3/10/2011

la unica realidad (no) es (mi) verdad...entre blumberg y la distribución del ingreso...

Leemos: Lo que quiere ver la sociedad de la policía es la traza de su accionar. Sobre esa inquietud se enlaza la lectura estatal que hacen los intendentes de la PBA. Si en algún momento León Arslanián pensó una policía comunal para municipios con baja densidad poblacional, hoy la realidad indica que los dos distritos más poblados del conurbano, La Matanza y Lomas de Zamora (que aportan algunos votitos a la elección de 2011) tienen sus propias patrullas locales de seguridad.

En ambos casos, las policías departamentales han agradecido esa decisión política porque aporta una colaboración indispensable para trabajar en la fase preventiva que las fuerzas de seguridad bonaerenses no pueden colmar. Desde ya, los municipios bancan económicamente (compra de vehículos, pago del personal, logística operativa -GPS, radares y toda red de comunicación-, combustible) este cuerpo policial; por esa razón el intendente lomense Martín Insaurralde (de muy buena gestión) debió aumentar al doble la tasa municipal y meter un cargo fijo por tasa de seguridad.

En los municipios que todavía no tienen patrullas comunales, la demanda social de seguridad (que los intendentes enfrentan todos los días) hizo que la inversión con fondos municipales creciera exponencialmente para la compra de patrulleros y equipamiento tecnológico (el caso de Darío Giustozzi en Almte. Brown, que después de Mussi, es la mejor gestión del conurbano sur). No es necesario aclarar que la institucionalización de la policía municipal en ningún caso supone un reemplazo de las funciones de la policía bonaerense. Es más: la creación de una policía municipal no resuelve los problemas institucionales y operativos de la policía provincial, sino que intenta llenar el espacio deficitario que los gobiernos nacionales y provinciales dejaron a la tácita responsabilidad de los intendentes. Hay una realidad: a los municipios les tiran el fardo de la inseguridad, pero les sustraen las atribuciones políticas para enfrentar esa responsabilidad. La institucionalización de una policía comunal solucionaría esa parte del problema, porque la prueba concreta de que ahí hay un problema es que existan policías locales de hecho.

Es decir, la necesidad de una policía comunal (a la que cada distrito pueda adherir voluntariamente en el marco de un convenio provincial) es independiente de todos los cambios que se deban hacer en la policía bonaerense. Algunos que están en contra de las policías municipales esgrimen esta falsa oposición con la Bonaerense que en realidad no se registra allí donde las dos policías existen. Que lo digan, si no, Fernando Espinoza e Insaurralde.

Post completo aca.

No hay comentarios.: