Las interpretaciones del discurso de Cristina son variadas, la mejor es, sin duda, la desplegada por el inefable profesorrrrr, pero ninguna no escapa a la lectura que cada comentarista tenía previamente del proceso abierto por Néstor y continuado por la Presidenta.
Nada ha cambiado sustancialmente, ni nadie esperaba cambio, no en la ciudadanía que se ha volcado de manera muy contundente a solidarizarce con Cristina, y eso se observa en todos lo relevamientos de opinión.
Nos referimos a posiciones ideológicas duras de formadores de opinión y dirigentes variopintos. Las posiciones son las mismas, y así es la política, no hay nada que conmueva lo suficiente para provocar cambios genuinos permanentes en la dirigencia.
Elemental, no hay que pedir ni dar tregua tampoco en materia de divergencia de posiciones. Sin embargo, esta persistencia de opiniones rígidas da lugar a lecturas divergentes y hasta divertidas del mismo episodio.
Así hoy leemos a Eduardo Van der Koy en Clarín:
Tampoco se recuerda otra ocasión en que haya recurrido a un papel con apuntes para hablar, para guiarse. Si algo distingue a la Presidenta es su capacidad y pulcritud para armonizar el lenguaje de memoria. Aquellos apuntes a los que recurrió parecieron tener que ver, en su breve discurso, con agradecimientos precisos que no deseaba olvidar.
Y en el mismo matutino leemos a Guido Braslavsky:
Como hace la inmensa mayoría de las veces en sus discursos, la Presidenta habló sin leer, y si bien improvisó, sabía qué quería decir. La intención fue dar un mensaje espontáneo: no importaron los quiebres de voz, que un mechón rebelde le tapara o le hiciera sombra por momentos en el ojo derecho, o que mirara hacia abajo y se acariciara una mano con la otra, como nerviosamente aunque no lo estuviera.
Esa incógnita defivinitiva, radical y decisiva quedó: Leyó o no leyó Cristina? Tremendo interrogante, veremos qué sucede con el correr de los días. Mucha incertidumbre, da cosa imaginar el futuro...
10 comentarios:
No hay magia, ni acto divino, ni nada que pueda convertir a las aves de rapiña, carroñeras en palomas de la paz, ni a las hienas en rintintin, ni a los tiburones en fliper.
Los soretes siempre huelen a mierda...
¿Leyo o no leyó Susana Giménez? Ahí hay otra, eh, ojo.
Vandercurroy registro otros importantes cambios en Cristina, pero se los guardo para otro editorial. Por ejemplo: la respiración de la presidenta sonaba muy agitada. La toma de aire y la exhalacion del mismo, antes de enfatizar una frase, fueron notorias en su desacople armónico, y sin duda, representan el conflicto y el vacio de poder, ante la sangrienta interna justicialista, en donde el villano Moyano va por todo, contra el buenazo del Dani, que se quiere ir al peronismo federal y no lo dejan...., no lo dejan los escasos votos que tiene el peronismo federal. Tambien al correrse un mechon de la cara, Vander, decodifica politicamente, que ello significa correrse la crispación de su difunto marido, y estar dispuesta a aceptar la libertad de concentracion de prensa del gran holding argentino.
Asimismo Guido Braslavsky columnista del mismo diario, notó que la respiración era igual que siempre, incluso más armonizada, y que Cristina se corrió el mechón de la cara, porque le estaba molestando a la altura de las pestañas.
Ampliaremos porque el periodismo independiente tiene todas las respuestas...a la vez.
Ya le dije,escuchamos el discurso en familia.
Mi señora fue la que sintetizo el sentimiento de todos.
Es lo que esperaba y mas.Una mujer con un enorme dolor y mucha fuerza
Leyó o no leyó Susana?
Los tipos como Van der Kooy, Grondona, Morales Solá, Pagni, ¿Se pegan un nariguetazo o no, antes de escribir sus editoriales-ficción?
Los tipos como Majul, ¿Son o se hacen?
Carrió, ¿Murió o enmudeció?
TNnbaum y Sanata, ¿Defienden al más débil o defienden sus kioscos?
Si loco! No voy a poder dormir! Leyó o no leyó!!??
Creo que Varsky dijo algo como: ya no es si te gusta, estas deacuerdo o no con lo que escriben, es que ahora escriben sobre un país que no existe.
En todas las columnas de estos tíos debería figurar luego del título: "basado en hechos reales". Así disfrutamos una buena ficción como se debe.
Disfruten el viaje.
Vamos a andar.
En la lucha de la coherencia contra la perversidad y la malicia, de los sectores conservadores de derecha, siempre es el pueblo quien pone los muertos, pero también, siempre es el pueblo el que pone los héroes, los grandes hombres, los rebeldes, el pueblo siempre pone a los imprescindibles.
Tenemos al Zorro y a Robín Hood, a William Wallace y a Superman, sin embargo, el mundo se empecina en poner las reglas al revés, el mundo está dado vuelta, torcido y arrugado, por que los héroes, los que tienden al bien del otro con firmeza, solo pasan en las películas ¿Saben por qué? Porque así queremos que sea, así queremos que el mundo sea, como en las películas, pero no nos dejan, esos locos con carnet no nos dejan, nos frenan, nos duermen, nos atontan y nos colonizan las ideas, nos hacen creer que el mundo se reduce a las tetas y a los autos, nos dicen que el éxito en la vida, son los ceros en el banco. Nos mienten.
Sin embargo, en el medio, entre un renglón y otro, algo pasa, algo cambia, nosotros cambiamos. Nosotros que somos los jóvenes del 2001, nosotros que vimos a nuestra sociedad caer o desparecer, nosotros que queremos con bríos inimaginables que la patria de los poderosos se hunda y, que de las cenizas, vuelva el pueblo olvidado. Nosotros tuvimos la suerte de vivir y respirar el mismo aire que Néstor respiro y, gracias a él, despertar de ese letargo casi eterno.
Si, la película vino por nosotros, tuvimos la suerte de vivirla, conocimos a Néstor, ese que velo por los prisioneros del hambre, condenados a ver la vida pasar por el televisor, ese Néstor que le sacudió el polvo a las ideas, ese que presentó un mundo donde las personas valen más que las cosas y se burlo de los miedos que dominan con los medios, ese que nos educo para no someternos a la biología del blanco capital y nos devolvió el mundo que, creíamos, nos había postergado al peor de los olvidos. Si, tuvimos a Néstor, ese personaje cuerdo de atar, que nos dio un tilín enorme de ilusiones y pasiones, ese que nos dejo huérfanos pero listos y, por suerte, bien despiertos.
Los jóvenes tenemos que militar, tenemos que inundarnos de cultura y discernimiento, para ocupar un lugar, el nuestro.
Tenemos que defender a Néstor, donde quiera que este, y, por sobre todo, a la maravilla de mujer que nos deja.
Militemos, llenemos las calles de nosotros y, con virtud, determinemos el futuro del país, es lo menos que le podemos devolver a Lupin, el presidente eterno.
Y gracias, muchas gracias, por respirar conmigo el mismo aire.
¡Hasta siempre!
Gonzalo Pereyra Saez
“Vamos a andar, hundiendo al poderoso, alzando al perezoso, sumando a los demás”
03 de noviembre de 2010
El que nunca leía sus discursos era Herminio Iglesias
Publicar un comentario