2/16/2013

sanata y fe: matar con ruido


sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
 sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso
sea respetuoso sea repetuoso


"Con tu historia y la del Quemadito capaz que se entienda algo de esa violencia, de ese joven muerto cada 30 horas al que parecen acostumbrarse los socialistas, el gobernador, los sucesivos ministros y los jefes policiales enriquecidos."

La muerte de tu viejo fue un punto de cambio en el crecimiento de los Quemados. Si es como te cantaron los testigos, lo hicieron ante toda la barra leprosa. Lo supiste cuando luego te dijeron los vecinos cómo se andaban peleando la autoría del crimen: en una esquina, el Quemadito se jactaba: yo lo bajé al Pantera. En la otra, el padre lo desmentía: fui yo. La espectacularidad de la muerte narco es lo que le da sentido a la  escalada violenta.

Cuando un capito miserable quiere darse corte en un barrio y demostrar que la tiene más larga que el resto porque le paga a la policía suele matar con ruido. La muerte de tu padre sigue esas reglas: fue el azar el que hizo que se topara con sus asesinos ante un público tan pertinente como el de la hinchada. 

La escena no fue azarosa: el tiro por la espalda, la demostración de impunidad, la armas listas, el fútbol en el medio. Después de esa muerte los Quemados tuvieron un año de prosperidad. Supiste, como todos en el barrio, que tenían entre seis y ocho kioscos. Y lo saben los que no son corruptos en la infectada policía santafecina: ese era el mercado que los Cantero, la banda más poderosa del tráfico local, y los propios comisarios narcos, le dejaban manejar con soltura a los Quemados.
"Cuando un capito miserable quiere darse corte en un barrio y demostrar que la tiene más larga que el resto porque le paga a la policía suele matar con ruido."

Lo que quizás no sepas es que todo está tarifado. Al menos así lo dicen en la propia santafesina; así lo confiesa uno de los que no se prende, sentado en su despacho: “A veces después de toda la investigación llegás a hacer el allanamiento y a lo mejor hacés papa, como decimos nosotros. Llegás y no encontrás nada, o muy poca droga, algún menor de edad. Eso es porque alguien levanta un teléfono y avisa”.

Lo dice con un mapa de Rosario a sus espaldas, un mapa en el que hay marcas que no sirven para nada. Quizás vos no lo sepas pero en Rosario, dice este policía tan poco común, “el llamado puede salir del propio Tribunal Federal o de la Brigada de Inteligencia que hace la investigación”. Y si le preguntás en confianza al policía que no está en el juego, hasta te dice la tarifa: “Levantar un teléfono cuesta 30 mil pesos. Si el aviso se hace dos días antes puede valer hasta 50 mil. Cada kiosco paga entre 15 y 20 lucas por mes a la comisaría del barrio”. 

En la causa judicial paralela a la del triple crimen que investigó la complicidad de la cana queda claro que el Quemado estaba protegido por la comisaría 15 y la Zona de Inspección 3, que es la que tiene a cargo todas las taquerías de la zona sur. Nada te sorprende, ¿verdad? ...

No hay comentarios.: