10/28/2012

crisis en la eurozona: hasta acá nos ayudo dios ...




Pero ahora ¿cómo se hace, cómo saco esto de acá? 
¿Cómo empiezo de nuevo? ¿Cómo perdono?
 ¿Cómo me perdono a mí además? 
¿Cómo disfruto el juego?

La desarticulación y sufrimiento social que inexorablemente continúa al ajuste neoliberal, tiene en la eurozona mecanismos de amortiguación , que no permiten aún observar su despliegue sin atenuantes.

Uno de los amortiguadores públicos es el Estado de Bienestar que sin prisa ni pausa se desmorona e impacta ya en el sistema subsidio al parado, la cobertura de a salud que restringe medicinas, pospone turnos de atención ambulatoria  y hasta operaciones oncológcas, la educación con recortes drásticos en enseñanza media y superior, etc.

Un segundo mecanismo vital de amortiguación privado del daño neoliberal que está llegando a su colapso es el ahorro familiar en épocas de burbuja y ante su angostamiento acelerado , emerge en compensación el ya conocidodispositivo de vivir del abuelito-a todos y todas, poseedores del único ingreso familiar fehaciente del hogar: las pensiones y jubilaciones. 

Ingreso previsional de sobrevida familiar que adquiere creciente centralidad en el ingreso familiar menguante y  que ya se observó como mecanismo compensador coyuntural en la crisis argenta 2001 , que tiene sin embargo dos grandes restricciones que lo hacen insustentable en el tiempo:

  1. Fiscales , para su sostenimiento actualizado en un contexto de mega desempleo y 
  2. Biológicas, en tanto el abuelo-a cada tanto va y se muere y con él-ella , se esfuma la pensión y- o jubilación sostén familiar.

Leemos al respecto en El País?

A las familias cada vez les cuesta más llegar a final de mes. Según el INE, casi el 32% del total tiene dificultad o mucha dificultad para conseguir cuadrar sus cuentas mensuales. Ya están tirando del ahorro para lograrlo. De hecho, la tasa de ahorro de las familias, que entre 2008 y 2010 aumentó hasta el 18%, se ha colocado este año en el 9%, “una tasa mínima”, en opinión de Jordi Fabregat, profesor de Finanzas de ESADE. Y cada vez encuentran más dificultades para hacer frente a las hipotecas.

¿Hasta cuándo podrán aguantar las familias esta presión? Esa es la incógnita que nadie sabe responder, pero que ya está teniendo repercusiones en su comportamiento. No solo es que gasten menos y hayan reducido hasta sus consumos más básicos, como médicos o dentistas, señala Belén Barreiro, doctora en Sociología y directora del Laboratorio de la Fundación Alternativas. “Lo más significativo de esta crisis es que todos los ciudadanos están ajustando su economía, independientemente de su estrato social y nivel de renta”. 

Del observatorio que realiza para la Cadena SER se desprende que el 92% de los españoles han cambiado su modo de vida con la crisis, y el 68%, su situación económica. “Estamos en una economía de guerra que va a cambiar nuestras estructuras sociales, acercando las rentas altas a las medias, las medias a las bajas y estas últimas a la pobreza, que va en aumento. Una economía que apunta hacia una sociedad nada cohesionada y dual entre pobres y ricos. Y el cambio se está produciendo muy rápidamente”, agrega.

Son los mayores de 65 años los que se mantienen mejor ante esta situación, al no estar afectados por la disminución salarial y los despidos. “Es un orgullo que la única renta que no ha caído sea la de los pensionistas, ocho millones de españoles que ahora contribuyen a sacar a flote a la sociedad”, opina Marcos Peña. “Para ello, es necesario salvaguardar el sistema de protección que hoy asiste a 15 millones de ciudadanos entre jubilados y perceptores de prestaciones por desempleo u otros subsidios. Hemos conseguido una especie de pegamento social que permite la cohesión y que debemos mantener”, añade.

El problema es que no está claro si efectivamente se va a salvar este Estado de bienestar. Es más, se empieza a poner en duda que la pensión media se pueda sostener este año mientras el déficit de la Seguridad Social aumenta, señala José Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además, agrega Sara de la Rica, “el Gobierno no ha anticipado que las medidas de flexibilidad externas impulsadas por la reforma laboral han provocado numerosos despidos objetivos, con derecho a prestación por desempleo durante 24 meses, y muchos expedientes de regulación de empleo de suspensión que provocan que los individuos vayan temporalmente al paro y cobren el subsidio. 

Esto incrementa el gasto en prestaciones por desempleo y dificulta el cumplimiento de los niveles de déficit que tenemos impuestos”, continúa De la Rica. Entre enero y agosto los despidos colectivos han crecido un 53% hasta casi 300.000 personas afectadas.

“Hemos pasado de casi dos afiliados a la Seguridad Social por cada perceptor de pensiones o prestaciones por desempleo en 2007 a los 1,38 actuales. Así el sistema es difícilmente sostenible”, señala Lorenzo Rivarés, portavoz de la asociación de grandes empresas de trabajo temporal, AGETT...

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