5/05/2011

la ucr y la ley de perpetuidad

A propósito de la autoría de esta bonita ley de perpetuidad de la mayoría oficialista en los concejos deliberantes bonaerenses que tanta polvareda despertó, el compañero Jorge Landau, en recuperación franca de las dentelladas --a diferencia del dogo, que pese a los cuidados intensivos que se le propician , no arranca--, nos comunica que el autor fue Juancho Portesi, ministro de Gobierno de Alejandro Armendáriz, gobernador bonaerense en épocas de Raúl Alfonsín, en el lapso 1983-1987.

Portesi supuso que la UCR gobernaría 100 años (ay!, falló) y acuñó para aquella larga e imaginativa estadía, la brillante pieza jurídica de perpetuación que, más allá de críticas formales, asigna gobernabilidad a los municipios bonaerenses que, con el intendente en minoría, se tornan inmanejables, dicho sea de paso.

Obviamente, cuando el zorro peronista Antonio Cafiero gana la gobernación en el año 1987, a lo hecho, pecho, y la ley se siguió usando, tal como la usa Sanatella en Morón, pero él, referente de "lo nuevo", lo hace contradiciendo su alta visión de la política y la moral pública, actúa como caudillejo.

Debería Sanatella haber dicho NO! y, subido a su banquito, sostener que esa ley no pasará, que es atentatoria de los intereses ciudadanos, de todas y todos, quienes y quienas, que burla la voluntad republicana que NO...! pero, pero, pero, hizo mutis por el foro y la usa como cualquier baronete del conurbanete.

A la final, los progres no elevan el techo ni nada...!: resulta que "lo nuevo" agarra y termina usando herramientas de "lo viejo", esos nefastos partidos burgueses al servicio de "lo malo". Desilusión es poco. Pssss!

3 comentarios:

kebradeño dijo...

siempre gastando polvora en chimango apunta a las fieras

Esculapio dijo...

Modernización de lo arcaico; arcaización de lo moderno

otravezsopa dijo...

Te imaginás a Sabatella o a cualquier intendente o candidato rechazando una ley de la provincia, subido a un banquito en la Plaza, junto al monumento a San Martín??
Sería bochornoso que un intendente se opusiera a una ley de la provincia, por razones de moralidad política. Cafiero no fue el único. También fue Scioli, y antes Solá, y Rucucu, y otro ídolo peronista, ese que aceptó ser candidato si le daban 600 palos verdes para el conurbano... Uf..