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Nestornautas dice:
Leemos en el Boletín Oficial de la provincia: "El juez federal Francisco Miño procesó este miércoles al ex jefe de la Policía santafesina Hugo Tognoli por los delitos de encubrimiento, incumplimiento de sus funciones y coacciones, todas agravadas por ser funcionario público al momento de cometer los hechos investigados.
Así, el juez Francisco Miño hace suya la acusación del Fiscal Walter Rodríguez que focalizó la investigación de los hechos en dos momentos históricos: marzo de 2011 y un año después. L a línea de tiempo se ubica primero en el hecho más reciente y que corresponde a un seguimiento que realizó la Dirección de Asuntos Internos de la Policía santafesina. Los pesquisas probaron que el comisario Baella tenía una relación fluída con el el narco regional – luego detenido Francisco Mendoza. El funcionario policial, incluso, utilizaba los coches de la repartición para visitar en una casa de la costa santafesina al narco. El Fiscal se interesó por el accionar de Baella y halló evidencias de otras intervenciones sospechosas. Supo así que un año atrás, es decir en marzo de 2011, el propio Baella ordenó la apertura de una investigación sobre la actividad de Mendoza, pero que en realidad estaba orientada a pergeñar una actividad ilícita futura: la coacción a la dirigente de la ONG “Madres del Dolor”, llamada Norma Castaño.
Para el juez, Hugo Tognoli estuvo al tanto desde siempre de los fines perseguidos por el comisario Baella, quien luego ordenó filmar o fotografiar a Castaño en la puerta de su casa de la zona norte de la ciudad, aquella vez, en una conversación pública con el narco Mendoza. Si bien el comportamiento de Castaño es absolutamente desconcertante (una dirigente antidrogas conversa sin sobresaltos con el narco que ella misma denunció en la justicia) queda claro, para el juez, que la filmación formaba parte de un ardid, pensado por Baella, y filmado por el personal policial Mauricio Otaduy por pedido del comisario. El magistrado razona en su escrito que todo ese accionar estaba amparado por Tognoli, en su condición de Jefe máximo de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones.
“Toda vez que el juzgado le ordenó profundizar la pesquisa (contra Mendoza) la fuerza policial no acompañó constancia, ni diligencia alguna, ni constancia de nada,lo que originó el archivo de la causa el 25 de agosto de 2011”, señala Miño, que agrega: “esa indudable jerarquía funcional, como máxima autoridad en materia de delitos vinculados al narcotráfico, lo facultó para ordenar a sus subordinados Baella y Otaduy la ejecución de mano propia de los hechos aquí ventilados, que terminarían beneficiando al encausado Mendoza , y participar del menoscabo de la libertad psíquica de Castaño”. "
Las negritas son nuestras, para resaltar lo más trascendente de la decisión del juez, y subrayamos un parrafito en el medio que agrega Notife, poniendo en tela de juicio la integridad de Norma Castaño; aun con la evidencia del procesamiento de Tognoli (antes lo fue el de Baella) a la vista, para amedrentarla y que no siguiera con sus denuncias...
Así, el juez Francisco Miño hace suya la acusación del Fiscal Walter Rodríguez que focalizó la investigación de los hechos en dos momentos históricos: marzo de 2011 y un año después. L a línea de tiempo se ubica primero en el hecho más reciente y que corresponde a un seguimiento que realizó la Dirección de Asuntos Internos de la Policía santafesina. Los pesquisas probaron que el comisario Baella tenía una relación fluída con el el narco regional – luego detenido Francisco Mendoza. El funcionario policial, incluso, utilizaba los coches de la repartición para visitar en una casa de la costa santafesina al narco. El Fiscal se interesó por el accionar de Baella y halló evidencias de otras intervenciones sospechosas. Supo así que un año atrás, es decir en marzo de 2011, el propio Baella ordenó la apertura de una investigación sobre la actividad de Mendoza, pero que en realidad estaba orientada a pergeñar una actividad ilícita futura: la coacción a la dirigente de la ONG “Madres del Dolor”, llamada Norma Castaño.
Para el juez, Hugo Tognoli estuvo al tanto desde siempre de los fines perseguidos por el comisario Baella, quien luego ordenó filmar o fotografiar a Castaño en la puerta de su casa de la zona norte de la ciudad, aquella vez, en una conversación pública con el narco Mendoza. Si bien el comportamiento de Castaño es absolutamente desconcertante (una dirigente antidrogas conversa sin sobresaltos con el narco que ella misma denunció en la justicia) queda claro, para el juez, que la filmación formaba parte de un ardid, pensado por Baella, y filmado por el personal policial Mauricio Otaduy por pedido del comisario. El magistrado razona en su escrito que todo ese accionar estaba amparado por Tognoli, en su condición de Jefe máximo de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones.
“Toda vez que el juzgado le ordenó profundizar la pesquisa (contra Mendoza) la fuerza policial no acompañó constancia, ni diligencia alguna, ni constancia de nada,lo que originó el archivo de la causa el 25 de agosto de 2011”, señala Miño, que agrega: “esa indudable jerarquía funcional, como máxima autoridad en materia de delitos vinculados al narcotráfico, lo facultó para ordenar a sus subordinados Baella y Otaduy la ejecución de mano propia de los hechos aquí ventilados, que terminarían beneficiando al encausado Mendoza , y participar del menoscabo de la libertad psíquica de Castaño”. "
Las negritas son nuestras, para resaltar lo más trascendente de la decisión del juez, y subrayamos un parrafito en el medio que agrega Notife, poniendo en tela de juicio la integridad de Norma Castaño; aun con la evidencia del procesamiento de Tognoli (antes lo fue el de Baella) a la vista, para amedrentarla y que no siguiera con sus denuncias...
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