5/19/2009

la red...

Acá empezaron otra vez los abusos...

La frase anterior es parte de la denuncia reciente del obispo de Belgrano, Elvio Mettone, sobre un hogar que la Policía Federal intentó desalojar por orden judicial.

Se trata del hogar de menores "Hogar San José Obrero", que pertenecía a la Fundación Felices los Niños, del cura acusado de 17 hechos de abuso sexual, Julio Cesar Grassi, y que funcionaba en el barrio porteño de Chacarita.

La notable reacción de oposición cerrada qu, desoyendo la recomendación judicial en algunos sectores produjo este hecho, ya sin Grassi involucrado directamente, nos permite reiterar parte de lo ya dicho en un un post de Ramble del año 2006, al analizar el perfil sociológico de los casos de paidofilia o abuso de menores del tipo caso Grassi.

En esta perspectiva de análisis, es notable observar que el pedófilo o abusador -con mayor facilidad si está inscripto institucionalmente en dispositivos de poder político, económico, religioso, etc.- tiene siempre un modus operandi, un patrón de comportamiento que se reitera sistemáticamente en la experiencia internacional observada en estos casos.

Se trata de un patrón de comportamiento en red, esto es, una estructura asociativa que responde a un patrón de conducta característico, tal como se observa en infinidad de casos, como los que a modo de ejemplo se observan en Chile acá, o aquí, en La Casa Pía de Portugal (de estructura muy similar a los acontecimientos denunciados en la Fundación Felices Los Niños), Italia, Brasil, Francia, en el más reciente caso Corsi en nuestro país, etc., etcétera.

Obviamente, el funcionamiento en redes implica el reclutamiento o cacería de menores víctimas y la asociación de adultos victimarios. Constituida la red de pedofilia, ésta asigna beneficios significativos a sus miembros, desde la impunidad que supone la integración de una trama cercana al poder, donde cada integrante posee una masa de información que puede implicar al conjunto, lo que genera complicidad y protección entre miembros, así como un beneficio adicional pero de gran centralidad para la reproducción de la conducta pedófila o abusiva: la banalización del delito mediante comportamientos rituales asociados, encuentros grupales que ofrecen una descarga banal pero objetiva de la culpa eventual que generaría el comportamiento aislado sobre una -y solo una- personalidad en este tipo de delito, particularmente gravoso para la moral individual, por lo que su realización efectiva requiere, en la mayoría absoluta de los casos, insistimos, de una organización en red, comportamientos rituales y determinada secuencia.

En este sentido, el Juicio a Grassi, de producir prueba --y esto supondría necesariamente expandir la investigación sobre la inexorable red--, cobraría una dimensión que excede largamente la sanción a una conciencia desdichada que ni siquiera reconoce la existencia de sus propios semejantes -sanción que es deseable y muy necesaria sin duda-, sino que abriría la posibilidad de "ver" y luego debatir comunitariamente una problemática bien interesante sobre otra modalidad de funcionamiento del poder realmente existente.

Así, en esta perspectiva de apertura y expansión de la investigación y el debate comunitario, asumiendo que como la experiencia nacional y local lo muestra --que personajes como el cura Grassi no actúan en solitario--, se podría comenzar a responder dos preguntas abiertas en el caso de este cura: quiénes sostuvieron y sostienen a Grassi y a su "Fundación", y, más importante aún, por qué lo hicieron y, en muchos casos, lo hacen.

8 comentarios:

G-Fer dijo...

Paidofilia, Artemio... del griego paidós, niño. Para escribir mal, ya tenemos a los periodistas!

Andrés el Viejo dijo...

Artemio: le mando un enlace sobre el mmismo tema, nota aparecida hoy.

http://news.yahoo.com/s/ap/20090520/ap_on_re_eu/eu_ireland_catholic_abuse

Blog del amasijo dijo...

G-Fer: Lamento contradecirlo.
Pero encontrará usted, si es que busca el término en el Diccionario del uso del español, de María Moliner, Edición 2007,(página 2228), que la acepción "pedofilia" está perfectamente aceptada en castellano.
Así que, Artemio, puede usarla sin ningún problema.

cansarnoso dijo...

quienes sostuvieron a grassi:
mingo,
que le cedió parte de la sede del ifona en hurlingham
para que despues el asotanado se queje del peligro de la creosota y otras yerbas que usaba el preexistente citema (centro de tecnologia de madera, del inti) en intento de copar toda la parada

un okupa de alma
y desindustrializador

cansarnoso dijo...

desambigüemos
con la ortografia moderna corro riesgo de autoincriminarme
ahora mismo salgo a almorzar ansiando que en el boliche de siempre hoy sirvan una buena buseca

G-Fer dijo...

María del Carmen, no sé quien es María Moliner, yo refiero al diccionario de la RAE.

Igualmente, que esté aceptado no significa que su uso sea del todo correcto: mire Ud. la palabra sicología, que por falta de la P inicial debería ser el estudio de los higos...

Andrés el Viejo dijo...

G-Fer: disculpe que me meta, pero María Moliner es el diccionario de dudas del español más célebre y, para los entendidos, de tanta autoridad como la RAE.
Y me disculpo de nuevo, pero usted parece adherir a un criterio de fijeza que se acomoda mal a la naturaleza evolutiva de los idiomas. Imagine que yo, citando al clásico, piropeara a una mujer diciendo "fembra tan fermosa no vi en la frontera". ¿No sonaría ligeramente ridículo?
Saludos

Blog del amasijo dijo...

Que esté aceptado justamente significa que su uso es correcto G -Fer. Para la Real Academia quiero decir. No para usted, claro, que aplica parámetros propios.
Saludos!!