Leemos un análisis tan simple como contundente en Estructura Desequilibrada:
Hace años que vengo escuchando a la mayoría de los economistas liberales (ortodoxos) decir que el crecimiento experimentado por la economía argentina durante esta década estuvo explicado enteramente por el viento de cola (uno de ellos fue Pablo Gerchunoff, en una reciente entrevista que analizamos aquí).
¿A qué se debe este empecinamiento en reducir un fenómeno tan complejo a algo tan simple?
A que estos economistas no comparten la agenda de políticas económicas llevada a cabo por este gobierno, ya que rechazan la idea del crecimiento liderado por la demanda. Es así que a este tipo de medidas se les aplica el mote de “populistas”, ya que (siempre según ellos) tienen un único fin que es el de ganarse el voto de la gente (que es estúpida y no se da cuenta que está siendo engañada) poniendo plata en su bolsillo, fomentando el gasto desmesurado a costa del ahorro (lo que en la jerga se conoce como “pan para hoy, hambre para mañana”).
A pesar de que ya han pasado más de 8 años de crecimiento continuo y que esto debería haber hecho que revisaran sus fundamentos, ellos insisten, año tras año, con que este tipo de medidas provocarán una crisis económica[1].
Retomando la pregunta del principio y a modo de resumen: estos economistas debieron buscarle otra explicación al crecimiento argentino con el fin de evitar que éste sea vinculado con las políticas económicas llevadas a cabo por este gobierno, las cuales ellos desaprueban.
¡Y entonces qué mejor explicación que el viento de cola! Algo que estaba a la vista de todos, y que al parecer solo tuvo lugar en estos últimos años. Por más que pareciera una respuesta sorprendentemente inocente, tenía cierta consistencia y eso hizo que muchos economistas dijeran que el crecimiento récord que tuvo lugar en estos años se debía pura y exclusivamente al viento de cola.
Analicemos esta suposición, a través a algunos gráficos. Primero, veamos la tasa de crecimiento promedio de los principales países de Latinoamérica y el Caribe para el período 2003-2011( gráfico de inicio)
6 comentarios:
Muchas gracias por la difusión Artemio!.
Saludos.
Es el viento Aparente, es una combinación de: exportaciones- ladrillo-energía subsidiada-consumo-inflación
A medida que un barco de vela aumenta su velocidad, al viento real se suma el generado por la propia velocidad del barco. A esto se le llama el viento relativo o aparente. Al aumentar dicho viento aparente, el velero ya tiene más viento con el que generar más velocidad y así sucesivamente. En teoría podría seguir aumentando indefinidamente, pero el limite lo pone el coeficiente de resistencia (hidrodinámica y aerodinámica) que llega un momento que es superior al empuje que pueden generar las velas.
Por otra parte, a medida que aumenta la velocidad del barco, el viento aparente viene cada vez más a proa. Para entender este fenómeno hemos de descomponer las fuerzas en dos vectores, el del viento real y el de la velocidad del barco. Cuando aumenta la velocidad del barco, ese vector ” se alarga” lo que hace que la resultante, que es el viento aparente varíe su ángulo acercándose más a la línea de crujía. Esto es, más hacia la proa. Eso supone otro límite: cuando el viento role tan hacia la proa que supere el ángulo que permiten ceñir nuestras velas, estas dejarán de tener sustentación y perderán potencia impidiendo que aumentemos la velocidad y volviendo a llevar el viento aparente hacia el través.
Artemio...
Para que el análisis sea correcto debe ajustar las cifras por el rebote que se genera por la salidad de la recesión que sufrió Argentina y que pocos en ese listado sufrieron. Ahí cambia la cosa y lo nuestro se parece al resto. Nosotros partimos de un piso más bajo que varios de ese pelotón, creo junto a Uruguay...
Otra...
Los datos de crecimiento están algo inflados para los últimos años. Poco, pero está...
Sdos.
Razón de más para hacerse cargo de las tres deudas pendientes más serias: salud, transporte y vivienda. Tres materias donde el kirchnerismo está para el aplazo.
Muy esclarecedor el artículo.
Si fuera posible reestatizar petróleo, gas, ferrocarriles y comercio exterior daríamos un paso gigantesco hacia la independencia económica de nuestro país y un importante freno a la fuga de capitales.
La limitación pasa por el costo de recomprar lo que vendimos por monedas y el costo de la inversión necesaria para ponerlas a punto.
Simplemente no disponemos de los recursos que harían falta para ello y atender la deuda externa, educación, jubilaciones, AUH etc.
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