Gran Post de La Pasucci luego de la serie de triunfos aviares. Es necesario reconocer los méritos del otro, u otredad, las miradas diversas o diversidad. Tampoco hay porque ser obsecados, verdad. Leemos?
Por algo no gritan 1994
20 de noviembre de 1994, estadio Monumental. Por la fecha 13 del Apertura 94, River recibió a Mandiyú y tras arrancar perdiendo 2-0, pudo remontar la desventaja y terminó salvando un punto tras el 2-2 final. Empate que le sirvió para mantenerse como único puntero del campeonato seguido muy de cerca por Vélez y Argentinos.La cosa es que pese a estar desfilando hacia una vuelta olímpica invicta, la hinchada de River aquella soleada tarde estuvo un poco (?) reacia a alentar al equipo. Nada nuevo, dirá usted, amigo Passucci.
De hecho desde hace más de 100 años que La -1 siempre hace agua a la hora de alentar. Lo que acá nos preocupa son dos cosas. Una, es que ese River terminaría siendo campeón invicto pese a no tener aliento. Y dos, que Juvenal termine justificando la falta de aliento del hincha millonario con un manojo de excusas baratas como que no jugaron algunos ídolos o el equipo no tuvo un buen desempeño. Así son. Cualquier pretexto les es bueno para quedarse en silencio. Sin dudas, lo mejor que saben hacer.
1 comentario:
Artemio, anímese a la ultima conclucion: La presencia o no de la hinchada es intrascendente para el desempeño del equipo
Publicar un comentario