11/28/2011

no parece poco... néstor , cristina y la jp "lealtad"...

Leemos: En segundo término, la Lealtad ha tenido “mala prensa”, cuando no ninguna. Desde Montoneros se la acusó de “lopezrreguista” o de “isabelista”, siendo que concientemente la Lealtad se negó a aceptar cualquier ofrecimiento de López Rega, si bien es cierto que a la muerte de Perón insistió en que la presidenta de la nación era Isabel, a quien había que proteger.

El problema de esa mujer era que había que protegerla de sí misma y que el peronismo iba al garete, rumbo a estrellarse contra las rocas más temprano que tarde.

Pero también es verdad que nuevamente los partidos políticos, muy en particular el radicalismo en la persona de Balbín, volvieron a avalar el golpe de estado en marcha. Al respecto, en ningún momento Peyrou responsabiliza a Montoneros del golpe de estado.

Pero la conducción de Montoneros tuvo una enorme responsabilidad en que el golpe de estado encontrara al movimiento tan confundido y desprestigiado, y a la propia organización Montoneros tan debilitada, tan –y por más que a los compañeros les cueste reconocerlo– tan popularmente repudiada, tan derrotada políticamente.

Es curioso también, un auténtico misterio, que en la “historia oficial” y las distintas historias no oficiales de Montoneros jamás exista la menor mención a la Lealtad, siendo la ruptura más numerosa, políticamente significativa y oportuna de una organización que llegó a su punto culminante en 1973, para inmediatamente empezar a decaer y empezar a deshilacharse.

También conviene aclarar que la Lealtad nunca existió ni orgánica ni políticamente como una entidad, fue una suerte de “espacio” difuso que a la vez que a su modo también se deshilachaba, iba engrosándose con compañeros provenientes de otros grupos y organizaciones y de numerosos ex montoneros “silvestres” que más que romper, se habían ido apartando gradual y silenciosamente y continuaban trabajando en sus barrios. En ese sentido cumplió una función, muy menor, pero de cierta utilidad, ya que permitió el trasiego de experiencias e ideas, el (re) conocimiento entre los distintos grupos y de algún modo y en su escala, la recuperación de la juventud peronista como práctica, identidad y cultura política.

Salinas, y otras gentes que han leído la nota de Alejandro Peyrou rescatan su afirmación de que acaso el principal mérito de la lealtad haya sido el preservar la vida de muchísimos compañeros. En mi opinión, hay un pequeño mérito extra, ya que fue uno de los pocos espacios en los que, en momentos tan pero tan duros, era posible volver a discutir y reflexionar en torno al sentido de la práctica política y el destino de nuestro movimiento.

Pero el que apunta Peyrou alcanza, en mayor medida cuando comprendemos que uno de los compañeros que por medio de su adhesión a la Lealtad salvó la vida fue Néstor Kirchner (y muy posiblemente, también Cristina).

No parece poco.

Completo acá

Imágenes originales GAP, acá.

No hay comentarios.: