2/26/2014

perder reservas o devaluar ( de nuevo): la disyuntiva que plantea el frente renovador

Leemos en Analytica, consultora cercana al Frente Renovador, la perspectiva de evolución de las reservas y el tipo de cambio durante 2014.

En febrero el BCRA logró frenar la caída en las Reservas Internacionales que se estabilizaron en torno a los USD 27.700 M. Es una buena noticia, pues de continuar la tendencia que habían mostrado en enero, cuando se redujeron en casi USD 3.000 M, el país se encaminaba seriamente a una clásica crisis de balance de pagos. 

¿Qué cambió en febrero? Lo más importante fue la Comunicación A 5536 que emitió el BCRA a fines de enero, que obligó a los bancos a reducir los activos en moneda extranjera que tienen en relación a su patrimonio. Ello supone que en los próximos 4 meses las entidades deberán desprenderse de cerca de USD 4.500 M entre reducción de encajes en moneda extranjera y desarme de posiciones en el mercado de futuros. 

A su vez, en febrero las exportadoras de cereales y derivados aumentaron la oferta de divisas pasando de USD 50 M promedio diario en enero a USD 80 M en las primeras tres semanas. Al mismo tiempo, el BCRA está limitando la venta de divisas para las importaciones. 

La nueva normativa sobre los encajes alivió la tarea del BCRA en el mercado de cambios. Al reducir los encajes en moneda extranjera, aumentó la oferta y el BCRA aprovechó para comprar divisas. De hecho, tras ventas netas por USD 1.800 M en enero, en las primeras dos semanas de febrero logró adquirir USD 1.355 M, reduciendo al mismo tiempo la presión en el mercado paralelo. 

En el mismo período las Reservas Internacionales no subieron porque los dólares que vendieron los bancos estaban integrados en el BCRA por lo que ya formaban parte de las reservas. Ahora bien, si excluimos este efecto puntual se puede apreciar que la fuga de divisas continúa a igual ritmo que en enero o incluso peor. 

Es importante hacer esta aclaración dado que una vez que se licúe el efecto de la nueva normativa,  volverán las tensiones en el mercado de cambios. Quizás la buena cosecha de soja que se espera permita demorarla hasta el segundo semestre, pero todo indica que si no hay cambios de fondo que impliquen un mayor ingreso de y/o menor salida de capitales el gobierno volverá a estar en la disyuntiva de perder reservas o volver a devaluar el peso. Es por ello que mantenemos nuestro escenario de un dólar llegando a $10 a fin de año. 

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