4/05/2012

jubilados: de grecia a ypf


Mientras el rescate de YPF de su ciclo improductivo y de ausencia de inversiones podría requerir la participación del ANSES y la inyección de la denominada "plata de los jubilados", los abuelos también son noticia en la eurozona .

En efecto, ya Manuel Arroyo, director de estrategia de JP Morgan Asset Management para España y Portugal, ha dejado en claro que los temores a que estos dos países ahora denominados "periféricos" de la eurozona,  sigan "dando sustos" están a la orden del día en el mercado financiero internacional. 

Sucede que los gestores no creen que la economía helena tenga suficiente con el segundo paquete de ayudas aprobado por Europa, valorado en 130.000 millones. Advierte Arroyo: 

“Lo que ya parece claro es que este nuevo dinero no cumplirá con el objetivo de reducir el volumen de deuda a un 120% de su PIB en 2020 (frente al 172% que puede alcanzar este año), así que no se puede pensar que este culebrón ha terminado. Grecia debe cumplir con los objetivos de déficit acordados y, en caso de no hacerlo, se enfrentará, de nuevo, a serios problemas de liquidez que le pondrán contra las cuerdas”,

En tanto el mercado ajusta y pide más, se suceden historias mínimas con los jubilados, también en el mundo al que el neoliberalismo intenta (ba) mostrar como paradigma. 

Leemos: “Soy jubilado. No puedo vivir en estas condiciones. Me niego a buscar comida en la basura. Por eso he decidido poner fin a mi vida”, decía el mensaje que llevaba en un bolsillo. Dimitris Christoulas, de 77 años, un farmacéutico retirado al que se le comían las deudas, se pegó un tiro en la sien y murió a escasos metros del Parlamento poco antes de las nueve de la mañana de este miércoles, en plena hora punta en el kilómetro cero ateniense. Fue un suicidio público que ha desatado una ola de cólera, dolor y reconocimiento: un final por el que cada vez más ciudadanos optan en una Grecia asfixiada por los recortes.

1 comentario:

El Bosnio dijo...

En la Argentina nos fue mal siguiendo a quienes mataban de hambre a miles de jubilados. Les bajaban sus rentas, les robaban sus ahorros.
Un gobierno serio, como el griego, no debe escuchar a un tipo que mata a un jubilado. Aunque ese jubilado sea él mismo.
Mario Monti no lo haria.