1/08/2011

dos miradas críticas sobre el peronismo territorial

  1. Leemos: El diputado por el Nuevo Encuentro Martín Sabbatella se manifestó a favor de "achicar la distancia entre el universo de ideas que ordena el rumbo del país y las realidades provinciales y municipales" y sentenció que "el 2011 tiene que ser el año en que gane Cristina Fernández", de cara a los comicios de octubre próximo... Por eso insistió en que "es necesario poner en sintonía las construcciones provinciales con lo que está pasando a nivel nacional". Sabbatella recordó además "la necesidad de construir un amplio espacio progresista, nacional y popular que sea capaz de profundizar las transformaciones". A su vez, agregó que "hoy, el gran desafío que vivimos los argentinos es que este momento sea fundante de una nueva etapa del movimiento nacional y popular que protagonice el presente y el futuro de nuestro país, y que no quede sólo como un buen período de nuestra historia que recordemos con nostalgia".
  2. Leemos: El 80% de los intendentes va por la reelección. 24 de los 30 jefes comunales del conurbano buscará otro período. Los intendentes del conurbano se preparan para mantener vivo el poder. A una semana de iniciado el año que definirá sus futuros políticos, la mayoría de los jefes territoriales más influyentes de la Argentina están listos para planificar su principal obsesión electoral: la reelección. Hasta ayer, según un relevamiento de La Nación en los distritos clave, 24 de los 30 intendentes principales del Gran Buenos Aires ya trabajan para quedarse cuatro años más al frente de sus municipios. De ese grupo, 20 son aliados del Gobierno. Y tendrán un rol fundamental en una región que alberga a casi 7 millones de electores y definirá el rumbo de los próximos comicios.

Es tradicional la crítica a las estructuras territoriales del PJ por parte de la oposición, es su derecho. La debilidad del planteo, a nuestro juicio, reside en suponer que ese señalamiento externo interviene positivamente al interior de la fuerza populista y, tal vez, el límite más preciso a estos cuestionamientos es que todas esas construcciones relativamente decepcionantes para la mirada progresista o conservadora, todas esas referencias territoriales justicialistas, sean provinciales o municipales, han sido votadas, la mayoría de manera plesbicitaria por la comunidad de referencia.

Aun con sus contradicciones, el peronismo -a diferencia del progresismo y la derecha conservadora que son una monada- las tiene y muchas, se sabe. Es más, es evidente que polos de esa contradicción y el vastísimo arco de opciones que en medio se desarrollan resultan el soporte material (a nivel sindical y territorial en sus dimensiones provincial, municipal, barrial) del proyecto nacional que despliega Cristina y, en este punto, surge otra contradicción, una más pero que le cabe al progresismo aliado-crítico-autónomo-colector: Cómo "apoyar sin retaceos" un proyecto nacional electoralmente mayoritario, dicho sea de paso, articulado sobre experiencias territoriales y sindicales juzgadas tan decepcionantes cuando no reaccionarias o como se lo llame? Suena, si no oportunista, al menos extraño.

Les dejo la inquietud.

4 comentarios:

Cristian Carricajo dijo...

Eso es lo que siempre voy a respetar del peronismo, el buen manejo de la contradicción.

Una vez el Negro Dolina dijo que se alejó del marxismo y se acercó al peronismo porque este último tenía "capacidad de comprender el desatino" y podía convivir con los enemigos; en el marxismo al enemigo se lo enfocaba como algo que tarde o temprano iba a haber que aniquilar por completo.

La verdad que tiene su razón, yo como marxista reconozco que tengo poca capacidad para "comprender el desatino". Trato de hacerlo lo mejor que puedo, pero no lo llevo tan instintivamente como lo llevan los justicialistas, que va a ser.

El problema es que esta convivencia semipacífica con el desatino no es gratuita. De tanta batraciofagia, se corre el riesgo de pensar que eso no constituye un sacrificio necesario y temporal sino una respetable especialidad gastronómica.

Hegel decía que "comprensión es dominio". Si se "comprende el desatino" puede entenderse que debería dominarse el desatino.

Si entendemos que el desatino es lo reaccionario, lo opuesto al progreso del pueblo ¿Hasta que punto ha dominado el justicialismo al desatino? ¿Hasta que punto se ha dejado dominar?.

Todo bien con tener los votos muchachos,pero discúlpenme, creo que no alcanza con eso.

Dr. Gonzo dijo...

Artemio, totalmente de acuerdo, sobre todo en esto: "Cómo "apoyar sin retaceos" un proyecto nacional electoralmente mayoritario". Sobre esto, sería interesante que te pronunciaras sin retaceos sobre la actitud del "peronismo" Federal santafesino, que se niega irresponsablemente y deslealmente a apoyar a Cristina, como exige con toda razón y derecho el compañero Agustín Rossi. Aquí no se puede ser equidistantes: un peronismo que no apoya al peronismo en el poder no es peronismo, es otra cosa.

ernesto dijo...

Que el Peronismo se diferencie de la derecha cosevadora , es solo posible a traves de experiencias como las del Kirchnerismo.

Si Reuteman hubiera aceptado la propuesta de Tachuela el PERONISMO SERIA LA EXPRESION DEL NEOCONSEVADURISMO COMO LO FUE EN LOS 90.(Y EN LOS 70 CON LOPESSITO INCLUIDO)
NESTOR LO ADVERTIA CONTINUAMENTE , las fuerzas conservadoras quieren apropiarse del PERONISMO PARA PONERLO AL SERVICIO DE SUS INTERESES.
eL "PERONISMO POR SI MISMO NO DEFINE NADA" , puede ser un superconsevador como puerta , de narvaez , urtubey, reuteman ,MENEM, RODRIGUEZ S.A
CARNEROS como barrionuevo ,pedraza y momo venegas o gente Valiosa como el gran hugo MOYANO , PIUMATO ,EL CHIVO ROSSI , ANIBAL Y TANTOS MILLONES QUE ENTIENDEN AL PERONISMO COMO EL PARTIDO DE LA "JUSTICIA SOCIAL Y LA DISTRIBUCION"

uno dijo...

Creo que escuché el discurso que se cita de Sabatella, es el que dio con Heller, Filmus, etc no?

Me parece que el ejemplo más importante que dio es el de Formosa, Insfran es Kirchnerismo? Me parece que se refiere más que nada a eso. Dudo que tenga una visión inocente de lo que es el conurbano y sus barones habiendo sido él intendente de Morón.