3/28/2010

inflación y caída

Escuchamos en el programa Sin saco y sin corbata" el pensamiento del establishment sobre el actual proceso inflacionario en boca del economista Luis García Martinez, miembro de la Academia Nacional de Economía y alto asesor de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA):

"Hoy tenemos una inflación típica de puja distributiva. La puja entre precios y salarios. Una carrera que tiene poco y nada que ver con la política monetaria y funciona con cierta autonomía.

Hay convenios del 25% o más de aumentos salariales, acaso esos aumentos lo van a pagar los empresarios? Los bancos por ejemplo , los van a pagar sin aumentar el costo de los servicios que ofrecen a sus clientes ? ...yo tengo mis dudas.

El salario medio en el año 2001 era de 900 dólares. Se devaluó en el año 2002 y el salario post convertibilidad creció estos años y hoy está de nuevo en U$S 900!

O sea, se perdió la competitividad inicial. Esta es una carrera que se va a acelerar, se va generando un círculo infernal y detener esto tiene un precio político muy alto.

Hay alguién capaz de pagar este precio?

Ya ocuurió con Alfonsín y sabemos cómo terminó, sucedió en el Rodrigazo y terminó con la caída del gobierno ... y vamos camino a eso"

Más claro, lavandina.

12 comentarios:

Alejandro Fiorito dijo...

Como decía Canitrot:



“El análisis económico (…) sugiere la posibilidad de elaborar una receta económica que evite el fenómeno de las fluctuaciones y de la inestabilidad política. Es concebible determinar un conjunto de precios relativos entre salarios, tasa de cambio y precios agropecuarios a industriales, que permitan un crecimiento continuo de empleo y salarios, en los valores máximos compatibles con la restricción de comercio exterior y las necesidades de acumulación de capital. Pero sería soberbia o inocencia del economista pensar que el desconocimiento de estos valores de equilibrio es la causa de la inestabilidad argentina y que su aplicación resuelve el problema. Para ello habría que suponer previamente que las varias clases sociales pueden converger a una propuesta común, ya sea por acuerdo, ya sea por imposición de una sobre las demás. En tanto eso no ocurra, las fluctuaciones económicas habrán de persistir. La inestabilidad es la expresión del conflicto de clases”



¿Se puede hacer? Bueno, mi respuesta es: se va a poder parcialmente, y ese “grado de éxito” es una función positiva de las herramientas y de la capacidad de concebir políticas y ejecutarlas del Estado (que hoy es baja). Bueno, quizás es hora de empezar a construir esa capacidad de intervención del Estado. Juntar a semejantes actores sociales e imponer un compromiso mínimo es toda una tarea que solo puede liderar el Estado, sostenido obviamente en la fuerza social del conjunto de los sectores populares. No se trata ciertamente de un “pacto entre caballeros”. También requiere que se generen mecanismos de incentivos que “aporten” a esa convergencia: en principio, por ejemplo, un canje de mayores masas de ganancias, vía mayores ventas y sin presiones inflacionarias (a cambio de markups relativamente menores), crédito de largo plazo (otra vez el Estado tiene aquí un rol), un paquete de incentivos sólidos para los actores del agro no sojero y que no se base en transferencias de ingresos desde los salarios (como siempre se hizo). Mejoras acordadas y paulatinas en los niveles de formalidad laboral, etc. Hay muchas cosas para meter en este paquete.

La tasa de inflación resultante de intentar este camino va a ser menor que la actual. No sé cuánto, pero va a tener efectos positivos. Sería una “política antinflacionaria integral” pero sin afectar la demanda agregada ni dañar el crecimiento ni hacer ajuste. Va a requerir además “estarle siempre encima” al tema, generando iniciativas, administrando el proceso, controlando los “desvíos”, etc. Esto por supuesto incluye y complementa, y no rechaza, las políticas correctas que ya se venían implementando. Requiere mucha capacidad de negociación para construir legitimidad social a la hora de hacer explícito un plan con metas claras. Una especie de inflation targeting con otros supuestos de base y objetivos de alto crecimiento y empleo. El hecho de reconocer el problema y darle visibilidad y respuesta, seguramente va a cosechar apoyo popular. Mientras no se haga, el costo por el tema del Indec lo pagamos todos los días. Y peor aún, la inflación – aún sin ser descontrolada- , sin respuesta política alguna, sigue su curso y sin dudas, como señalaron muchos analistas -incluso cercanos al gobierno-, tuvo mucho que ver con los adversos resultados electorales en el conurbano. Si este no es el camino a intentar –que ciertamente es difícil, y no mágico-, pero no hay alternativas, que no liquiden el proceso de alto crecimiento que se necesita para mejorar la productividad industrial en el pais.

Circus

Alejandro Fiorito dijo...

El Estado debe meterse persistentemente a moderar y regular la puja.
Muchas de las medidas que se tomaron (basicamente las retenciones) . En la medida en que dé la situación política, habría que profundizarlas (no bajar las retenciones, como se hizo hace poco). Hay un problema serio con la carne, los lácteos y otros alimentos que requieren revisar la política agropecuaria, que fue errática y muchas veces inconsistente. Parte de los problemas actuales –parte- tiene que ver con eso. En la carne, por poner un solo ejemplo, se subsidió –con mucha plata- la faena, y la cría casi no es negocio. Entonces reforzamos la tendencia al estancamiento del stock ganadero. Algo similar pasa con los lácteos y otros alimentos.



Desde la crisis terminal del 2001-2002, el gobierno vino haciendo estos años lo que pudo, en un contexto donde nadie (repito: nadie) tenía mucha claridad sobre los problemas a enfrentar. El tema retenciones fue uno de sus principales logros, a pesar de la 125. En el medio hubieron errores (¿cuándo no los hay?). Bueno, hoy hay que revisar la política agropecuaria y formular un plan integral. Porque hay un problema, impuesto por el predominio de la rentabilidad de la soja, que bloquea los incentivos para carne, lacteos y otros granos. Sin tocar estos temas, los alimentos seguirán subiendo y empujando el IPC.

Segundo tema, además del agropecuario, hay que tener un plan de alto crecimiento sostenido, impulsado por el Estado, lo que requiere entre otras cosas importantes el control de capitales para que no existan indeseadas “filtraciones” de los estímulos al crecimiento, ni sigamos siendo una especie de colador que ante cualquier cambio de humor de los capitales financieros internacionales y/o locales tengamos fugas y suframos tendencia contractivas (que obligan a devaluar o a subir las tasas).



En este punto, con esos dos ingredientes, la política de ingresos (que no es algo “nuevo”) apuntaría a instalar una negociación entre los distintos sectores empresarios y los sindicatos, sobre la base de las políticas antes mencionadas. En un escenario de crecimiento, se puede incorporar una mejora importante del salario real vía reducción de la inflación más una pauta concertada de aumentos nominales más un plan de aumento de la productividad, combinada con el control y administració n de los principales precios (una canasta) de la economía. En esa discusión hay que meter la evolución del TC nominal y por supuesto es vital un IPC indiscutible (no exacto o “verdadero”, sino creible). Obviamente, esto no es una “receta” económica, sino una construcción política en el más alto nivel.

Polito dijo...

Las voces patronales abandonan el monotono grito de tero del gasto publico para explicar la inflacion. Obvio,empiezan las paritarias y los dos Hugos,baten el parche de la"inflacion supermercado" para pujar por una parte justa de la super-renta que embolsa el gran empresariado enseñoreado en los hiperconcetrados mercados argentos.
Se viene un viraje conceptual en Moraleja Sola, Edu Vandercodigo, y todo el voceraje corporativo: "la desmesura sindical" desplazando al "desenfrenado gasto estatal" como cuco a instalar mediaticamente. ¡¡Asustese Doña Rosa vda.de Neustadt,Moyano nos lleva al rodrigazo¡¡

-martin- dijo...

Q tul la portada de critica de hoy? silencio stampa no coco?

abraxox

Osvaldo dijo...

Circus, un aporte muy sensato el suyo.Vale analizarlo.
Me gustaría conocer la opinión de Artemio sobre la situación planteada.
Y sin duda es mucho más fácil de resolver que la de Alves en Boca.

Perdón, se me escapó el xeneize dolido.

Osvaldo Croce

Aparicio Gomez dijo...

Cualquier cosa la tapa de crtica. Mi dios.

PEPE dijo...

Atendiendo que uno de los sectores mas críticos a nuestro gobierno es el agroexportador, que se suma a los sectores políticos en contra del uso de reservas para el pago de deuda, que pasaría si, ante la imposibilidad de usar las reservas para pagar deuda, se usara para apreciar el peso (no estoy hablando del 1 a 1). Si esto sucediera, y digamos que el dólar se cotizara a $3,00, al momento de liquidar divisas, los exportadores estarían perdiendo mas de un 20% de sus beneficios. Seguirían cuestionando el uso las reservas ante esta situación?, porque sus intereses económicos siempre priman por sobre cualquier otra cuestión, olvidando seguramente su lábil compromiso político.
Para los asalariados, este escenario mejoraría su poder adquisitivo, porque aunque la canasta básica no esté dolarizada directamente, si es cierto que cada apreciación del dólar, provoca el efecto contrario.
El problema de la inflación tal vez no se resuelva, porque también el aumento del poder adquisitivo, puede causar mayor demanda con igual oferta (salvo que en este hipotético escenario, mejorara también la relación de productos primarios que se vuelquen al mercado interno) pero también hay que ver como resultan las demás medidas regulatorias que pueda seguir poniendo Cristina.
Por último, propongo que se discuta una nueva ley para aumentar las retenciones a las exportaciones, ya que la realidad muestra que el campo se sigue sojisando y luego la falta de oferta de ganado y de otros cereales de uso corriente en nuestra economía sigue siendo “culpa de este gobierno”.
Saludos

Alejandro Fiorito dijo...

Pepe,

esa salida en lo que Diamand a veces denominaba, la "cadena de la felicidad", el poder de compra sube, hasta que perdes el trabajo. El daño que se produce no se nota a corto plazo, pero liquidas la posibilidad de exportaciones de manufacturas, y no al sector agroexportador. Una lección muy cara para el resto de los argentinos que dependen del nivel de actividad, y que no mejora sino que empeora la situación de la cuenta corriente externa, que es el único y verdadero freno al crecimiento.
No es una solucion equivalente a subir las retenciones a la soja, dado que afecta via tipo de cambio a los sectores menos productivos frente al agro y agrava el desequilibrio de nuestra EPD, como definia Diamand:

una interesante lectura sobre el punto:
http://sites.google.com/site/revistacircus/Home/marcelo-diamand/cap4diamand.pdf?attredirects=0

http://sites.google.com/site/revistacircus/Home/marcelo-diamand/diamand_elpendulohastacuando.pdf?attredirects=0

Rafa dijo...

Artemio:
Este Luis García Martínez, por casualidad no es el mismo que fue jefe de gabinete del Ministerio de Economía con Joe Martínez de Hoz durante el Proceso? Si es así, de inflación sabe mucho. Y de caídas, también.
http://el-lobo-estepario.blogspot.com/2009/10/papel-negro.html

Un abrazo.

PEPE dijo...

Me desasnaste RC, se agradece. Muy didacticos los artículos.

Artemio López dijo...

Que dato rafa, no lo sabía. Es!"jefe de asesores del Ministerio de Economía e integrante del cenáculo golpista conocido como Club Azcuénaga, Luis García Martínez, permitió que el papel fuese uno de los pocos insumos exceptuados de la política de apertura irrestricta de entonces" según tu post!
salu2!

desvinchado dijo...

Es increíble, cada ves que escarbas un poco hay un garca de la dictadura!!! Se matan por cagar al gobierno. Hacen cola