Me llega un análisis del compañero Gustavo Hurtado, de la mesa nacional del EDE, que refuta la tesis acerca del colapso de la estrategia de adhesión con autonomía que se plantea en Ramble, tesis que considera directamente una falacia.
Sostiene Hurtado que el kirchnerismo desborda ampliamente las fronteras del aparato del PJ y de casi todos los despliegues territoriales de los gobernadores peronistas, aunque esa identidad superadora, reconoce, es " amplia y difusa".
Sobre todo muy "difusa", si nos alejamos unos metros del círculo cuyo radio lo marca la avenida General Paz, agregamos nosotros. Y hablando ya en el terreno no de las sumas y restas de votos, sino de "lo real complejo", el análisis del EDE pretende fundamentar por qué la alianza con Heller, Ibarra, Cerruti y Yasky, por citar ejemplos emblemáticos, resulta el dispositivo adecuado para superar al viejo PJ y sus tentáculos provinciales, poniéndole adicionalmente límites a la temible burocracia sindical peronista, no menos añeja. Señala Hurtado:
Hace un tiempo que Artemio se empeña denodadamente en demostrar que la estrategia del EDE, de acompañamiento crítico del gobierno nacional con autonomía en la construcción política desde el Nuevo Encuentro, está condenada al fracaso. Ello se debería -según él- a que no es sino una variable más del puro oportunismo. La última versión de las diatribas antisabbatellistas de Artemio apareció en ocasión de analizar el aporte de Nuevo Encuentro a la reelección de Cristina (http://rambletamble.blogspot.com/2011/08/sabbatella-y-la-estrategia-de-adherir.html).
Su tesis podría ser consistente si no fuera porque se sostiene en una articulación de falacias. Como gran sofista que es, aplica un razonamiento incorrecto que aparenta ser correcto -apoyándose en las formas de la lógica pero sin aplicar de forma estricta sus mecanismos- para arribar a una sentencia que parezca válida. Lo hace de un modo que pretende persuadir al receptor de su mensaje, invitándolo a sentirse cómplice de un gran hallazgo analítico que no es sino una gran mentira.
“El voto cruzado EDE-Frente Progresista explica el motivo central del bajo nivel de empatía entre los electores de Cristina y Sabbatella, por lo que apenas el 50% del 5,7% obtenido por el candidato del EDE se asoció a la candidatura presidencial de Cristina Kirchner, un porcentaje de ellos atribuible al efecto confusión , inevitable cuando se comparte lista presidencial.”
No queda claro de dónde saca Artemio que el 50 % de los votos de Sabbatella se asociaron a Binner. Pero existe una operación muy sencilla para desbaratar este disparate y es sumar los votos de los pre candidatos a gobernador del FPV y los del de Nuevo Encuentro y cotejarlos con los obtenidos por CFK a presidenta en la Provincia de Buenos Aires. Incluso, ajustándolos a la proyección final sobre un supuesto 100 % de las mesas escrutadas. Así, vemos que si uno proyecta al total de las mesas los 4.129.046 votos obtenidos por CFK según el 94.51 % de las mesas escrutadas en el escrutinio provisorio, obtiene un número más certero sobre el total de votos reales obtenidos por la fórmula CFK-Boudou en la Provincia de Buenos Aires el pasado 14 de agosto: 4.368.899 votos.
Luego, si uno hace lo mismo para la categoría de gobernador, resulta que el FPV con las pre candidaturas de Daniel Scioli y Mario Ishii habría obtenido 3.830.172 votos, mientras que Martín Sabbatella alcanzaría los 441.311 votos. De la suma de los votos a gobernador de ambas listas que llevaron a CFK en la PBA resultan unos 4.271.483 votos, apenas 97.416 votos menos que el total obtenido por CFK para presidente.
De aquí se deduce que los candidatos a gobernador por el FPV aportaron el 87,67 % de los votos obtenidos por CFK en la PBA. Sabbatella, el 10,10 % y, aun resta un 2,23 % de votos obtenidos por CFK por fuera de ambas fórmulas. O, lo que es lo mismo, votos a CFK que optaron por otro o ningún candidato a Gobernador.
De estos números uno puede concluir que la inmensa mayoría de los votantes no sólo de Sabbatella sino también de Scioli y de Ishii confluyeron en el voto a CFK. Incluso, junto a otros más, ese 2,23 %, que no los eligió como candidatos a gobernador. O, lo que es lo mismo, un altísimo porcentaje de votos de los 441.311 votantes de Sabbatella aportaron masivamente al más del 53 % obtenido por CFK en el distrito.
Artemio pretende argumentar su hipótesis a partir del comportamiento del electorado moronense. Allí descubre, por un lado, una diferencia de 6840 votos entre los obtenidos por la precandidata a gobernadora Margarita Stolbizer y el propio Binner, en su carácter de precandidato a presidente por el Frente Amplio Progresista. Y se los adjudica a los votantes de Sabbatella que no habrían votado por CFK. Ahora bien, esos 6.840 votos representan tan sólo el 11,5 % de los 59.255 votos obtenidos por Martín Sabbatella en Morón y nunca el 50%, tal como pretende Artemio. Mucho menos el 50 % de los 441.311 de toda la provincia.
Pero Morón no es el municipio ideal para analizar el comportamiento del voto a Martín Sabbatella en toda la provincia ya que allí la hegemonía electoral de Nuevo Encuentro impide cotejarlo con los otros distritos. Para un análisis menos sesgado, es conveniente tomar otros distritos del conurbano.
A los fines de ajustar el análisis a parámetros similares, llevemos todos los votos de cada categoría al 100 % de las mesas escrutadas para cada uno de los distritos a analizar. Y tomemos como ejemplo al de La Matanza. Allí CFK obtiene con el 92,72 % de las mesas escrutadas 398.896 votos. Es de esperar, pues, que escrutadas el 100 % de las mesas del distrito CFK se acerque a un total de 430.916 votos. Por su parte, las precandidaturas de Scioli, Ishii y Sabbatella pasarían de 296.911 a 333.645, de 25.853 a 29.052 y de 43.126 a 48.462 respectivamente. La suma de todas ellas alcanzaría 411.159, unos 19.057 votos menos que los obtenidos por la fórmula Cristina Fernández de Kirchner – Amado Boudou.
No se verificaría aquí la pérdida del 50 % de los votos del Nuevo Encuentro, sino que incluso habría casi 20.000 matanceros que votaron a CFK sin hacerlo por ninguno de sus precandidatos a gobernador.
Algo similar se verifica en Florencio Varela, por caso, donde CFK obtuvo el 71,26 % de los votos (125.001 al 92,09 de las mesas escrutadas), que pasados al 100 % de las mesas equivaldrá a 135.738 votos. Por su parte, y siguiendo el mismo procedimiento de proyección al 100 % de las mesas, la suma de los votos de los precandidatos del FPV y el de NE dará 120.029 votos. Así, en el corazón profundo de la Tercera sección electoral, los precandidatos a gobernador de CFK conquistarán 15.708 votos menos que ella.
En Lanús sucede otro tanto, CFK obtuvo el 52,07 % de los votos (134.979 del 93,16 de las mesas escrutadas), que llevados al 100 % de las mesas equivaldrán a 144.889 votos. Realizando la misma proyección, Scioli e Ishii sumarán 121.915 votos, los que contados junto a los 13.670 de Sabbatella alcanzarán los 135.585. O sea, CFK alcanzará en Lanús unos 9.304 votos más que sus precandidatos a gobernador.
Podemos seguir así distrito por distrito y verificaríamos que, salvo en los partidos en los que el voto tiene un comportamiento distinto al del conjunto de la Provincia debido a características particulares (e.g., Morón, Vicente López, entre otros), en la inmensa mayoría de la Provincia de Buenos Aires los votos que obtuvo la fórmula presidencial Cristina Fernández de Kirchner – Amado Boudou es equivalente a la sumatoria de los votos de los precandidatos a gobernador por el Frente para la Victoria y el de Nuevo Encuentro. E, incluso, un poco superior a dicha suma. Lo que echa por tierra la falacia de Artemio López respecto de la fuga del 50 % de los 441.311 votos de Martín Sabbatella a la fórmula Binner – Morandini.
Otro dato significativo del aporte del Nuevo Encuentro a la reelección de CFK puede encontrarse en los 115.000 votos obtenidos en la Ciudad de Buenos Aires en ocasión de la elección de Jefe de Gobierno y diputados porteños que en aquella lejana ocasión del 10 de julio pasado estuvieron asociados al FPV. Si bien no fueron simultáneas, es esperable que -al igual que en la Provincia de Buenos Aires- la inmensa mayoría de los votantes porteños de Nuevo Encuentro hayan votado por la fórmula que encabezó CFK en las PASO. De esta manera es probable que el aporte general de Nuevo Encuentro pueda ser mensurado en más de 550.000 votos tan sólo en la PBA y la CABA.
La importancia de los votos aportados en las primarias por el Nuevo Encuentro para la reelección de CFK se visualiza mejor cuando uno recurre a ciertas comparaciones o equivalencias. Como advirtió Cristina en el cierre de campaña, los votos se cuentan de a uno. Así se puede apreciar que los 441.311 votos de Sabbatella equivalen a la suma de los:
167.766 votos aportados por Gildo Insfrán de Formosa
205.618 votos aportados por José Luis Gioja de San Juan
67.120 votos aportados por Luis Beder Herrera de La Rioja
Tres de los gobernadores del FPV que con mayor claridad formulan en materia de derechos humanos, inclusión social y de seguridad, políticas públicas que antagonizan con lo que expresa el rumbo abierto en el país a partir de mayo del 2003.
Otra equivalencia que se puede hacer respecto del aporte del Nuevo Encuentro a la reelección de Cristina es en relación a los votos obtenidos por la fórmula que ella integra en las provincias patagónicas, con excepción de Río Negro, de donde surge que los 441.311 votos de Martín Sabbatella en la Provincia de Buenos Aires se corresponden con la suma de los:
160.648 de Neuquén
137.557 de Chubut
92.075 de Santa Cruz
40.045 de Tierra del Fuego
En fin, se podrían seguir buscando equivalencias que permitan visualizar el aporte de Nuevo Encuentro a la profundización del rumbo de integración latinoamericana, de promoción de derechos, de inclusión social y la perspectiva de derechos humanos que encarna hoy la reelección de Cristina Fernández de Kirchner. Siempre será un trabajo más enriquecedor que el de construir falacias para invisibilizar dicho aporte.
Artemio fuerza la realidad manipulando los números de las PASO en Morón para relativizar el aporte del Nuevo Encuentro a la reelección de CFK, y lo que logra es defender la idea de quienes pretenden encorsetar y achicar al kirchnerismo dentro de los límites que le impone la hegemonía del aparato del PJ al Frente para la Victoria en la inmensa mayoría de los territorios provinciales y municipales.
Se resiste a percibir que el kirchnerismo es algo más difuso y amplio. Que crece también por fuera de esos límites. Y ese afuera requiere de un instrumento político para expresarse. Negar el aporte del Nuevo Encuentro al proceso que hoy vive la Argentina es tan vano como exagerarlo. Hemos favorecido que centenares de miles de argentinos puedan expresar su apoyo a la fórmula CFK – Boudou. Ni más ni menos que eso.
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