El año que viene habrá diecisiete feriados, dos días menos que en
2013. Sin embargo la cantidad de días no laborables se mantendrá
constante, debido a que en 2014 sólo un feriado inamovible caerá en un
fin de semana. Si bien el turismo se beneficia, Analytica estima que
cada día no laborable tendrá un costo de oportunidad aproximado de $
6.600 M.
El aumento en la cantidad de días feriados en los últimos años tiene
adeptos y detractores. Las empresas deben pagar horas extras -con el
consecuente aumento de costos- o frenar su producción, aunque muchas
veces esta opción no es posible.
Los sectores más perjudicados son aquellos cuya actividad se reduce
drásticamente como la construcción ($ 517 M), los bancos y los servicios
personales y domésticos. La suma de la pérdida en los tres sectores,
descontando el impacto indirecto del aumento del turismo sobre los
mismos, asciende a $1.541.
En el sector manufacturero se da la mayor merma ($ 1.442 M),
principalmente por su importante peso relativo en el PIB (14%). Existen
procesos de producción que no pueden detenerse (ej. aceros), lo que
genera sólo un aumento de costos. Otros sectores por miedo a no poder
satisfacer la demanda y perder su participación en el mercado buscan
seguir produciendo hasta lo que su estructura de costos lo permite.
El comercio mayorista y minorista es uno de los menos perjudicados:
su pérdida llega a $ 977 M. Los días de ocio son una buena excusa para
salir de compras en familia o para aprovechar y hacer las compras de la
semana. En consecuencia también aumenta el consumo en hoteles y
restaurants, el único sector que no muestra pérdidas durante los
feriados sino por el contrario aumenta su actividad ($ 99 M).
Los feriados, principalmente aquellos que dan lugar a fines de semana
largos, generan un fuerte impulso en el turismo y la demanda indirecta
asociada a esta actividad. Por ejemplo la construcción se ve beneficiada
por la necesidad de mantener y ampliar hoteles, restaurants y locales,
el transporte por un aumento en la demanda de viajes de media y larga
distancia, etc. Al considerar el derrame del turismo sobre todos los
rubros su gravitación llega a 6,5% del PIB.
El año pasado durante los días no laborables se movilizaron doce
millones y medio de personas (+ 34% i.a.) generando un gasto diario de $
165 M durante los fines de semana largos. Eso permitió suavizar la
estacionalidad típica del turismo (con picos en julio y enero) dando una
bocanada de oxígeno a las economías regionales que se ven más
perjudicadas por el atraso cambiario. Para el año que viene estimamos
que la cantidad de turistas en los feriados ascenderá a dieciséis
millones.
Otro efecto positivo es que aumenta el tiempo que los trabajadores
pueden dedicar a su familia, amigos y al esparcimiento. Estudios
académicos de la “economía de la felicidad” muestran que a esos factores
se asocia la felicidad en los argentinos.
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