la grieta santafesina

El paulatino desmoronamiento de las expectativas nacionales de la fórmula del Acuerdo Cívico y Social, hablamos de la encabezada por Ricardo Alfonsín --porque el tío Cleto ha pasado a mejor vida y no le da ya ni en Mendoza-- , tras la consolidación de Cristina como ganadora en primera vuelta en todo el territorio nacional ( con excepción de San Luis, como ya observamos, jejeje), aceleró las crisis territoriales del espacio panradical.

Uno de los primeros efectos de la caída a pique de las expectativas electorales del Acuerdo a nivel nacional , tal como anticiparamos en Ramble hace unas semanas, se observa sobre la política de alianzas en Santa Fe, provincia emblemática del Acuerdo, cuyo sostenimiento adquiere una complejidad digamos que, al menos, notable. Al respecto, recibimos este trabajo de Darío Schueri , sobre el matadero republicano, que queremos compartir con los compañeros y compañeras. Cómo que no!

La decidida intención del intendente de Santa Fe Mario Barletta de disputarle la gobernación al socialismo, avalado por la Convención Radical y numerosos dirigentes territoriales llevó a ése sector a jugar muy fuerte, hasta llegar al extremo de pegar afiches con la fotografía de Barletta junto a Binner con la leyenda: “Barletta a la Provincia, Binner a la Nación”, que causaron asombro y disgusto en la Casa Gris, porque el mismo slogan, pero con el nombre del candidato de Binner Antonio Bonfatti, iba a formar parte de la estrategia socialista.

Barletta los “primereó” y es muy probable que haya terminado de romper los frágiles puentes que podían haber existido con el socialismo gobernante. “Eso no se hace”, fue todo lo que dijeron desde el gobierno.

Así planteadas las cosas, el socialismo residente en la Casa Gris, preocupado por la por ahora inamovible decisión de Rubén Giustiniani de avanzar en su precandidatura a Gobernador, está terminando de anudar acuerdos con el intendente Rosarino Miguel Lifschitz para que se sume a la cruzada binnerista (¿cómo candidato a Senador por Rosario?) y obligue a “Pechito” Giustiniani a ceder posiciones y entender que el verdadero adversario dentro del cada vez mas debilitado Frente es el radicalismo que apoya a Barletta, (quienes aseguran que Giustiniani muy pronto estará de su lado), y no los propios socialistas.

Advertidos de la improbable posibilidad de llegar a un consenso, y sin mas remedio que ir a internas, el socialismo gobernante salió a la caza de radicales díscolos y futuros despechados, en el convencimiento de que jamás el radicalismo llevará un candidato a ViceGobernador socialista, pero ellos sí llevarán un Vice radical. La paciente faena de equipar las ambiciones de gloria de ansiosos radicales que no promocionarán en la estrategia oficialista, comenzó por los Departamentos San Cristóbal, San Justo, La Capital, muy pronto General Obligado, General López, y aseguran que habrá mas fechas.

Mientras, Barletta asistió al lanzamiento de Ricardo Alfonsín, quien había señalado que le gustaría ser acompañado en la fórmula por el Gobernador santafesino, y este lunes firmará un acuerdo “programático” (o sea repartija de lugares en la lista de diputados) con el ARI de Carlos Comi.

A todo esto, Binner tiene que resolver qué hacer con el presente griego que le tiraron los senadores peronistas: la reglamentación de la Ley de Boleta Unica. Afloran dificultades prácticas, técnicas y jurídicas que por lo visto podrían tornar imposible su aplicación en este turno electoral, pudiéndose trasladar recién para el 2013 cuando las elecciones sean menos complejas.

Todo esto acompañado del presupuesto 2011 que sectores reutemistas desearían aprobar, no sin antes hacer algunas correcciones, mientras obeidistas y kirchneristas endurecen posiciones. Son los últimos seis mil millones de dólares de los que dispondrá Binner en un año electoral.

Poca plata!