A cuarenta y un años del regreso de Perón. En aquél instante emblemático faltaban apenas tres años y medio para el golpe militar del año 1976 y largos 31 años para reconducir la experiencia populista en una perspectiva de soberanía política, libertad económica y justicia social bajo la conducción de Néstor Kirchner a partir de mayo de 2003.
La destrucción fue fulminante, reconstruir en parte lo perdido llevó décadas.
La fase kirchnerista del populismo peronista tuvo su momento identitario durante el conflicto desatado por la resolución la 125 , tal como lo señaló Zabo en su magnífico texto Creer , y ya más allá del componente generacional que él le asigna, en rigor todos los kirchneristas somos hijos de la 125.
Y lo que se dice con esta sentencia es muy preciso : No es la ponderable recuperación para el peronismo de la problemática de los derechos humanos , tampoco la deseable ley de medios, ni el matrimonio igualitario, etc. Es el mega conflicto de la 125 el que construyó definitivamente la identidad kirchnerista.
Durante esos días de plomo logramos ver qué implica un conductor, qué una construcción colectiva con anclaje territorial y fundamentalmente gremial , pero también de manera transparente , más allá de la amable retórica demoliberal con que nos obsequian cotidianamente , a qué están dispuestos los sectores dominantes cuando se afectan sus intereses.
Defendamos a Cristina y bajo su conducción demos continuidad al proyecto nacional por la que dieron su vida tantos compañeros y compañeras.
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