Recibimos el excelente estudio del CEDLAS "Las Asignaciones Universales por Hijo. Impancto, discusión y alternativas" , realizado por Leonardo Gasparini y Guillermo Cruces, del que sólo extractamos algunos tramos, pero requiere ser estudiado en totalidad , ya disponible aquí .
Los resultados del impacto de la AUH según Gasparini y Cruces son sumamente positivos, aunque debe esperarse su despliegue definitivo para una evaluación completa, que siempre será dificultada por la opacidad de los datos del INDEC.
Cabe acotar que los resultados parciales , ubican a este estudio en la senda del movimiento nacional justicialista, transitando una tercera posicición respecto al optimismo que refleja el estudio oficial ya comentado y difundido en Ramble y las pálidas notas del Observatorio Social de la UCA que parten de umbrales de pobreza suculentos del 40% medidos por encuestas telefónicas de 400 casos, y a los que tal vez, siguiendo la metodología por ellos utilizada y comentada entre otros por el profesor Grondona Mariano , la AUH no haría mas que agravar.
Dicen Gasparini y Cruces:
La reducción en la desigualdad de ingresos sería considerable En el escenario (2) donde las asignaciones se universalizan a todos los desocupados e informales la brecha proporcional de ingresos entre el decil 10 y el 1 se reduciría desde 23.7 a 16.5, mientras que la participación del decil más pobre en el ingreso nacional disponible crecería de 1.4% a 2%.
El coeficiente de Gini se reduciría 2 puntos, lo cual constituye un cambio significativo.
Las figuras (que abren el post, click para agrandar) agregan a la evolución de la pobreza y la desigualdad las estimaciones para 2010 en el escenario de pleno funcionamiento de las asignacionesuniversales. En ambos casos es claro el significativo impacto que la generalización de las asignaciones tendría sobre estas dos variables sociales.
COMENTARIOS FINALES
Existe un extenso consenso acerca de la conveniencia de implementar un programa masivo de transferencias monetarias basado en la niñez. Sobre la base de ese consenso el gobierno nacional modificó en 2009 a través de un decreto de necesidad y urgencia la ley de asignaciones familiares para incluir a hijos de desempleados e informales.
Esta modificación constituye en la práctica un sustancial acercamiento a la universalización de la ayuda social a la niñez. El documento argumenta la consolidación de una medida de este tipo permitirá liberar recursos administrativos y presupuestarios para el desarrollo de mejores políticas sociales en áreas específicas.
La reforma del sistema de protección social que se está gestando es, potencialmente, de gran magnitud, relevancia y perdurabilidad. Para realizar este potencial, sin embargo, resulta indispensable consolidar la medida a través de los caminos legislativos normales. Es, de hecho, una oportunidad histórica para consensuar una política de Estado en el área social que establezca un escenario estable y transparente para garantizar un mínimo de bienestar para las generaciones presentes y futuras.
Este documento señaló una serie de impactos positivos de esta medida. Gran parte de la variabilidad en las estimaciones de impacto, sin embargo, se deben a la falta de precisión del decreto con que fueron implementadas, y de hecho algunas de sus falencias hubieran surgido – y hubieran sido remediadas – en el marco de un debate parlamentario. Se argumenta aquí que es factible y deseable rescatar los aspectos positivos de la medida promulgada por decreto, eliminando sus falencias y por sobre todo consolidándola como pilar de una política de Estado de protección social de largo plazo mediante la promulgación de una ley que universalice las asignaciones por hijo.
Una ley del Congreso Nacional permitiría también establecer mecanismos automáticos de ajuste de los beneficios, establecer criterios de monitoreo y evaluación, y precisar la cobertura y la compatibilidad con otros programas. Si bien, como se argumenta en este documento, el impacto de la universalización no sería muy diferente al del sistema recientemente promulgado, sería más abarcativo y transparente, evitando errores de exclusión y minimizando el clientelismo. Una posibilidad en esta dirección es mantener el esquema propuesto por el gobierno de asignaciones familiares, pero extendiendo el subsidio a todos aquellos hijos que no reciban asignaciones por el empleo formal de sus padres o por deducciones del impuesto a las ganancias.
3 comentarios:
Gracias Artemio por publicitar estos informes, como siempre de primera Saludos!!!!!!
Bueno lo de la ley, pero si lo planteas ahora A Jr y The gord piden 1000 mangos por hijo y 1000 por vaca a cada productor para que no falte carne...
http://www.depeco.econo.unlp.edu.ar/cedlas/archivos_upload/doc_cedlas102.pdf
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