Desmentido por el crecimiento sostenido de China, las precios internacionales de los granos ascendentes , el consumo doméstico que no cede de manera apocalíptica como auguraban , es la caída del crecimiento económico en Brasil ( particularmente intenso en la industria automotriz con impacto directo en nuestro país) el último bastión de la ortodoxia para afirmar sus pronósticos apocalípticos , siempre fallidos pero de mucha visibilidad mediática.
Señalamos oportunamente en Ramble que Dilma había sugerido que el crecimiento para 2012 estaría en torno al 5 por ciento y su gobierno parece encaminado a conseguirlo con herramientas como el Plan Brasil. Al respecto leemos :
Brasil prepara la segunda etapa de su plan para que la industria no
pierda competitividad que además de financiamiento y beneficios fiscales
contemplará un real más cercano a las dos unidades por dólar, según
reconoció el ministro de Industria, Fernando Pimentel, un nivel que se
acerca al límite de lo “aceptable” para la Argentina, en 2,20 unidades
por dólar.
El real brasileño se apreció ayer un 0,40% frente al dólar y la
moneda estadounidense cerró a 1,952 reales para la compra y a 1,954 para
la venta (ver página 13). Más allá de la escalada de la moneda, el plan
de Brasil augura un reactivación de su industria y actividad económica,
lo que puede representar una buena noticia para algunos sectores de
fuerte dependencia en las ventas del mercado brasileño, como el
automotor.
“Algunos hablan de pasar de los 2,50 reales por dólar pero eso no
será así. Vamos a seguir operando en esta franja más próxima a los dos
reales por dólar que al 1,50 unidades. Ahora las industrias tienen que
ganar musculatura y buscar competitividad porque el gobierno está
haciendo su parte, desgravando impuestos, otorgando financiamiento para
nuevas tecnologías”, detalló Fernando Pimentel en las declaraciones
distribuidas por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio
Exterior de Brasil.
Para compensar los reclamos industriales, en tanto, Brasil analiza
una ampliación y reforma de la Aduana, que estaría volcada
específicamente para monitorear la entrada de mercaderías en el país.
Así, el socio mayor del Mercosur busca evitar los agujeros que permiten
el ingreso de productos por debajo del costo local a su mercado interno.
El gobierno de Dilma Rousseff relajó así sus controles sobre la
inflación, que en 2011 lo llevaron a bajar de un crecimiento del 7,5% en
2010 al 3,5%. Hoy el punto de vista brasileño parece haber cambiado
para favorecer el crecimiento, una apertura que es bien vista por los
funcionarios del Ministerio de Economía argentino. “No tener inflación
es un presupuesto para el crecimiento económico, pero ése no puede ser
el fin”, consideró Pimentel.
La política brasileña, como en la Argentina, se concentró en el
monitoreo de las importaciones y ahora le llega el turno a las ventas,
para no perder mercados externos. La baja de tasas de interés que encara
el Banco Central brasileño permitirá un mejor acceso al financiamiento,
según indicó Pimentel. Esto se complementará además con nuevas medidas
para sectores claves como el automotor. En la segunda etapa se enfocará
en el sector autopartista. Uno de los puntos es trabajar con los
pequeños y medianos proveedores de las automotrices para que mejoren el contenido en tecnología y valor agregado en general...
1 comentario:
Ahorrar para un auto????
Con la crisis económica y con lo que se viene “cars industry new subprime”
Cualquiera puede comprar un auto, pero no cualquiera lo puede mantener.
Las grandes industrias automovilísticas manipulan las computadoras en los frenos para justificar las partes del motor, que te roban los concesionarios. (Saben elegir a los administradores)
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