9/12/2014

los índices de precios al consumidor en el segundo semestre de 2014


Alejandro Rofman

Los índices de precios al consumidor han experimentado en los primeros siete meses del año variaciones mensuales que han ido de mayor a menor, reflejando el impacto inicial de la devaluación de enero de más del 20 %, que se fue amortiguando con el paso de los meses. Para analizar este fenómeno y formular algunas hipótesis acerca del comportamiento futuro hemos escogido dos series de índices de precios al consumidor (IPC) , a saber:

1.- El IPC a nivel nacional, que da cuenta del relevamiento mensual efectuado por el INDEC en todo el país. Este Índice se comenzó a producir en el mes de enero de este año, y reemplaza al desprestigiado IPC que antes correspondía al Área Metropolitana de Buenos Aires (Ciudad de Buenos Aires y partidos vecinos de la provincia de Buenos Aires). Esta estadística que refleja la variación de precios mes a mes con cobertura nacional, se obtiene a partir de una compleja metodología, auditada por una oficina especializada del Fondo Monetario Internacional para evitar dudas acerca de su legitimidad. La citada mitología se ajusta a los patrones internacionales en la materia e incluye los datos de 520 bienes y servicios consumidos por una familia tipo promedio de toda la población encuestada. 

Así, se relevan en varias rondas de recolección de información los precios de la canasta de bienes y servicios escogidos en 13.000 locales de expendio al consumidor de los citados bienes y servicios. La encuesta respectiva en forma de muestra representativa del conjunto de los productos seleccionados se realiza en 146 localidades de todo el país, distribuidas en seis regiones, donde en cada una de ellas se adopta el criterio de obtener precios referidos a productos que son comunes a todas las regiones (470) y otros 50 que se vinculan con consumos específicos de cada región. 


2.- El IPC de la ciudad de Buenos Aires, que corresponde a una canasta de bienes y servicios consumida por una familia tipo residentes dentro de los límites de la ciudad, preparada a partir de la última Encuesta de Consumo de hogares efectuada diez años antes. El muestreo respectivo es representativo de todos los consumos medios que se efectúan por familias ubicadas dentro de los perímetros de la ciudad de Buenos Aires y también se ajusta a los patrones metodológicos internacionalmente adoptados.

Veamos los datos obtenidos para el tramo enero-julio de este año


                                 Cuadro 1
                   IPC Nacional enero-junio 2014

Meses 2014
Indice
V % mes ant
V % dic 2013


Junio
118,21
1.3
15.0


Mayo
116.70
1.4
13.5


Abril
115.05
1.8
11.9


Marzo
113.03
2.6
10.0


Febrero
110.17
3.4
7.2


Enero
106.53
3.7
s/d



Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano, base IV trimestre 2013=100
Fuente: Indec







Cuadro 2
 IPC de la ciudad de Buenos Aires

Meses 2014
Indice
V % mes ant



Julio*
194.38
2.2



Junio
190.15
2.3



Mayo
185.81
2.3



Abril
181.29
3.1



Marzo
175.80
3.6



Febrero
169.61
4.4



Enero
162.50
4.8



Fuente: Dirección General de Estadística y Censos (Ministerio de Hacienda GCBA).
*Provisorio







El análisis comparativo de ambos cuadros estadísticos mueve a formular las siguientes reflexiones:

En todos los datos mensuales se observa un mayor valor numérico para el índice mensual obtenido para la ciudad de Buenos Aires que para el país. Más allá de posibles diferencias producto del método de relevamiento de los precios, que es imposible desentrañar sin un análisis que la información consignada no ofrece, es factible que la brecha entre un dato y el otro se deba a la ponderación más acentuada de servicios sofisticados, como el gasto en medicina prepaga o en consumos reservados a sectores de medios y altos ingresos como el turismo incida en dicha brecha. 

Es de hacer notar que el ingreso promedio de cada habitante de la ciudad de Buenos Aires es por lo menos el triple mayor que el promedio nacional lo que puede incidir en el tipo de consumo donde los cambios de precios no tienen mecanismos de regulación estatal (como el turismo) o sean motivo de consumo por segmentos de elevado ingreso de que no reparan en el costo sino en la calidad del servicio (medicina prepaga, taxis). Pese a esta discrepancia es importante remarcar que en ambos casos se parte de un dato inicial elevado( enero y febrero) pero decreciente en el tiempo, llevando el cierre del semestre con al índice de junio que en los dos cuadros son menores a la mitad que el valor inicial del año.

Esta tendencia decreciente es más acentuada en el índice nacional posiblemente por la mayor ponderación de alimentos en la canasta tipo de todo el país que en la de la ciudad de Buenos Aires. Esta observación parece ratificarse por el dato que consignan ambos institutos de estadística en el sentido que la reducción de junio con respecto a mayo del rubro de alimentos es muy inferior (menos de la mitad) para uno y otro relevamiento que el dato global. 

Si se anualizan los índices del primer semestre ( es decir se duplican los valores enero-junio para obtener un hipotético dato de todo el año 2014) el correspondiente a la ciudad de Buenos Aires llegaría al 42 % y el del INDEC nacional al 30 %. Es por ello que en algunos comentarios de dirigentes opositores se habla de que estamos en un proceso inflacionario del 40 % tomando esta duplicación como un hecho inexorable para todo el 2014. A la vez, los defensores del IPC nacional consignan que la extensión a todo el 2014 de lo que sucedió en el primer semestre supondría un índice anual del 30 % aproximadamente, que es igual o menor al aumento salarial promedio otorgado a través de las Convenciones Colectivas de Trabajo en las recientes negociaciones sobre remuneración de los trabajadores en relación de dependencia. Sin embargo, el proceso de caída del índice en ambos relevamientos a medida que avanzó el año obliga a formular una hipótesis más plausible que la anterior. 

Qué pasaría si en el tramo julio-diciembre persiste el valor de los meses mayo a junio? En el caso nacional el promedio sería 1,4 % por mes (que no se modificó luego de conocerse el dato de julio). En el caso de la ciudad de Buenos Aires, el aumento medio mensual del último trimestre es de 2,3 %. En ambos casos con una firme estabilidad temporal. Si se adoptara la hipótesis que estos índices más recientes se van a mantener en el resto del año ( esto supone que ningún factor externo o interno surja, que los altere) estaríamos en presencia de un dato global para el 2014 a nivel de la ciudad del 34,7 % aproximadamente y del 24 % si se realiza el mismo ejercicio hipotético en el caso de la Nación. 

Esta estimación luce hasta ahora como la de más probable concreción. Haría que si aceptamos el dato de la ciudad el índice de precios excedería levemente al aumento salarial promedio y si nos inclinamos por el dato nacional el IPC estaría casi 10 puntos de porcentual por debajo del incremento en las remuneraciones de los trabajadores incrementando, entonces, fuertemente el salario real medio. 

Aquí lo que juega principalmente es el grado de confiabilidad que cada lector de este texto le da a uno y otro relevamiento Si, además, se toma en cuenta lo expresado en el apartado 1 sobre la estructura diferenciada del consumo a nivel nacional ( 41 millones de habitantes) con referencia al de la ciudad de Buenos aires ( 3 millones de habitantes, o sea el 7,5 % de todo el país) esta conclusión previa se aplicaría a la gran mayoría de los asalariados de Argentina.

3- Finalmente un comentario importante Si tomamos el lapso abril 2014-marzo 2015 para definir una tendencia” normal” es decir no afectada por ningún acontecimiento externo que desnaturalice la evolución tendencial el resultado es muy interesante. En el caso de la ciudad porteña, de continuar la evolución de los precios como lo fue en el segundo trimestre del año, el dato global para ese periodo de doce meses arriba consignado llega a un valor en torno al 29 %. Si en cambio se adoptan las series del INDEC para todo el país el resultado es singular: el cambio en el IPC nacional en doce meses luego de la estabilización en torno al 1,5 % del segundo semestre daría un valor total hipotético del 19 %. En los dos casos, incrementos por debajo de todos los convenios colectivos de trabajo suscriptos entre abril y julio de este año, Pero como el IPC a nivel nacional es más representativo de las características sociales del conjunto del país por afuera de la ciudad de Buenos Aires, aparece como el más probable.

Todas estas consideraciones precedentes hablan a las claras de la necesidad de seguir controlando la expansión de los precios a fin de que se encuadren en las tendencias exhibidas recientemente. Y, sobre todo, al control de precios de los alimentos que son los que se dispararon en una primera instancia pero que en el trimestre más cercano evolucionaron a menos de la mitad del incremento de los dos IPC, con el con siguiente efecto benéfico sobre el ingreso y los consumos de los sectores populares. La expansión del Programa de Precios Cuidados a los comercios de cercanía y la ampliación de ferias y mercados populares es, más que nunca, una necesidad imperiosa.


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Críticas, sugerencias y comentarios se pueden enviar a argentina.sigloXXI@hotmail.com

1 comentario:

Abel B. dijo...

Artemio:

El artículo que sube aquí es informativo. Y, aunque el enfoque es racional, y evita el catastrofismo, apunta a un problema serio que debemos asumir y tratar de corregir. Podemos decir que está en la tradición de los informes sobre la variación de los precios en los alimentos que subía de la Consultora Equis.

Eso sí, hay un punto que me hace ruido. Ojo: Coincido con lo que Rofman dice. "Más allá de posibles diferencias producto del método de relevamiento de los precios, que es imposible desentrañar sin un análisis que la información consignada no ofrece". Es muy cierto.

Pero... a cualquiera con un conocimiento elemental de estadística, le resulta extraño que esas dos series, la del INDEC y la del GBA, tengan una diferencia CONSISTENTE a lo largo de los meses, siempre mayor la segunda.

Me apuro a aclarar algo: Seguramente la canasta que toma en cuenta el GBA es "más cara" que la que toma en cuenta el INDEC: probablemente incluye insumos más caros, y los precios en la Capital son, en la mayoría de los casos, más altos que en muchos sitios del interior.

PERO ESO NO TIENE NADA QUE VER CON EL ÍNDICE (a pesar de las tonterías sobre "sesgo plutocrático"). Porque lo que miden los dos índices son las VARIACIONES.

Es perfectamente posible que un conjunto arbitrario de productos caros aumente más, en porcentaje, que otro conjunto de productos baratos. Pero TODOS los meses?

Puede ser. No es un lapso muy largo de tiempo. Pero, como auditor, me inclinaría a revisar esos números. No sea cosa q alguien esté poniendo un dedo en la balanza.

Abrazo