Recibimos el Informe sobre ejecución presupuestaria en obra pública del gobierno de la Ciudad al 30/06/2010, elaborado por la Fundación Estado, Trabajo y Producción, que muestra una arista notable del bochorno de gestión que golpea a la Ciudad. Leemos en el informe:
Al analizar la ejecución del Presupuesto 2010 de la Ciudad de Buenos Aires al primer semestre, se desprende una primera conclusión: en términos generales el porcentual devengado es bajo, pero esta cuestión cuantitativa se ve agravada por el hecho de no realizar la inversión en imprescindibles obras de la ciudad que ya cuentan con financiamiento público.
Esto es, contando con un presupuesto aprobado de casi $ 3.000 millones para obras públicas, los gastos de capital en la primera mitad de año fue de sólo el 25% ($ 727 millones). Como ya denunció oportunamente la Fetyp, en el primer trimestre la ejecución había sido sólo de un 7%.
En lo presupuestado se debe contemplar el endeudamiento aprobado de U$S 475 millones --de los cuales U$S 300 millones se deberían destinar a obras en el Subterráneo de la ciudad, y U$S 175 millones al Fondo de Infraestructura Social (FOISO). La actual crisis en el sistema educativo y de la salud de la Ciudad en parte se debe a la no ejecución de las obras del FOISO, especialmente en escuelas secundarias y en hospitales.
Desagregando la ejecución presupuesto del primer semestre también se observan nuevas situaciones que confirman un diagnóstico previo de la FETYP: no sólo que el actual gobierno de la Ciudad es ineficiente, sino que gasta mucho en cosas pocos importantes para la gestión, sino que también, como estamos viendo, es ineficaz: no ejecuta los recursos para obras imprescindibles.
En efecto, las tan necesarias, como saben miles de porteños, obras de infraestructura de la red pluvial se ejecutaron en el primer semestre sólo en un 18% (se han invertido menos de $77 millones sobre una partida de $ 424 millones de la ley de presupuesto 2010).
En Infraestructura y Equipamiento del Ministerio de Salud, sólo $6,3 millones sobre $150 millones aprobados en la ley de presupuesto (representando el 4,2%), con el agravante de que se realizó un recorte de $95 millones al presupuesto original.
El Ministerio de Educación muestra peores resultados en sus gastos de capital, con una ejecución del 7,4% en Infraestructura y Equipamiento durante el primer semestre, que significan $32,7 millones, sobre $441,3 aprobados, y en construcción se ejecutaron únicamente $15 millones sobre un presupuesto de $ 337,8 millones (es decir, el 4,5%).
Subterráneos también está muy por debajo de lo previsto, pese a tantas promesas de Macri. Sólo se han ejecutado $72 millones, un 48% del presupuesto sancionado, y a pesar del endeudamiento, ni siquiera se llegó a ejecutar la totalidad de la asignación específica de fondos de la Ley Nº 23.514. Como decíamos antes, esto es una muestra más de la ineficacia e imprevisión del gobierno de la Ciudad: un área solicitó un endeudamiento cuyos fondos no está en condiciones de invertir, y que, dada su incapacidad, tiene previsto cederlos en forma por demás ventajosa a AUSA (Autopistas Urbanas).
El gasto es sesgado y desigual. Dentro del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, con un promedio de ejecución total del 52,8%, se observa que los Servicios de Higiene Urbana superan cualquier promedio de ejecución imaginable, con un 65%, lo que confirma que a pesar de tener un presupuesto aprobado de $1.177 millones -seguramente vía redeterminación de precios y otros ajustes-, el área superará los $1.500 millones en gastos para el corriente año. Ello contrasta con 18% de ejecución de obras de infraestructura de la red pluvial, perteneciente al mismo Ministerio.
Un caso particular y que, dada la emergencia habitacional de la ciudad, habla claramente de la desidia con que se trata este tema y sobre a qué le da prioridad el GCABA dirigido por Macri, es el caso del Instituto de la Vivienda, que ha ejecutado un escaso monto de $ 26,3 millones sobre $ 409 millones sancionados. Esto significa una ejecución de apenas 6,4% del mismo.
En síntesis:
La ejecución presupuestaria del primer semestre 2010, como toda la gestión iniciada el 10 de diciembre de 2007, corrobora la concepción del actual gobierno: mientras se invierte muy poco en obras imprescindibles para la población, se gastan mucho recursos en los importantes sobreprecios que se han pagado en las obras y manutención de pavimentación y veredas, y en el mantenimiento de la ciudad (recolección de residuos, alumbrado, limpieza de sumideros, mantenimiento de los espacios verdes, etc.), como lo demuestra la sobre ejecución de los contratos de higiene urbana,
También se incrementó sideralmente el gasto político a partir de haber incorporado asesores y personal jerárquico, con altas remuneraciones, y de haber creado innecesarias agencias gubernamentales que ni siquiera cumplen con sus misiones y funciones. Tal es el caso de la Agencia Gubernamental de Control, que debería haber supervisado la obra que se derrumbó del edificio para gimnasio en el barrio de Villa Urquiza, que costara la vida de tres ciudadanos. Se recuerda que además un juez federal allanó las dependencias del gobierno porteño por haber designado como jefe de inspectores de Protección del Trabajo a un hombre sin especialización en Higiene y Seguridad del Trabajo, como exige la ley.
5 comentarios:
Que buen ejemplo, es la gestión de CABA
La meritocracia, tan ansiada de la dirigencia empresarial argentina puesta a administrar lo público.
Los muchachos hacen agua, será que no pueden coimearse así mismos como cuando lo hacen en sus exitosas en sus empresas.
Fe de erratas: perdón donde hablo de coimas, me equivoqué, cuando lo hacen ellos se llama lobby empresarial.
Saludos.
De quien es esta fundación?
Se podrá conseguir el informe completo?
Más motivos para que quienes lo votaron, sigan haciéndolo, porque quieren eso los televidentes de la Sra., boulevars, metropoliteishon, pro streets... ah! y están MUY en desacuerdo con los vagos de la toma que hacen que Bullrich se haga malasangre che!
Abrazo.
Macri, pagame el subsidio por la inundación.
Quince días dijiste!
No servís ni pa populista.
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