Change in the weather, change in the weather,
Somethin's happenin' here.
Change in the weather, change in the weather,
People walkin' round in fear...
J.C.Fogerty
Somethin's happenin' here.
Change in the weather, change in the weather,
People walkin' round in fear...
J.C.Fogerty
Toda gran caída en los niveles de popularidad de los gobiernos y sus líderes debe justificarse , no en base a los estudios de opinión que dicen registrarla, lo que supondría una falacia por argumento circular, sino en acontecimientos de gravedad que afecten en profundidad la situación socioecómica y alteren de manera drástica y negativa las condiciones materiales de existencia de la población, en particular el 60% socioeconómicamente más vulnerable, base electoral además del actual oficialismo.
Nada de ello ha sucedido , por lo cual el sistema de preferencias de octubre de 2011 no se ha alterado y más allá del segundo caceroleo opositor , y el clima de medios que lo pretendió transformar en una pueblada contra la opresión (de 11,8 millones de votos!) , donde apoyar la operación change in the weather que despliega parte del establishment, los estudios de opinion oficialistas muestran que , contra todo lo que sostienen los estudios de opinión opositores , el sistema de preferencias de octubre sigue sin variaciones.
Porqué? Muy sencillo : Sucede que desde el punto de vista socioeconómico, más específicamente empleo y consumo, los dos atributos que afectan al ciudadano de a pié y en particular al amplio electorado volátil del FPV , en esas dos dimensiones cruciales , las cosas siguen como en octubre de 2011.
Al respecto, dado que , aún con problemas y el impacto de la crisis internacional, el nivel de empleo se sostiene , leemos esta vez sobre el notable nivel e impacto del consumo privado en el crecimiento que ya analizáramos en Ramble oportunamente, en el Newletter de Analytica:
Al respecto, dado que , aún con problemas y el impacto de la crisis internacional, el nivel de empleo se sostiene , leemos esta vez sobre el notable nivel e impacto del consumo privado en el crecimiento que ya analizáramos en Ramble oportunamente, en el Newletter de Analytica:
LA FUERZA DEL CONSUMO
El consumo privado aportará este año algo más de 2 puntos al crecimiento proyectado del PIB, del orden de 2.5%. En la recuperación post Gran Recesión 2008-09, nada menos que dos tercios del crecimiento acumulado provino del gasto de las familias. Es, claramente, la variable estrella de la política económica de CFK.
Específicamente en 2012 el gobierno sostuvo la velocidad de crecimiento básicamente a través del gasto de las familias: su aporte supera el 80%. Más contenido, también el gasto público juega su papel, al igual que el sector externo, freno a las importaciones mediante (las exportaciones no crecen). La inversión, en tanto, restará 1.5 puntos al producto al final del año, debido a la violenta caída del segundo trimestre. La relación inversión/PIB cerrará 2012 en torno a 22 %, dos puntos menos que el récord de 2011.
Que el consumo privado haya logrado sostenerse en los peores momentos del año explica por qué la Argentina no entró en recesión, como algunos pronosticaban en los meses más críticos (abril-junio). En ese período, el consumo “food” (alimentos, bebidas, artículos de limpieza, y de perfumería) desaceleró su tasa de crecimiento a apenas 1.2% mensual en promedio, un punto por debajo del ritmo del primer trimestre. Desde entonces, según datos de Consultora W, volvió a ganar velocidad: entre julio y setiembre, los consumos básicos crecieron a un promedio de 2.6% mensual. Proyectamos que estos porcentajes se mantengan hasta fin de año.
Aunque más moderada, esta dinámica también se observa en los bienes durables, como los automóviles. Es probable que las ventas de 0km este año alcancen un nuevo récord, del orden de las 870.000 unidades, levemente por encima de los números de 2011. Este sector fue uno de los más castigados en el primer semestre, por los impactos de las restricciones para importar pero fundamentalmente por la fuerte retracción en la demanda de Brasil.
Es claro que los impactos centrales de la desaceleración en el crecimiento afectaron a la oferta de bienes, básicamente a través de la caída de la cosecha de soja, de la menor producción en varias ramas industriales y en el desplome de la construcción (y en los servicios inmobiliarios relacionados).
No hubo, en cambio, una retracción significativa por el lado de la demanda (excepto en la inversión), al mantenerse los estímulos al consumo vía salarios (más moderados), jubilaciones y AUH. En la búsqueda por cierta moderación salarial que el gobierno consiguió este año, sin embargo, debió pagar el costo de postergar el cierre de las paritarias más numerosas hasta mitad de año, impactando sobre el poder de compra del segundo trimestre. En carrera a 2013, el gobierno debería plantear los cierres salariales no más allá de abril, para que los impactos de las políticas de ingresos sobre la demanda sean plenos.
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