Desagregado por cordones socioeconómicos el despliegue electoral de las fuerzas en competencia en el ballotage porteño, muestra un retroceso de la variante neo progresista en todo el distrito .
La hipótesis a considerar ya no es de caracter funcional , sobre la modalidad de la campaña o el candidato (que por otra parte hizo lo posible en soledad de sus aliados distritales que una vez obtenido el resultado de primera vuelta, ya no lo acompañaron con la intensidad adecuada).
Se trata del quiebre definitivo de la conceptualización de la Ciudad de Buenos Aires como distrito homogéneo, dominado por segmentos medios integrados a los que se debe interpelar, defensores de "lo público" , escolarizados , con las agendas sofisticadas comunes de los sectores socialmente satisfechos , estereotipos dominates del imaginario progresista de mediados de los años noventa.
Esa modalidad de representación ha colapsado en tanto esos segmentos han dejado de exitir mayoritariamente en la CABA, por lo que el viejo progresismo y su discurso ya no interpela a segmentos medios, donde se observa en las imágenes de apertura (click para agrandar)pierde de manera muy notable, tampoco a segmentos medios altos donde es derrotado fuertemente, ni a sectores vulnerables donde es vencido , retrocediendo globalmente año tras año.
La paradoja es que contemporáneamente al predominio de Cristina Kirchner en la CABA donde toma 45% de votos presidenciales , hegemonía electoral que hasta hizo desistir a Mauricio Macri de su candidatura presidencial , como contraparte, la fórmula distrital del FPV replegada en la cultura progresista tradicional de mediados de los noventas, sufrió una nueva y extendida derrota , muy contundente y aún más grave que en el año 2007.
Así las cosas, es fácil ver que el populismo kirchnerista, representado por Cristina desborda de manera plena en preferencias electorales a las variantes progresistas distritales. Es el momento de iniciar un debate y ensayar una contrucción que ponga en línea a la CABA conurbanizada en gran parte de su territorio, con la expresión electoral plena del populismo kirchnerista y deje de ser furgón de cola de los viejos, respetables, pero derrotados progresismos, tal como lo señalamos oportunamente acá, cuando todo era una fiesta de la distribución del ingreso. En Ramble no hacemos leña del árbol caído.
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