En estas calles de tierra, poceadas y desparejas, en la periferia del barrio Punta Mogotes, pero a más de 15 cuadras de la playa, donde Mar del Plata ha perdido casi todos los atributos de la Ciudad Feliz, Juan Miguel Wolk se siente impune. Sigue aquí
2 comentarios:
gracias Artemio por difundir la presencia de este tipo en un lugar tan grato como Mogotes
Gracias Arte, muy bueno el informe.
Las tortugas del blog la rompen...no hay lugar en tu pagina para ellas?
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