Leemos en La Gaceta de Tucumán:
John, decime que se siente
Por Nicolás Iriarte
La canción que ya es el himno argentino en Brasil es de Creedence
y habla del Apocalipsis.
y habla del Apocalipsis.
Las canciones en las que se inspiran los hinchas para alentar al equipo no necesariamente tienen el mismo mensaje. Es más, generalmente se contraponen tanto que asusta. “Llora Newell’s”, por ejemplo, entonan domingo a domingo los fanáticos de Central y además del título de la canción, le dedican decenas de insultos. Cuesta creer que la melodía surja de la melosa “Oh, L’amour” de la banda Erasure, en la que el autor se confiesa enamorado y engañado.
Esta paradoja, junto a varias otras, surgió de un curioso ranking que el año pasado el programa de radio “Gente Sexy”, emitido en FM Blue, se encargó de hacer. Con el Mundial en marcha, merece un puesto en calidad de bonus el himno del que se apoderó la hinchada argentina en Brasil.
Incluso en estas horas pudo verse a los jugadores en una fiesta íntima, entonando el nuevo hit.
“Brasil, decime qué se siente, tener en tu casa a tu papá”, se animan a cantar los argentinos ante el pentacampeón mundial. Para colmo, el historial general entre ambos equipos favorece al “scracth” por dos partidos: 38 victorias contra 36. Pero lo osado del cántico no es lo más sorprendente, sino, como el de la “lepra”, su origen. La melodía fue extraída de “Bad moon rising” (“Al salir la luna”) de la histórica banda norteamericana Creedence.

La letra original, a diferencia del confiado canto argentino, no hace más que lagrimear pesimismo. Veo problemas en el camino, veo terremotos y relámpagos (...) Escucho huracanes soplar, me temo que el final está cerca, son algunas de las estrofas de la letra escrita por John Fogerty, vocalista de la banda nacida en California.
En una nota con la revista Rolling Stone, Fogerty reveló cuál había sido su musa inspiradora para la letra. “Fue por una película llamada El demonio y Daniel Webster, especialmente en la escena donde un huracán arrasa con un pueblo. Esta canción trata sobre el fin del mundo”, explicó Fogerty en el número 649 de la revista.
Pero no fue el público argentino que está en Brasil al que se le ocurrió transformar este canto al apocalipsis en una canción de aliento. Los “xeneizes” desdoblaron la letra para cargar a su archirrival por el descenso. River, decime qué se siente, haber jugado el Nacional, se sigue cantando en La Bombonera. Otros clubes también tienen sus propias versiones. Los de San Martín cantan con este ritmo “Vengo del barrio Ciudadela”...
La canción también fue adoptada por militantes de La Cámpora y suena en cada discurso de Cristina Fernández. Vengo bancando este proyecto, proyecto nacional y popular, dicen los seguidores del kirchnerismo. Puro optimismo delante de una letra tremendista.
¿Quién no escuchó (o cantó) el clásico jugadores, la c... de su madre, a ver si ponen huevos (...)? ¿Y quién pensaría que la música es de la canción “Es una pena” de la tierna Bonnie Tyler desencontrada de un amor? Más que nunca, no todo es lo que parece.
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