para soñar con los pies en la tierra

Recibí el análisis del partido de hoy frente a Corea del Sur realizado por el joven periodista deportivo Jordan Gallicchio, que quiero compartir.

Como aquel 2 de Junio de 1986 y con Maradona como símbolo, esta vez del otro lado de la línea de cal, la selección Argentina volvió a ganarle a su par de Corea. Hoy no fue con los nervios de un debut como en aquel añejo recuerdo del Olímpico de México y en la mañana de Johanesburgo. la celeste y blanca ganó con autoridad por 4 a 1 para sacar chapa de candidato.

A horas de estampar el segundo triunfo el mundo ya habla del funcionamiento del equipo de Diego, las calles de cada rincón del país se ilusionan con el momento del tridente Messi, Tévez e Higuaín y Grecia comienza a ser el tema de conversación de todos los cafés.

Del partido se desprende la mejora de la puntería. Argentina fue más efectiva, generó algunas chances menos y logró tres goles más que ante las Águilas nigerianas, si bien el primero fue de Park Chu en contra, se deduce una mejora en la contundencia. Otro punto para el haber es la mejoría en el rendimiento individual de los jugadores que habían dejado dudas en el primer partido.

Jonás Gutiérrez se sintió más cómodo por su sector, con la ayuda de Maxi Rodríguez se lo vio administrando mejor su “quintita” y fue una descarga constante por el lateral para volantes y delanteros. Higuaín facturó por tres y podrían haber sido más por algunas tapadas del arquero asiático.

Un tema para poner el acento es el acierto en los cambios, tanto en nombres como en momentos del partido. La “fiera” Rodríguez fue desde el arranque por Verón y no hizo notar la ausencia del capitán de Estudiantes de La Plata. Burdisso entró obligado por la lesión de Samuel al promediar el primer tiempo y el de Altos de Chipión enseguida respondió en el área rival peinando una pelota que terminó en el primer gol de Higuaín. En defensa, como siempre, cumplió sin sobresaltos.

En el segundo tiempo con el resultado 2 a 1 a favor Argentina comenzó a perder la pelota rápido y los orientales empezaron a llegar con alguna posibilidad. Enseguida el banco argentino mandó a Kun Agüero a la cancha por Tevéz, de un primer tiempo notable con un sacrificio que conmovió, y el hombre del Atlético de Madrid enseguida se juntó con Messi para terminar metiéndole la pelota en la cabeza al “pipita” en el cuarto grito albiceleste. Cuando faltaban diez minutos Bolatti entro por el goleador para tener la pelota, los de Maradona armaron un 4-4-2 y siguieron dominando el partido.

En el debe quedan el exceso de confianza de Demichelís, el central fue anticipado en una de las pocas dudas de la defensa y Lee Chung estampó el inmerecido 1-2, y las tres tarjetas amarillas. Una para Jonás Gutiérrez luego de un enojo infantil casi inexplicable que lo obliga a cumplir fecha ante los griegos.

Las otras dos, Heinze y el capitán Mascherano, encienden las alarmas en el bunker de Pretoria. En un Mundial donde las tarjetas se limpian en cuartos de final deja a estos jugadores en la cornisa. Ambos, en especial el capitán, vienen haciendo un mundial intachable y son imprescindibles en este “esquema maradoniano” por lo que presentan una duda junto a los lesionados Verón y Samuel para el partido del Martes.

Si bien Argentina lidera el grupo B el triunfo de Grecia ante Nigeria no le permite una clasificación matemática pero si virtual y para el martes pueden darse distintas combinaciones. Cualquiera de los cuatro países puede meterse en octavos aunque la celeste y blanca dio un segundo paso notable para ganar la zona y soñar con un cruce favorable en la próxima ronda con el combo de quedarse en Pretoria.