Silencio.
Que hoy acarreo con cientos de lágrimas iguales de dolorosas a las de cada día desde esa fecha en que emprendiste el viaje, sólo, con mirada ausente y un cuerpo que se nos escapaba como un puñado de arena entre los dedos.
Silencio.
Que traigo conmigo el mismo nudo en la garganta de aquel mediodía en que mojé tu rostro aún tibio sin querer dejarte ir... qué ingenua, ya lo habías decidido.
3 comentarios:
Le dije a Inkorregible, aunque algo habré hecho mal porque no le llegó el mensaje, qué triste...
Le dije también que no tenía pensado llorar el día de hoy (quizá porque quiera afrontar con alegría y fortaleza la marcha de hoy) y que ella provocó ese acto espontáneo. Que lindas las lecturas hermosas.
Besos y gracias Art por llevarme a ese blog.
Je, y encontré un tesoro en la blogósfera...digamos
salu2!
Y yo sin enterarme de tan inmerecido honor.
Muchas gracias Artemio, para mi este gesto tiene un gran valor que quizás no pueda expresar en palabras.
Un abrazo!
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