10/31/2011

los días de la escarapela

Darío Schueri nos brinda un lindo panorama de la dura tarea de gobernar la bota en minoría que inicia el FPCyS a partir de diciembre.

En este contexto se aplica la famosa sentencia de Lacló: Cuando la crane está baja, hasta el salchicha se atreve. Tal el caso del pedigueño grupete Escarapela, por dio! Dice Schueri:

Turbulencias en el FPCyS. El “Grupo Escarapela” que apoyó la candidatura del intendente de Santa Fe Mario Barletta en las primarias provinciales no está dispuesto a regalarle a Hermes Binner la foto de la unidad sin antes acordar la “participación e institucionalización” del Frente, lo que traducido al criollo básico significa cuántos cargos habrá para ése sector del radicalismo en el gabinete de Bonfatti.

La cumbre de Yalta debía haberse llevado a cabo el viernes en Rosario, pero el incesante desfile de radicales aliados y distanciados con Binner durante la semana hacia el despacho de Antonio Bonfatti hacia prever que algo venía brumoso; “solo hablamos del presupuesto 2012 y los 600 cargos para la reforma penal votados por diputados”, se excusó amigablemente uno de los cinco actuales senadores (de los cuales el 11 de Diciembre quedarán dos) visitantes del despacho del pronto Gobernador; otro compañero de bancada, mas locuaz, fue explícito: “ los socialistas no quieren hablar de cargos hasta después de la cumbre, y eso no es así, no vamos a caer otra vez en la trampa como Ricardo Alfonsín de que nos manejen los tiempos llevándonos a la raya”, clamó. Y el cónclave no se hizo.

A cuarenta días de la asunción de Antonio Bonfatti, los rencores larvados hacia el socialismo indiferente durante estos cuatro años, así visto por la facción radical no alineada, ahora entran en peligrosa erupción con riesgo de lava ardiente. Por lo pronto la nube de cenizas cubre el horizonte del FPCyS.

El génesis

La sangría del radicalismo comenzó cuando el socialismo, según la versión de los enconados radicales, no respetó los acuerdos de alternancia asentados en una voluntariosa acta suscripta con tinta indeleble allá por mayo del 2005 con Felipe Michlig titular de la UCR, y decidió ir en el 2011 por otros cuatro años con candidato propio.

Y tuvo su punto cúlmine este año cuando Jorge Henn aceptó ser el candidato radical en la fórmula socialista que enfrentaría al candidato partidario Mario Barletta; el colmo resultó ser Julián Galdeano, presidente de la Convención que había consagrado a Barletta candidato por unanimidad, que también traspuso la frontera pasando a integrar la lista de candidatos a diputados de Bonfatti junto a otros dirigentes del Movimiento de Afirmación Radical - M.A.R- de Santiago Mascheroni.

Tras la derrota – nunca digerida – de Barletta, las grietas en el radicalismo alcanzaron la magnitud de profundos baches, solo disimulados por la ocasional alineación con la candidatura de Ricardo Alfonsín con sentencia anunciada: el domingo 23 de octubre, en que las cosas retomaron su cauce, y la guerra fría paso directamente al campo de batalla; los reproches subterráneos (que ya habían comenzado a emerger después de las primarias nacionales del 14 de agosto) por la orfandad de cargos en el gobierno de Binner del Grupo Escarapela, salieron violentamente a la superficie en forma de pedidos solapados de puestos al sucesor Bonfatti.

Los radicales del “Grupo Escarapela” no están dispuestos a cederles nada a los socialistas y a sus correligionarios “oficialistas” (excentricidades de la versión 2011 del FPCyS donde se supone que todos debieran ser oficialistas), y ahora redoblan la apuesta pidiendo, incluso antes de acordar la participación en el gabinete de Bonfatti, que se arme la mesa de conducción colegiada del FPCyS con 3 integrantes por cada partido, de los cuales en la UCR dos deberían ser de Escarapela y uno del Cambio.

Por si esto fuera poco, el Grupo Escarapela va por cucardas nacionales, postulando a Mario Barletta como Presidente del Comité Nacional de la UCR; aunque no sería el único porque habría otro del alfonsinismo y aliados, intentando desplazar al futuro Vicegobernador Jorge Henn que tendría las mismas legítimas aspiraciones Barletta ya tendría el apoyo del nucleamiento que agrupa a los 400 intendentes radicales del país, entre los que hay una buena cantidad de delegados al Comité Nacional.

Todo esta movida de Escarapela tiene como encomiable motivo equiparar en poderío político a Hermes Binner quien, además de natural referente de la oposición nacional tras el alejado segundo lugar del pasado domingo, suponen Secretario General del Socialismo el año que viene.

Los radicales no alineados (con el socialismo) suponen que Bonfatti al estar en inferioridad de condiciones a partir del 10 de Diciembre con ambas Cámaras legislativas en contra, no tendrá más remedio que ceder estratégicas posiciones, actitud que no pudieron lograr con el inexpugnable Hermes Binner.

El 11 de Diciembre el radicalismo sentara 8 diputados, de los cuales la foto de hoy día muestra a cinco del Grupo Escarapela (Tessio, Boscarol, Dadomo, Martino y Pullaro), dos de El Cambio Continúa (Mascheroni y Galdeano) y el outsider Juan C. Millet; y siete senadores, de los cuales cuatro fichan con Escarapela (Michlig (San Cbal), Borla (San Justo), Marcucci (La Capital) y Marcón (Gral Obligado)) y los tres restantes (Enrico (Gral López), Giacomino (Constitución) y Rasetto (Iriondo) con el socialismo gobernante.

Asuntos irresueltos y enconos no digeridos desde hace cuatro años entre radicales y socialistas, y radicales entre si, están a punto de mellar aun mas el hoy por hoy artificioso frente gobernante. Peronistas abstenerse de festejar a cuenta. Su futuro no asoma más propicio que el presente descripto de sus adversarios en el poder.

1 comentario:

Lic. Baleno dijo...

Dura lex, sed lex. Es lo unico que se me ocurre decir al ver que se han abierto los comentarios.