salario mínimo, asignación universal y jubilación mínima

Se anunció un aumento del 20% en el salario mínimo que pasa de $1.500 a $1.800. Leemos: El reclamo de la CGT para incrementar el mínimo no imponible perdió fuerza el año pasado a partir de la desaceleración en el nivel de actividad producto de la crisis financiera internacional.

La recuperación evidenciada en lo que va de 2010, la aceleración en la evolución del precio de algunos productos alimenticios durante el primer trimestre y la magnitud porcentual alcanzada en algunos convenios salariales –principalmente el 35 por ciento de alimentación– convirtieron al mínimo no imponible en una prenda de negociación.

Con una inflación de alimentos del 28% en el primer semestre ( equivalente al 31% del IPC general) el aumento está en línea con la inflación esperada para 2010, en torno al 18%.

Sin embargo queda por definir de manera urgente el aumento en asignaciones familiares que definirá a su vez la actualización de la Asignación Universal por Hijo, que deberá respetar fundamentalmente el patrón de aumento de la Canasta Básica Alimentaria que hoy proyecta un 30% anual.

Así las cosas, el costo fiscal para el Estado del aumento del salario mínimo asciende a 3.184 millones de pesos en el semestre a los que hay que sumar el costo de la regresiva medida de actualización de los montos mínimos para el pago de impuesto a las ganancias -solteros hasta los 62.640 pesos anuales y para los casados con dos hijos pasó hasta 86.640 pesos anuales, montos muy por encima del promedio salarial actual - que beneficiaría solo a 400.000 trabajadores y jubilados privilegiados.

En este contexto de aumento de gasto fiscal , las mejoras necesarias al mínimo jubilatorio que para acercarla al 82% del nuevo salario mínimo debiera aumentar a $ 1.476, requiere indefectiblemente, para darle sustentabilidad en el tiempo - y evitar desfinanciar la Anses -, de la restitución de aportes patronales a los niveles de 1993.