4/19/2014

lo que se dice y lo que se calla



Los medios de comunicación son empresas grandes, importantes y poderosas, sino no podrían jugar en las grandes ligas. Para consolidar ese poder, sostenerlo y expandirlo, deben articular con las grandes corporaciones y con los actores políticos .

La articulación con las grandes empresas y con los actores políticos se traduce en la gestión de agendas, corporización de estrategias y blindajes.

Esto no aparece solo en la eficaz difusión de productos, servicios, entrevistas, actos de gestión o mera exhibición de imagen. Este promover agendas, se da mas en la subyacencia de una narrativa tácita, ordenadora y enfocada hacia los objetivos estratégicos y comunicacionales que los medios diseñan.

Esta tremenda influencia que tienen los medios, se sustenta más que en lo que se dice, en lo que no se dice. Los medios no solo instalan “verdades” a fuerza de ubicuidad, consonancia y reiteración, sino que omiten cuestiones importantes que hacen a la esencia y estructura misma de los temas planteados. Con esto desvían, esconden, y de manera indirecta y eficaz, contribuyen a bajar las posibilidades de cualquier evaluación crítica sobre un determinado tema.
Los medios promueven aceptación, colonizando subjetividades a favor de una estrategia determinada.

Los cambios que se instalan como “deseados” o positivos, son solo aquellos que favorecen esa estrategia. Al primer indicio que un cambio perjudique una estrategia, el planteo de ese cambio se bajará de la agenda de ese medio. Los símbolos secundarios de opiniones “independientes” o “progresistas”, o la inclusión de algún personaje disonante, son solo parte del marco que legitima la estrategia de cambio o no cambio desplegada por el medio.

El volumen de información que emiten los medios, con recortes descriptivos de “lo que pasa”, deja al sujeto receptor sentado en el living, en la sala de espera del dentista, en el auto, frente a la tablet o el celular, “informado” y sin la posibilidad analizar, construir, decidir y actuar. 

Lo que vio en el programa está en línea con lo que leyó en el diario a la mañana, con lo que escuchó en la radio en el auto mientras estaba atascado en la Gral Paz, es lo mismo que vio en el zócalo del programa que estaban exhibiendo sin sonido en el restaurante donde almorzó, cierra perfectamente con lo que leyó en las páginas que visita en la oficina cuando hace un break, con las alertas en el celular, con lo que le comentó el amigo, la esposa por teléfono, la secretaria, la suegra que lo llamó preocupada, con lo que escuchó en la radio en el auto al regreso, y ahora que terminó el último programa de la noche, apaga el televisor y queda preocupado, queda informado, ya tiene muchas ideas acerca de cómo mirar, sentir y valorar “lo que pasa”. 

Ya terminó el programa y es hora de acostarse. Buenas noches.

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