Como se observa en el gráfico de apertura (click para agrandar) la polarización Cristina versus Binner como era de preveerse , se expresó en Santa Fe como en ningún otro distrito.
Luego de perder en la primaria por casi 90 mil votos, Binner apostó fuerte a la polarización para aglutinar la mayor parte del voto anti K. La estrategia, aunque no le alcanzó para ganar, fue claramente acertada. Binner terminó achicando la distancia en la general a cerca de 51 mil votantes.
La Presidenta y el Gobernador se llevaron sumados el 23 de octubre algo más de 8 de cada 10 votos cuando en las primarias ambos habían acumulado el 70 % de los votos.
De ambos candidatos, Hermes Binner fue el más favorecido por el efecto polarización excepto en Rosario y La Capital, donde el voto de Cristina resistió a sus efectos.
Entre la primaria y la general, hubo algo más de 207 mil santafesinos que modificaron su decisión electoral, ya sea cambiando de candidato, eligiendo votar cuando antes no habían concurrido, faltando cuando antes habían asistido u optando por votar en blanco o anular el voto.
Hubo 184 mil santafesinos que en la general votaron a Cristina o a Binner pero en las primarias habían elegido otra opción electoral. Binner llevó las de ganar en este efecto polarización: en la general se llevó 6 de cada 10 votos de santafesinos que en las primarias habían elegido otra opción electoral.
Pero esta apropiación de Binner del voto de santafesinos que en la primaria habían elegido otra opción electoral tuvo en algunos departamentos niveles elevadísimos: 80% en Castellanos, Obligado y Las Colonias; poco más del 70 % en Caseros y San Martín.
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