Como aproximación a la problemática de los jóvenes en general y a los denominados "ni ni" en particular, es interesante observar las condiciones en que se desarrolla actualmente el mercado de trabajo juvenil.
En este sentido , la desocupación abierta y precariedad laboral medida como informalidad entre los jóvenes argentinos representan un problema estructural de larga data, cuyo origen hay que buscarlo a mediados de la década de los años noventa, cuando el desempleo joven en el segundo semestre de 1994 superó el 15% y nunca descendió hasta hoy mismo en que esta en esas tasas. Casi dos décadas
Los jóvenes entre 15 y 24 años representan el 17,1 por ciento del total del país, según los datos del censo 2010. Se trata de 6,9 millones de personas.
Con una tasa de actividad económica ( ocupados o desocupados que buscan activamente empleo) que estimamos en el 45% del tramo comprendido entre los 15 y 24 años , el desempleo abierto entre jóvenes supera el 15% y la informalidad laboral el 55% del tramo. Por otra parte los salarios promedio son un 45% menores a los de la población adulta .
Los indicadores mejoraron todos desde el pico de 60 por ciento de desempleo joven alcanzado durante la salida de la crisis del neoliberalismo argento y más del 80% de informalidad laboral. Sin embargo la diferencial negativa entre las tasas de desocupación , informalidad y salarios comparados entre jóvenes y adultos son persistentes y muy elevadas . En líneas generales el tramo juvenil duplica el desempleo y la informalidad promedio y supone la mitad de remuneración en materia salarial.
Los altos niveles de desempleo y precariedad laboral entre las personas de 15 a 24 años son una característica que comparten la mayoría de los países de América latina y es sin duda un gran tema a tener en cuenta en las estrategias de integración regional, por sus amplias consecuencias sociales.
La desocupación joven promedio en la región se mantuvo en el orden del 15 por ciento a lo largo de los últimos 14 años, con la excepción del caso argentino. Los datos oficiales de 2011 de Brasil muestran que el desempleo juvenil asciende al 12,6 por ciento, en Chile llega al 17,8 por ciento y en Uruguay fue 18,0 por ciento en el segundo trimestre del año pasado. En todos los países de la región por otra parte la población de jóvenes "ni ni" está en ascenso.
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