carlitos y el nivel de inversiones: grandes mitos argentos

Uno de los mitos instalados por los gurúes es la ausencia de inversión en el país. Dos caminos contribuyen a fogonear el tema. La baja consideración de los sabios por considerar a la inversión pública como inversión y el sesgo que imprimen a los datos sobre inversión privada. 

Al respecto, la Cepal realizó un informe sobre inversión regional en el mediano y corto plazo que se analiza en el Newletter de Analityca y contradice abiertamente lo replicado por los sabios locales. Leemos

INVERSIÓN: EL OJO DE LA CEPAL

En un informe reciente (“Cambio Estructural para la Igualdad”) la CEPAL hace un análisis del comportamiento actual de la inversión en América Latina. Es una referencia interesante, porque permite analizar el comportamiento de la inversión privada y pública en la Argentina en comparación con el contexto regional en los últimos años.

Algo ya sabido: la tasa de inversión de América Latina ha sido históricamente inferior a la de otras regiones emergentes, en particular de Asia, donde hoy supera el 40% del PIB. En 2008, la región alcanzó el pico de inversión desde 1980, con 23.6 puntos del producto: los 2000s fueron años de significativa recuperación, luego de décadas dominadas por la crisis de la deuda, la alta inflación y las crisis financieras, locales e internacionales. Los precios externos mejoraron la restricción externa y la región en conjunto recuperó, según la CEPAL, los niveles de inversión de los años 1950 y 1960. 

“En 2011 la formación bruta de capital fijo equivalió al 22,9% del PIB, porcentaje cercano al de la segunda mitad de los años setenta”, dice el reporte.
La inversión en maquinaria y equipo está siendo el componente más dinámico de la inversión regional en estos años. En el período 2004-2011, la formación bruta de capital fijo crece a un promedio de 8,5% anual , en tanto la inversión en equipo durable lo hace al 11.4% y la construcción un 5.3%. Este representa hoy 55% de la inversión total en la región.

Para el caso argentino, los porcentajes son aún mejores: la inversión total creció a un promedio de 16% anual, con equipo durable aumentando a una media de 23% anual y la construcción, un 11%. Sin embargo, ésta representó 58% de la inversión total entre 2004 y 2011.

Los datos también confirman que en la recuperación de la inversión tienen un papel importante los gastos estatales en infraestructura. Entre 2004 y 2011 la inversión pública representó casi 5 puntos del producto regional, más de un punto por encima de finales de los noventa, aunque aún lejos del récord de los años 1980-81 (6.7%).

La CEPAL plantea que, sin embargo, la inversión de los estados latinoamericanos es históricamente procíclica y con tendencia declinante en el largo plazo, lo que afecta el crecimiento del ingreso por habitante, asociado positivamente a la inversión pública y privada, los gastos en educación y el tipo de cambio real, y negativamente a la inflación y la deuda pública.

La recuperación de la inversión pública en la Argentina, según la CEPAL, fue significativa. El promedio anual de los años recientes fue de 2.5% del PIB, frente al 1.3% del período 1995-2003. A modo de comparación, el estado brasileño invierte 1.8%, Chile 2.4% y Venezuela, 16.8 puntos del producto bruto.

En cuanto a la inversión privada, en los 2000s el promedio fue de 15.9% del PIB, aunque “En algunos casos, su nivel en el período 2004-2010 sigue siendo inferior al registrado en 1980-1981 (Argentina, Brasil y Paraguay)”, indica la CEPAL.

Sin embargo, el nivel de inversión privada en la Argentina supera hoy a la de los años de la convertibilidad (18.6% versus 17.5%) y está claramente por encima de la pobre performance de 1999-2003 (14.5%).

Sorprendentemente Uruguay, y previsiblemente Venezuela, integran el lote de países de la región con menores niveles de inversión privada, inferiores a 14 puntos del producto bruto.