En un año que todos presumen ya de crecimiento económico que algunos incluso consideran nos sorprenderá por su amplitud , el piso en materia de distribución del ingreso es relativamente bajo, aunque se interrumpió la tendencia a la concentración típíca desde el año 1976 al 2003 en el país. El cuadro de situación lo pinta bien este párrafo de Alfredo Zaiat que en parte discutimos ya en Ramble.
1. La distribución del ingreso sigue siendo mala, con un sector privilegiado que concentra gran parte de la riqueza y una mayoría que recibe una pequeña porción de ese producto.
2. En el período 2007-2009, lapso donde el Indec decidió no difundir los datos de la EPH, la distribución del ingreso no empeoró respecto de los años anteriores tomando como base el 2003, año en que esa variable comenzó a transitar un sendero positivo. En esos dos años se mantuvo constante, con una leve desmejora en uno de los trimestres, con leves señales de recuperación en los últimos meses de este año.
Esta última consideración expone con contundencia el grado de torpeza de los funcionarios que desembarcaron en el Indec, que deslegitimó la palabra oficial y facilitó la tarea de avance de las posiciones conservadoras en el análisis de la economía. Además, los cambios metodológicos de la nueva EPH difieren en muy poco en sus resultados con la vieja EPH, lo que hace aún más inexplicable la ausencia de esa información en el espacio público. El sociólogo Artemio López ilustra que “una primera lectura de algunos datos de la nueva EPH muestra una baja en la brecha entre el 10 por ciento más rico y más pobre, medida por ingreso individual, que pasa de 34,1 veces en el segundo trimestre de 2003 a 25,3 en 2009.
La brecha entre el 20 por ciento más rico y el más pobre medido por ingreso individual muestra una evolución positiva en el lapso 2003/2009, donde pasa de 15,6 veces en 2003 a 12,1 veces”. Para agregar que “a partir del segundo trimestre de 2008, en un contexto de fuerte inequidad, se observa un leve empeoramiento en la participación del 20 por ciento más pobre, que pasa del 4,3 al 4,1 por ciento del total de ingresos”. En cambio, en el Coeficiente Gini muestra mejoras.
En términos amplios, tomando distancia del debate sobre los últimos dos años o sobre el período kirchnerista, la distribución de ingreso sigue mostrando indicadores insatisfactorios. Este saldo no es diferente de lo que pasa en la mayoría de los países, donde la concentración de la riqueza en las últimas tres décadas ha sido la característica saliente de la economía global. Si un factor distingue al actual período de la economía mundial es precisamente la distribución regresiva del ingreso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario