los empleadores.

En efecto, como sucedió en nuestro país antes del kirchnerismo, de la mano de la "nueva legislación juvenil" el Perú - cuya quita de protección laboral muestra bien la imagen de apertura - se encamina a lograr mayor desempleo, combinado con flexibilidad laboral , menor salario y pérdida de derechos protectivos no solo para los jóvenes a los que la nueva ley "dice" querer beneficiar. En fin, capitulo uno del manual de flexiblización laboral que propala el neoliberalismo como panacéa.

Ese camino de flexibilizar - que sin duda aceptaría transitar la opo y parte del ofi no kirchnerista- , no es el sendero que el kirchnerismo tomó ni tomará para resolver el tema complejo de desempleo juvenil , problemática central del mercado laboral actual que merece tratamiento específico pero nunca bajo el paradigma flexibilizador. No pasará en nuestro país mientras esté Cristina, pero hay que defender el rumbo, claro ... Los buitres esperan en ambos lados de las fronteras.

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