Que más allá del clima de medios, la oposición no se despliega y el dominio del FPV nacional es creciente, se observa en diversos signos y síntomas a nivel nacional. El deterioro de Alfonsín hijo, creciente e inexorable provoca, por ejemplo, este tipo de derivaciones en Mendoza, el quinto distrito electoral ( 4 de cada 100 votos nacionales se realizan allí ) donde la UCR encabezada por Roberto Iglesias tiene chances de ganar la gobernación. Leemos:
Con duda y expectativa. Así están los radicales de Mendoza respecto del escenario nacional. En su boleta llevan como candidato a presidente a Ricardo Alfonsín, pero en octubre el hijo del ex presidente podría perder el “monopolio” de los votos radicales.
Internamente, varios sectores del radicalismo quieren “abrir el juego” y que la boleta del candidato a gobernador Roberto Iglesias vaya pegada a otros candidatos a presidente, con la idea de arrastrar más votos y darles alternativas a quienes apoyan a Iglesias pero no se sienten atraídos electoralmente con Alfonsín. El dilema se agudiza cuando ven las encuestas: en Mendoza, Alfonsín no remonta y funciona como “ancla” para Iglesias.
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