2/19/2012

la marcha del ajuste español: reforma laboral


Mientras ahora mismo millones de españoles , en especial los jóvenes donde el desempleo superó ya el 46% , se manifiestan contra la la reforma laboral, madre de todas las batallas del ajuste que propone el neoliberalismo peninsular, leemos: 

La reforma laboral que el Gobierno del PP acaba de remitir al Congreso es tan profunda que algunos juristas advierten de que en 2012 peligran derechos tan antiguos como el conquistado con Sagasta: el nuevo contrato llega a dar potestad absoluta al empresario durante todo un año el periodo de prueba para despedir sin explicación ni indemnización. Es decir, subraya José Luis Aramburu, abogado vinculado a UGT, "se deja al arbitrio de uno de los contratantes".

"No es que volvamos al siglo XIX, sino que algunos derechos tenían entonces mejores garantías", sostiene Aramburu. "La reforma deja en manos del empresario un poder omnímodo que nos retrotrae muy lejos", le secunda Enrique Lillo, responsable del gabinete jurídico de CCOO.

Algunos expertos en el mercado de trabajo, como Albert Recio, economista de la Universitat de Barcelona, coinciden también en que la reforma laboral conduce de lleno al siglo XIX, "a falta ya sólo del derecho de pernada".

Pero incluso catedráticos en Derecho del Trabajo tan comedidos como Fernando Valdés Dal-Ré, de la Universidad Complutense de Madrid, y Jesús Cruz Villalón, de la de Sevilla, sostienen que los cambios no tienen parangón con las más de 30 reformas laborales de la democracia, sino que inauguran un terreno de juego nuevo. "Es un torpedo en la línea de flotación del sistema que nos acerca al sureste asiático", sostiene Valdés. "Se superan varias líneas rojas", avisa Cruz Villalón.

Lo que está en juego, subraya la decena de expertos consultados, va mucho más allá de la cuantía de la indemnización o la facilidad para despedir: afecta a la baraja misma. Y al cambiarla, quedan en entredicho algunos derechos que se daban por descontados.

1. Despido con causa: Un año hibernado

Hasta ahora, las empresas podían despedir a cualquiera, pero se les exigía una explicación, cuya veracidad podía ser luego analizada por un juez: de ello dependía que el despido fuera procedente o improcedente, que exige una mayor indemnización.

Los expertos lo llaman el derecho a la causalidad del despido, que según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional forma parte inherente del "derecho al trabajo" consagrado en el artículo 35 de la Carta Magna: hay que alegar una causa para despedir.

El nuevo contrato estrella de la reforma del PP queda al margen: durante un año, el empresario podrá despedir al trabajador sin alegar motivo ni indemnizarlo. El contrato es para cualquier empleo, sin distinción de edad ni de funciones, en las empresas de menos de 50 trabajadores, que representan el 90% del total y donde trabajan dos tercios de los asalariados españoles.

"Un contrato así, con un año sin terminación causal, provocará rotación y maquillaje estadístico: pasarán a constar como fijos muchos trabajadores que pueden ser despedidos en cualquier momento", augura Cruz Villalón.

2. Convenio colectivo: Descuelgue unilateral

Completo acá

2 comentarios:

profemarcos dijo...

Hace meses, cuando debían haberse organizado políticamente para no votar a quienes los iban a hacer polvo económicamente protestaban "indignados" convocados por facebook... muy cool, y muy "gilipollas"!!!!

Santiago Das Narrenschiff dijo...

El de arriba se olvida que acá gano chupete, y en las siguientes carlos saul. En españa el PP no sumó más votos, al PSOE no lo votaron por la misma razón que en su momento Zapatero fue elegido: Aznar mintió sobre el atentado de Atocha 4 días antes de las elecciones (se lo adjudicó a ETA) y Zapatero negó la crisis.
Los indignados es un movimiento de tontos del culo que se oponen a los políticos.
España necesita primarias abiertas y obligatorias, ni ley de medios ni pollas en vinagre.