El Grupo Roggio desvía subsidios de la ex TBA hacia Metrovías
Transfirió gerentes del subte al Sarmiento y el Mitre
Aldo Roggio decidió “transferir” empleados de Metrovías
La utilización discrecional de los subsidios es una práctica habitual de los grupos que crecen no compitiendo como es esperable, sino como modalidad de acumulación habitual , al calor de las transferencias de ingresos del Estado con controles laxos.
El caso Roggio no es una rareza , pero adquiere color frente a las añoranzas del servicio de subterráneos de la CABA de la que es concesionario y sobre el que ninguna crítica se dispara, ni siquiera por parte de la UTA que se supone debiera defender a los trabajadores frente a insólitos desbordes empresarios como lo son posponer un año y medio la paritaria del sector ad referendum de que le "cierren las cuentas" firmando como reemplazo paritario , un pagadios del 22% de aumento salarial. Cachivache.
En medio de la disputa interjurisdiccional que desembocó en el paro
más largo de la historia del subte, el Grupo Roggio apeló a una maniobra
contable para reducir la carga salarial de Metrovías y cubrir parte de
ese costo con subsidios estatales que la Nación destina a la red de
ferrocarriles. Según confirmaron a BAE fuentes de la ex TBA y de la
concesionaria de los túneles porteños, un puñado de técnicos fuera de
convenio y gerentes operativos de Metrovías fueron “transferidos” en las
últimas semanas a la Unidad de Gestión Operativa Mitre y Sarmiento
(UGOMS) para que sea esa empresa la encargada de pagarles los sueldos,
sin que cumplan funciones específicas en las dos líneas de tren que
hasta la tragedia de Once gestionaba el Grupo Cirigliano
Mediante el artilugio de las transferencias, Roggio apunta a reducir
la sangría permanente de fondos frescos que empezó a sufrir en Metrovías
desde que se restringió el flujo de subsidios nacionales para el subte a
principios de año, cuando Mauricio Macri firmó el acta de traspaso que
luego decidió desconocer. A la vez, el mecanismo apunta a mantener bajo
su órbita a cuadros técnicos que podría perder en caso de que la Nación o
la Ciudad le quiten la concesión del subte y todo sea absorbido por la
estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), una alternativa
que nadie descarta en medio del caos urbano que generó el paro de los
metrodelegados.
La movida contable fue posible debido a que el Gobierno nacional
encargó a fines de mayo la operación cotidiana del Sarmiento y del Mitre
a una empresa armada de urgencia por Roggio y Ferrovías, la
concesionaria de Gabriel Romero que también participa en la gestión del
Roca, el San Martín y el Belgrano Norte. Esa compañía, UGOMS, embolsó en
julio último $68 millones en subsidios de la Nación. Según el
acta-convenio firmada por las concesionarias y el Estado, 35 millones
van directamente al pago de salarios. En junio, los subsidios habían
trepado a 100 millones de pesos...
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